El Murcia rescata un punto en Melilla

El Murcia arrancó un punto del Álvarez Claro de Melilla y sigue liderando la clasificación en el grupo IV. No pudo romper con un maleficio que dura 65 años, que le ha impedido ganar en la ciudad norteafricana en sus doce visitas, pero al menos demostró que cree de verdad en sus posibilidades y que es capaz de sobreponerse a todo lo que se le cruce por su camino. En una mañana en la que el fuerte viento de El Estrecho fue el protagonista, el Melilla se adelantó en una jugada desgraciada de Satrústegui y después se dedicó a dibujar un partido feo e incómodo para que los granas se sintieran desubicados sobre el césped. Pero los de Aira lograron el empate en la segunda parte e incluso tuvieron la última oportunidad para ganar.

José Manuel Aira volvió a confiar de inicio en Rafa de Vicente. El mediocentro malagueño se había ganado un puesto en el once titular semanas atrás pero fue sustituido en el descanso del choque ante La Hoya de hace quince días. El jugador cedido por el Málaga no participó la semana pasada ante el Betis B, pero este domingo volvió a acompañar a Armando en el centro del campo murciano, desplazando a Chavero a la banda y sentando en el banquillo a Sergio García. La presencia de De Vicente fue la gran novedad de un equipo en el que también estuvo de inicio Azkorra, que pese a la fractura en uno de los dedos de la mano fue titular.

El partido comenzó con buenas sensaciones para el Real Murcia. Sobre todo porque se hizo amo del balón e intentó combinar para llegar a la meta local. Los granas se acercaron con un disparo en el minuto tres y Richi contestó tres minutos después con un remate centrado tras un saque de esquina botado por Chupe. Chavero, José Ruiz y Carlos Álvarez intentaban triangular, Hostench buscó en largo a los delanteros granas y Germán, en otra buena conexión de los murcianos arriba, intentó dejar solo al máximo goleador del Murcia sin éxito.

El partido parecía controlado por el líder de la categoría hasta que Satrústegui se durmió en un balón largo maleado por el viento y Diego Cascón se mostró más espabilado. El jugador del Melilla disparó al palo y el rechace lo cazó Cubillas para hacer el 1-0. Sin apenas merecerlo, el equipo de Carlos Granero se adelantó en el marcador. Después del gol, el Melilla se limitó a intentar que no se jugará más al fútbol. Paró el juego con diversas artimañas, rompiendo el ritmo que intentaba imponer el Murcia. Entre el viento y la experiencia del Melilla en estas situaciones, el equipo de Aira se sintió maniatado pero no dejó de mirar a la portería de Dani Barrio. No se rindió.

A once minutos del descanso, en otra buena triangulación iniciada por Chavero, Azkorra recibió de espaldas en la frontal del área, se dio la vuelta y armó un disparo que tuvo que despejar Dani Barrio a saque de esquina. El partido, que había transcurrido por cauces normales, se torció más para los granas cuando el colegiado, que quiso ser protagonista, decidió expulsar a Aira, entrenador visitante, y a Antonio Morote, delegado del Murcia, por supuestas protestas. Fue la puntilla para una primera parte en la que se jugó muy poco al fútbol por las condiciones climatológicas y porque el Melilla, tras encontrarse con el primer gol, apostó por desesperar a un líder que no había conseguido crear ocasiones claras de gol. Aunque quedaba esperanza porque el Murcia en partidos similares, como el de Granada o frente a La Hoya en casa, había conseguido darle la vuelta al marcador.

Movimiento ofensivo

El viento arreció más en la segunda parte, pero el Murcia no tenía más remedio que dar un paso hacia adelante si no quería perder parte de su ventaja respecto a sus perseguidores en la tabla. Los granas dispusieron de dos saques de esquina de forma casi consecutiva y Armando disparó alto tras cazar un balón en la frontal del área. Después, un centro de José Ruiz desde casi el centro del campo lo remató Azkorra a las manos de Dani Barrio. El equipo grana, al mismo tiempo, dio un paso adelante para ganar el choque metiendo a Sergio García por Satrústegui, en un cambio ofensivo en el que quitaron a un central para meter un extremo. Aira reorganizó a sus jugadores metiendo a Armando de central, con Chavero y Rafa de Vicente como pivotes. El Murcia buscó disparos desde lejos aprovechando que para los porteros el viento era el enemigo más peligroso.

En la recta final del partido el Murcia puso sobre el campo más artillería dando entrada a Isi y a Arturo, dos jugadores capaces de cambiar el partido. Los granas intentaron llegar tocando el balón, y su valentía tuvo premio en el tramo final del encuentro con una jugada que inició Isi en la banda derecha y que finalizaron entre Arturo y Chavero. El abaranero dejó pasar de forma inteligente el centro del ciezano y el catalán disparó desde la frontal y colocó el balón pegado al poste derecho de la portería de Dani Barrio. El exjugador del UCAM hacía su séptimo gol como grana.

El Murcia, lejos de celebrar el gol, fue corriendo a recoger el balón del fondo de la red y a ponerlo otra vez en movimiento. Demostró con las prisas que, pese a ser líder, tener una ventaja holgada y enfrentarse a unas condiciones climatológicas adversas, quería ganar vy olver a Murcia con los tres puntos en la maleta. El equipo grana rozó el segundo gol con un disparo de Chavero a la escuadra que despejó Dani Barrio. Después fue Isi el que disparó con fuerza poniendo en aprietos al portero del Melilla. El Murcia quiso la victoria hasta el final y tuvo la más clara en las botas de Isi, mientras que su rival se conformó con el empate. Demostraron de nuevo que van a luchar con todas sus armas para ascender, aunque no sea el equipo con más potencial económico del grupo IV. Fe y casta tiene a raudales.