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José Otón
Martes, 6 de diciembre 2016, 00:54
El primer capítulo de la transición entre la familia Samper y el grupo de Moro Martín para que este último sea el nuevo dueño del Murcia ya está escrito. Ayer, tras un Consejo de más de tres horas de duración, la directiva de Martínez Abarca y el equipo liderado por el empresario extremeño se estrecharon la mano y decidieron trabajar juntos hasta la Junta de Accionistas del 28 de diciembre. El Consejo aprobó, como primer paso para el desembarco total de Moro, otorgar un poder especial a Deseado Flores, su mano derecha, para que dirija a partir de hoy la parcela deportiva del club.
El actual Consejo seguirá hasta el día 28 de diciembre solo con el fin de aprobar las cuentas y cerrar el ejercicio vigente. A partir de ese día, el grupo de Moro Martín podrá entrar en el número que desee en la futura directiva del Murcia. No es descartable que tras la Junta de finales de diciembre permanezcan algunos de los miembros del actual Consejo que han hecho posible el desembarco del extremeño en el Murcia, como Miguel Martínez, presidente de los peñistas, y los dos representantes de los accionistas minoritarios. En todo caso, esta decisión dependerá de Moro.
Tras lo acontecido ayer, Deseado Flores es a partir de hoy el nuevo responsable de la parcela deportiva. Hombre de confianza de Raúl Moro y expresidente del Cartagena, aseguró ayer que aún no ha tomado ninguna decisión, tampoco respecto a Fernández Romo: «No se tomará ninguna decisión apresurada. Hablaremos con todos y decidiremos lo mejor en la parcela deportiva, en la que está claro que hay que mejorar».
Además, mostró su alegría por poder tomar decisiones de posibles fichajes en el mercado de invierno antes del día 28, fecha en la que se celebra la Junta de Accionistas. También aseguró que han mantenido conversaciones con Gonzalo Samper y que éste les ha asegurado su intención de ir desprendiéndose de las acciones. Flores recalcó que esto les permitiría «centrarnos también en lo económico, que es igualmente importante, además de lo deportivo».
La actividad en la Nueva Condomina arrancó ayer, cerca de las 18.30 horas. Un todoterreno azul propiedad delpropio Deseado Flores aparcó en los aledaños de la casa grana. Llovía con gran intensidad y los ocupantes se quedaron dentro aguardando a que amainara la tormenta. En su interior, además de Flores, aguardaban Raúl Moro Martín y Gustavo Pomar, socio del extremeño en varias empresas. Allí aguantaron los tres hasta la llegada de Miguel Martínez, consejero grana y una de las personas que ha hecho posible la llegada del futuro gestor. Martínez recogió una carpeta rosa en la que Moro le trasladó varios documentos que debía mostrar al Consejo.
Los primeros en entrar a las oficinas fueron el gerente Víctor Alonso y Romeo Cotorruelo, que llegaron en el coche del primero. Seguidamente subió a las oficinas Miguel Martínez, que precedió al grupo de Moro Martín, que también accedió al estadio y se sentó en la sala de espera junto a la dependencia donde se iba a celebrar el Consejo. El resto de los directivos fueron llegando progresivamente, incluyendo al presidente Martínez Abarca, Stefan Settels y Enrique López, los representantes de los accionistas minoritarios. El que más se retrasó, por motivos profesionales, fue Domingo Pascual, que llegó cerca de las ocho.
Dos cartas
Encima de la mesa el Consejo puso dos cartas. La primera, la que le hizo llegar Moro Martín a Martínez Abarca el pasado miércoles en la que le solicitó entrar en el órgano de gobierno del club de forma inmediata con el fin de controlar la dirección deportiva. El pasado domingo, coincidiendo con el choque del Murcia con el Sanluqueño, hubo un encuentro directo entre el propio Moro y Martínez Abarca que fue por momentos muy tenso.
La segunda carta de Moro al presidente del Murcia llegó al abogado murciano ayer. En ella le volvía a exigir la salida de tres consejeros de la entidad y su intención de quedarse únicamente con el propio Abarca, los dos representantes de la Asociación de Accionistas Minoritarios y también Miguel Martínez, consejero presidente de los peñistas. Hasta que ayer, cerca de las once de la noche, las dos partes llegaron a un acuerdo y dieron el primer paso hacia una transición que a partir de hoy es de carne y hueso. El segundo y definitivo llegará en una Junta que será histórica para el club.
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