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Jugó poco más de una hora, pero la presencia de Pablo Larrea fue una de las claves en la victoria del Real Murcia ante el ... Recreativo de Huelva. El centrocampista pudo dejar sus problemas físicos atrás y dio otro paso para tener el importante rol que se confía que tenga. Después de poder pisar el césped en los partidos ante el Ceuta y el Castilla, en el Nuevo Colombino fue titular por primera vez esta temporada y dio la primera muestra de lo que es capaz de aportar en el medio del campo grana durante algo más de 60 minutos. Su disponibilidad era tan esperada como necesaria es ahora para el buen funcionamiento del bloque. Con Larrea recuperado el Murcia es un mejor equipo y el pivote debe tener un papel importante en el crecimiento que experimente el conjunto en las próximas semanas. El centro del campo es una zona que busca referencias. La plantilla cambió casi al completo el pasado verano y esa parte del terreno de juego está de estreno en su totalidad. No queda ningún integrante de la zona ancha del pasado curso y actualmente se buscan nuevas jerarquías.
Los de Alfaro acababan de encontrarse con un gran problema por resolver: la baja de Isi Gómez. Una caída desafortunada y una fractura del radio del brazo izquierdo iba a tener fuera entre 10 y 12 semanas a un futbolista que se había convertido en la mayor certeza en la medular grana, tanto por minutos jugados como por capacidad para dinamizar el juego. Pero justo en esa situación de vacío, llegó el momento para Larrea. Ya en diciembre, tras una larga espera por culpa de una lesión de la que intentó recuperarse demasiado rápido, pudo ser de la partida en Huelva haciendo pareja con Imanol Alonso, otro jugador pujante, y hubo una buena conexión. «Puede jugar tanto de '8' como de '6'. Es muy bueno en el duelo y tiene muy buen pie. Tiene una buena lectura de juego», avisaba Manu García, portero murcianista y compañero de Larrea en la Ponferradina, en una entrevista reciente con LA VERDAD. Una descripción que se confirmó a la primera oportunidad que tuvo el madrileño.
Efectivamente, el exjugador también de Numancia o Tenerife demostró sus cualidades tanto en el apartado defensivo como en el ofensivo, mezclando trabajo y fútbol. En especial, lució esa doble función en aquella primera mitad. Fue protagonista en varias intervenciones exitosas sin el balón. De esta manera, en diversas ocasiones fue capaz de realizar repetidos robos que reforzaban el planteamiento presionante del Murcia en el Nuevo Colombino.
Fecha y lugar de nacimiento 4 de febrero de 1994, en Madrid.
Demarcación Centrocampista, con capacidad para ser un '6' o un '8'.
Equipos anteriores Villarreal B (2015-17), Numancia (2017-18), Ponferradina (2019-21) y Tenerife (2021-23).
Supo imponerse a los rivales y tampoco permitió que le superaran cuando la pelota ya quedaba fuera de su alcance. Cuando no podía quedarse con el balón, no dudó en hacer la típica falta táctica. Fue pasado el primer cuarto de hora de partido, en una jugada en la que hizo hasta dos faltas seguidas para intentar frenar un contragolpe prometedor del Recreativo. La acción le costó finalmente una tarjeta amarilla y pudo mantener su influencia en el choque a pesar del condicionante de esa amonestación hasta el momento en el que tuvo que ser cambiado.
Además de todo eso, las recuperaciones iban acompañadas de criterio para gestionar posteriormente el balón. Siempre intentó combinar tras robo y le dio continuidad al juego del Murcia. La mayor muestra fue en la generación del 0-1, en donde recuperó rápido un balón que los granas habían empezado a jugar desde el portero. Tocó con sus compañeros para elaborar un poco y la jugada fue progresando hasta llegar a la portería contraria y lograr el gol del triunfo.
Otro punto interesante de su actuación fue que no dejó de ofrecerse al resto del equipo desde su posición de mediocentro. Pidió la pelota y dio una buena salida. Era capaz de esconder el esférico y sacar el balón bajo la presión rival. Se situó varias veces entre los centrales o cayendo a un costado para iniciar la jugada y, entre pase y pase, tras una conducción originó otro buen ataque cuando el Murcia ya iba por delante en el marcador. Además, también dirigió a sus compañeros cuando ellos tenían el balón para darle la mejor orientación posible a la jugada. Una presentación completa de un futbolista que aún puede dar más. A partir del minuto 60 ya mostró signos de fatiga e hizo señales al banquillo. Hasta ahí podía llegar y fue sustituido. Se mostró solvente y pulcro y se guardó sus últimas fuerzas para un esfuerzo defensivo final.
A partir de ahora, queda por ver la evolución física del jugador, para coger más ritmo y evitar nuevos problemas, y cómo se complementa con el resto de centrocampistas. A excepción del partido ante el Castilla en su debut, Pablo Alfaro está jugando con dos pivotes y parece que si tiene que compartir la medular la mejor opción sería Imanol Alonso, otro jugador que con piernas y energía se ha ganado la confianza cuando le ha tocado jugar y que también puede ayudar en el quite y desplegarse arriba. La otra opción sería Tomás Pina, titular solo ante el Castilla y reemplazo del lesionado Isi Gómez ante el Málaga y del agotado Larrea en el duelo de Huelva.
Por ahí pasarían las principales formas de configurar el centro del campo grana para lograr olvidar la ausencia de Isi Gómez. La variante de Montoro, con nuevos problemas físicos, queda descartada. Solo ha sido titular tres veces, en las tres primeras jornadas. Desde entonces, únicamente ha disputado tres partidos de Liga de los siguientes 12. En la Ponferradina, Larrea encontró en Óscar Sielva al socio perfecto para dar consistencia a un equipo que terminó ascendiendo. Ahora buscará una nueva pareja a la vez que el Murcia espera que el partido del domingo signifique que es el momento de Larrea y que ha encontrado a ese futbolista que tanto esperaba y que en El Toralín se hizo jugador de fútbol profesional.
Aspire a ello o no, lo cierto es que para Pablo Alfaro encontrar un equipo tipo o ideal en el Real Murcia se está convirtiendo en una misión imposible durante sus primeros partidos a cargo del conjunto grana. Hasta ahora, no ha podido repetir once inicial, condicionado esencialmente por motivos físicos entre jugadores disponibles, los que salen de lesión y otros más que se han ido cayendo. También un par de expulsiones han hecho que tuviera que adaptarse obligatoriamente a las circunstancias.
El técnico ha sido claro al respecto al asegurar que la prioridad en cada alineación es contar con los jugadores que pueden estar a tope físicamente para responder a la exigencia e intensidad de los rivales. Una limitación que se ha evidenciado, por ejemplo, en los dos últimos encuentros. Ante el Málaga, tuvo que situar a Andrés Carmona, un central, en el lateral izquierdo. Baró estaba sancionado y Zalaya, también central pero habituado a esa demarcación, venía de una lesión al igual que un Pedro León disponible a partir de la segunda parte. Y fue titular Marcos Mauro, recién reaparecido.
Un equilibrio complicado entre cuestiones técnicas, tácticas y físicas que se tuvo que mantener en Huelva. En esta ocasión, el Murcia tuvo la baja por sanción de Carrillo y se vio por primera vez sin Isi Gómez, ausencia sensible en la medular bien cubierta por Larrea. Además, volvieron José Ruiz y Rofino tras superar sus respectivas lesiones. Lo hicieron, eso sí, después de nuevos contratiempos: las bajas por problemas físicos de Sergio Santos, Arturo, que sufre una microrrotura en el aductor de la pierna izquierda según confirmó ayer el club, y Montoro. Los cambios se suceden. Sin opción a un once ideal, Alfaro va buscando el mejor equipo posible.
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