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José Otón
Lunes, 21 de noviembre 2016, 00:03
El máximo protagonista del choque de ayer no fue ni Wilson Cuero, ni Roberto Alarcón, ni Paco García. La gran estrella del Murcia-Jaén de la jornada 15 fue Raúl Moro Martín, el salvador de un equipo que hasta el último día de la campaña de ampliación tenía un futuro más que gris. El que es segundo máximo accionista del club tras adquirir cerca del 15% del capital social y va camino de convertirse en el primero si culminan las negociaciones con la familia Samper, llegó a la Nueva Condomina algo pasadas las 11.40 horas. Rodeado de un séquito que no lo abandonó ni a sol ni a sombra y que estaba integrado por los hermando Flores (Deseado y Miguel Ángel); el consejero y presidente de las peñas, Miguel Martínez, y el periodista Pedro Contreras, Moro Martín se dirigió a la zona de palcos VIP, desde la que siguió el choque. El empresario extremeño fue aclamado justo antes de arrancar el choque y éste no dudo en levantarse y saludar a un público que estuvo casi más pendiente de lo que pasaba en la zona noble que de lo que pasaba en el terreno de juego. Eso sí, en ningún momento quiso hablar con los medios de comunicación allí presentes y se limitó a contestar con un simple «buenas tardes», sin más. Con unos pantalones de pinzas color azul y una camisa roja, acompañada de un jersey de rombos, podría haber pasado desapercibido como un aficionado más de no ser porque esta semana le ha dado un soplo de aire fresco al murcianismo.
El nuevo accionista grana presenció la primera parte con expectación y con una bufanda del equipo grana al cuello, mientras que en el descanso bajó hasta el antepalco situado en la segunda planta, zona en la que saludó a todos los consejeros presentes y a los que transmitió, precisamente en el despacho en el que se celebran los Consejos, que en los próximos días puede estar resuelta la compra total del equipo grana. Después volvió al palco VIP hasta que acabó el choque.
Más tarde, junto a su inseparable grupo de acompañantes y una vez terminado el choque, bajó hasta el aparcamiento de la Nueva Condomina y saltó al terreno de juego, momento que aprovechó para echarse unas fotos junto a sus acompañantes. Después aprovechó para acercarse a la sede de la Federación de Peñas, donde no dejó de echarse fotos y firmar autógrafos a los seguidores granas que decidieron tomarse una cerveza después del partido. Antes pasó por la tienda oficial del club y compró carcasas del Real Murcia para varios de sus empleados. Eso sí, quiso ser discreto y no interceder ante los jugadores y el cuerpo técnico. Tras el gran baño de masas, Moro Martín cogió su Lexus de alta gama color gris y puso rumbo a Cáceres. Esta semana puede que el empresario cacereño tenga que volver a Murcia para anunciar el adiós oficial de los Samper y la llegada de una nueva era en el club grana.
Estará en El Ejido
A Moro Martín le gustó el juego del Real Murcia ayer ante el Jaén, aunque sabe que necesita reforzarse en el próximo mercado invernal. El empresario extremeño y su grupo de colaboradores tiene estudiado al Real Murcia y lo seguirá haciendo en las próximas semanas. El domingo Moro Martí planea desplazarse hasta El Ejido, donde el equipo grana tiene que seguir recuperando el terreno perdido respecto al 'playoff'.
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