

Secciones
Servicios
Destacamos
José Otón
Domingo, 28 de febrero 2016, 10:43
Resulta indecoroso criticar a un equipo como el de Aira por los errores cometidos en el partido de ayer que rompe con una racha de dieciséis jornadas sin perder, aunque la conclusión al término de los noventa minutos es que los granas dejaron volar los tres puntos de la Nueva Condomina porque creyeron que tras el 1-0 tenían el partido ganado. El Murcia no dio un paso atrás, pero perdió una gran oportunidad de asestar un golpe definitivo a un rival directo. Aunque fue mejor durante gran parte del encuentro, le faltó contundencia de cara a la portería rival, una faceta en la que el Cádiz fue más efectivo.
De Vicente, Guilló, Chavero, Germán y compañía se vieron tan superiores que, después de su primer zarpazo, se dejaron llevar, levantaron el pie del acelerador y concedieron un metro de vida a un Cádiz que, pese a ocupar el cuarto puesto de la tabla, no es ni una banda de futbolistas desorganizados ni un grupo de novatos recién llegados a esto del fútbol.
La historia del tercer enfrentamiento entre gaditanistas y murcianistas de esta temporada se resume en 58 minutos brillantes del Real Murcia, en los que hizo con su rival lo que le dio la gana, y otros 32 en los que el Cádiz tiró de experiencia para hacer claudicar al líder del grupo IV. El Cádiz se llevó la victoria de la Nueva Condomina sin ser superior a su rival y demostrando que, por muy rácano y gris que sea su juego, será un mal contrincante de cara al playoff, ya sea clasificado como primero, segundo, tercero o cuarto.
El Murcia de Aira lo hizo casi todo bien durante los primeros 60 minutos, en los cuales de lo único que adoleció fue de profundidad y de contundencia arriba. La pareja formada por Sergi Guilló y Rafa de Vicente hizo baile de salón con el esférico en los pies durante la primera mitad, se impuso a la pareja formada por David Sánchez y Abel Gómez y recibió en repetidas ocasiones la ovación de la grada. Todo era de color de rosa. El equipo grana era tan superior que solo le faltaba rematar la faena con goles. Se llevaba todos los balones divididos, brillaba en el juego aéreo y Simón parecía un experto guardameta driblando a Despotovic dentro del área y con el balón en los pies.
Todo controlado. Las combinaciones que gestaba del centro del campo para arriba no le salían por muy poco. Azkorra generaba juego para las bandas, Germán aparecía de forma eléctrica, Carlos Álvarez brillaba como un buen pasador y la grada ovacionaba su juego, su intención. Hasta el Cádiz, que en teoría era el equipo que debía salir a por los tres puntos, metió el culo en su área y se dedicó a ver venir al Real Murcia. Solo en el tramo final de la primera parte el equipo de Claudio dio un paso hacia adelante, pero se fue al vestuario en su haber con un único remate de Aridane que se fue cerca del palo.
En los primeros quince minutos de la segunda parte el equipo grana incluso mejoró. En el primer minuto de juego una gran jugada elaborada por Chavero y Carlos Álvarez la desperdició Germán con un remate al aire. Dos minutos más tarde Chavero rozó el gol con un centro lateral que se fue envenenando y que sacó Alberto Cifuentes con una parada que le costó un lastimoso golpe contra el palo que lo dejó tocado durante varios minutos.
El equipo grana imprimió una velocidad más a su juego que descolocó a los gaditanos, a los que les costaba mover el cuerpo. Otro contragolpe letal de Germán lo desbarató Aridane mandando un balón a saque de equina que acabaría en la red. Y es que Chavero, con un excelente remate de cabeza y de espaldas, hizo el primer gol del partido con un esférico que entró por la escuadra de la portería de Alberto Cifuentes. Fue el premio a la constancia de un Murcia que brillaba más que su rival, a pesar de que tiene la mitad de presupuesto.
Pero paradójicamente fue el principio del fin para los granas, que vieron cómo el Cádiz, con una falta lateral de las muchas que botó el equipo amarillo, empató el encuentro sin merecerlo. Un balón dividido al borde del área pequeña grana fue el culpable, y también la salida dubitativa de Simón y el fallo de coordinación de los dos centrales, que no supieron frenar a David Sánchez, que remató a puerta vacía.
Aira metió a Isi en el terreno de juego para reactivar a su equipo, pero el equipo grana se había ido del encuentro. El golpe mental del 1-1 desestabilizó a los granas, que ya no tenían la misma claridad para elaborar fútbol en el centro del campo. Hasta que en el tramo final del encuentro otro error de la defensa grana habilitó a Abel Gómez, que batió a Simón en la segunda ocasión clara de los gaditanos en el choque.
De ahí hasta el final el Real Murcia no dio pie con bola, no supo medir sus acciones para generar peligro. El Cádiz se sintió como pez en el agua y manejó el choque a su antojo, perdiendo tiempo y tirando de experiencia para que los minutos transcurrieran a toda velocidad. El Murcia se desesperó y vio cómo una racha de 16 jornadas sin perder moría justo en el partido que mejor fútbol había desplegado. Al menos el equipo grana se podía permitir el lujo de fallar, mientras para el Cádiz y su entrenador era un partido a vida o muerte. Al menos los granas, un equipo cargado de juventud, han aprendido una lección vital para el futuro en un simulacro de playoff como el de ayer que les servirá para madurar y lograr el verdadero objetivo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.