Un año cargado de trabajo, kilómetros y algunos roces

Todos los consejeros que han dicho adiós junto a Martínez Abarca han puesto su grano de arena para salvar a la entidad durante este año. Todos se han repartido el trabajo, a pesar de que algunos han sido más mediáticos que otros. El cardiólogo Domingo Pascual, clave en la negociación con el Betis de Valladolid y también el encargado de montar la carrera popular que la pasada campaña se celebró en la Nueva Condomina, destacó ayer que «ha sido un orgullo ser consejero y ayudar al Murcia. Solo faltó el ascenso a Segunda», aseguró. Pascual también destacó que ha sido una «transición difícil» entre el fallecimiento de Samper y la llegada de Moro Martín, y que el trabajo desarrollado por el Consejo saliente fue «muy intenso», a pesar de que en alguna ocasión hubo alguna diferencia. Juan Guillamón destacó la labor de Martínez Abarca al frente del club y mostró su «gratitud» hacia el grupo de Moro y la «esperanza» de que todo salga bien en esta nueva etapa de la entidad centenaria. Romeo Cotorruelo, por su parte, también se mostró agradecido al ya expresidente grana y convencido de que el Real Murcia saldrá adelante. El único consejero de los que se va que no quiso tomar la palabra fue Víctor Alonso, que seguirá siendo, de momento y hasta nueva orden, gerente de la entidad. De todas formas fue el propio Abarca el que halagó el trabajo infatigable del gestor madrileño para sacar el club grana adelante: «Víctor Alonso ha demostrado una gran capacidad de trabajo y ha sido mi compañero de viaje a Madrid en muchas ocasiones». Cabe recordar que el grupo de Abarca se formó inicialmente con cinco miembros, aunque posteriormente ingresaron en él Pascual, Settels y Guillamón.