Felipe Moreno aterriza en el Murcia

Han pasado casi siete meses, pero finalmente Felipe Moreno ya forma parte de la familia del Real Murcia. Su entrada al club grana se terminó de concretar ayer tarde tras una comida en el restaurante Morales de Murcia. En la cita, en la que también estuvieron presentes Antonio Pedreño y el abogado Andrés López Atenza, terminaron de negociar varios puntos de un pacto que convertirá al exdueño del Leganés en accionista mayoritario de la entidad centenaria en solo unas semanas, siempre y cuando la junta del próximo 8 de marzo dé el visto al plan negociado por ambos. Un movimiento que dotará al club grana de más solvencia económica y, sobre todo, despejará el horizonte judicial al que se ha visto expuesto el club desde marzo de 2017 cuando García de la Vega compró el club a Raúl Moro.

No ha sido una negociación fácil, más bien una historia de amor y odio que arrancó el pasado mes de julio en Campoamor y que ha contado con diferentes capítulos. Las desavenencias públicas mostradas por ambos han marcado muchos de ellos, aunque también hubo un apretón de manos en el Restaurante Salzillo el pasado mes de noviembre que al final no sirvió para nada ya que, a pesar de que Moreno llegó incluso a conocer a la plantilla, todo se torció cuando solo faltaba la firma. Después aparecieron otros personajes en esta historia como Julián Luna y el presunto inversor Antonio Perea que debilitaron a Ramos, aunque ahora ya no son más que parte de una historia que ha acabado con un final feliz.

La junta de accionistas del próximo 8 de marzo debe aprobar este acuerdo que deja a Agustín Ramos como presidente de una entidad donde permanecerán dos de sus personas afines: Antonio Pedreño y María del Mar Carrillo. Los miembros del KBusiness desaparecerán para dejar paso al propio Felipe Moreno y a tres más de sus colaboradores, que serán mayoría en un órgano de gobierno que tiene varias misiones fundamentales por delante, como hacer frente de forma inmediata a varios pagos a las administraciones públicas, disminuir deuda concursal y también acabar con los pleitos de García de la Vega, presentes en la vida del Real Murcia desde 2017.

El proceso de entrada de Felipe Moreno hasta que se convierta en el máximo accionista requerirá al menos unas semanas. En la próxima junta no se aprobarán nuevas conversiones de préstamos en acciones previstas para Ramos, Luna, Pedreño, Enrique Roca y Tornel, lo que dejará el capital social del club en 3,9 millones. A partir de ahí, y a través de una ampliación de capital como la prevista en el anterior acuerdo, Felipe Moreno desembolsará los primeros 5 millones, lo que permitirá al cordobés tener mayoría accionarial. Obstentará cinco millones de capital sobre un total de 8,9. Los otros 5 millones los desembolsará antes de noviembre de 2023.

Respecto a Ramos, además de su cargo institucional, seguirá manteniendo sus 500.000 euros en acciones del club, mientras que habría pactado con Felipe Moreno el reconocimiento de los otros 1,5 millones invertidos. Igual que el último préstamo de Enrique Roca de 750.000 euros, que prefirió recuperar su dinero. Los préstamos de Antonio Pedreño, Julián Luna y Francisco Tornel serán tratados por Felipe Moreno próximamente.

En la cita de ayer, en la que solo intervinieron cuatro personas, también hubo momentos delicados y terceros que intentaron exigir en la distancia, como Daniel Moreno, uno de los máximos dirigentes del KBusiness, que entregó a Agustín Ramos una hoja de peticiones que los personajes principales de esta historia dejaron a un lado para firmar un acuerdo histórico y «de colaboración para el Real Murcia», según comunicó ayer la entidad centenaria a media tarde.

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