Esta es la guardia pretoriana de Moro

Al más puro estilo de 'Reservair Dogs', la película rodada por Quentin Tarantino en 1992. Así llegó Raúl Moro Martín a presenciar su primer partido como accionista del Real Murcia a la Nueva Condomina, rodeado de su núcleo duro, de personas de su confianza que han hecho posible su aterrizaje en la entidad. No tuvo a su alrededor a Michael Madsen, Tim Roth o Harvey Keitel, entre otros, actores principales de una de las obras maestras del director de cine americano, pero el empresario extremeño llegó bien pertrechado por los hermanos Flores, Pedro Contreras, Gustavo Pomar y Miguel Martínez, un séquito propio de un alto cargo.

Todos han tenido su cuota de culpa en que el Murcia haya encontrado un inversor. El que más, Deseado Flores. El empresario manchego afincado en Murcia compartió negocios con Moro Martín. El expresidente del Cartagena posee cuatro negocios de restauración e Murcia, entre ellos, De 3 en 3, un local que montó junto a Paco Belmonte y Manolo Sánchez Breis, con los que llegó al Efesé. También tiene tres restaurantes de la firma Lizarrán. Deseado Flores tiene una espina clavada con el fútbol y piensa que el Murcia es un club con masa social y con una gran capacidad de crecimiento. Junto a él está su hermano Miguel Ángel, también hostelero y con el que compró acciones en el último suspiro de la ampliación, un movimiento que permite a ambos, según los estatutos, ser futuros consejeros del Murcia.

Respecto a los murcianos que han ayudado a Moro Martín a llegar al club, se encuentran Pedro Contreras y Miguel Martínez. El primero fue clave para hacer llegar esta opción a los miembros del Ayuntamiento de Murcia, que supieron guardar el secreto hasta el final. Solo el alcalde, José Ballesta, anunció en sus círculos más cercanos que había un inversor que iba a llegar al club grana. Contreras asesora a Moro en materia de comunicación e imagen y también compró una acción por si la necesitara para ser accionista de la entidad. Miguel Martínez, vicepresidente del Murcia y presidente de la Federación de Peñas, también ha sido clave en esta película ya que fue el encargado de contactar con los herederos de Jesús Samper y acompañar a Moro Martín en la reunión del Eurobuilding en Madrid. A su llegada a la Nueva Condomina, el pasado domingo, Martínez presentó a Moro a Pedro Matallana, directivo de la Fepemur y uno de sus más estrechos colaboradores.

El pasado domingo también se dejó ver Gustavo Pomar, un empresario madrileño que ha acompañado a Moro Martín en algunos de sus viajes a Murcia. Estuvo en la reunión del hotel 7 Coronas celebrada el jueves 10 de noviembre, además de en la decisiva cita con José Ángel Serantes celebrada el lunes 14 del mismo mes en el hotel Eurobuilding de Madrid, en el que se cerró el acuerdo para que el Murcia cambiara de manos.

Gustavo Pomar disfrutó junto a su socio y amigo Moro Martín del Murcia-Jaén con un buen puro nicaragüense marca Antaño.

Las cuentas en la notaría

María del Pilar Berral Casas, la notaria encargada de formalizar la ampliación de capital grana, ya tiene en su poder todos los datos del proceso. Una vez contabilizados, tendrá que elevarlos a escritura pública en los próximos días para que los que hayan comprado acciones pasen a ser nuevos accionistas. Tras el proceso y, dado que los Samper renunciaron a su derecho preferente, han pasado de tener el 88 al 73% del capital social de la entidad, mientras que Moro Martín tiene el 12%. El resto de pequeños accionistas podrían sumar, en caso de asociarse, cerca del 15%.