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José Otón
Martes, 5 de enero 2016, 00:30
Ha sido como un culebrón venezolano, pero 18 días después del fallecimiento de Jesús Samper ya hay movimientos que atañen al futuro del Real Murcia y que ponen un poco de luz entre tanta oscuridad. El primer capítulo de la nueva etapa en la vida del Real Murcia terminó ayer con la constitución del nuevo consejo de administración que ha dejado una noticia más que relevante: no habrá ningún miembro de los Samper en el nuevo gobierno del club, un hecho insólito desde el aterrizaje de la familia madrileña en Murcia en el año 1998.
Guillermo Martínez Abarca, el que ha sido el último vicepresidente grana y ha liderado todos los movimientos en la sucesión de Jesús Samper, se ha convertido en el presidente de la entidad. Su papel ha sido clave en los cambios que se han producido, ya que ha hecho de unión entre los aún propietarios del club y los que han entrado para cambiar las cosas. El abogado murciano ha luchado en todos los frentes desde hace meses por enderezar las cuentas del club, aunque su cuota de protagonismo se disparó en las horas previas al funeral por Jesús Samper celebrado en la catedral de Murcia el pasado 23 de diciembre. Fue cuando Juan Antonio Samper reunió al propio Abarca y a los accionistas minoritarios y les anunció la marcha de los Samper de la entidad murciana y la apertura del club a nuevas ideas y a nuevos gobernantes.
Un único requisito
La única condición que puso Juan Antonio entonces fue que Víctor Alonso, actual gerente de la entidad, tenía que formar parte del nuevo consejo que se formara y que inicialmente tendría que tener, a partes iguales, miembros del antiguo régimen y también del nuevo. Tras muchas negociaciones y cafés a escondidas en hoteles y despachos de abogados de la capital, ayer hubo fumata blanca y los tres Samper que seguían en el consejo de administración grana tras la muerte de Jesús (Juan Antonio padre, su hijo y el hijo de Jesús Samper) dejaron sus cargos y han sido sustituidos por nuevos consejeros.
Los nombres fueron elegidos después de muchos tiras y aflojas y son el propio Víctor Alonso, Enrique López, vicepresidente de los accionistas minoritarios, y Miguel Martínez, exconsejero del club y presidente de la Federación de Peñas granas. Martínez va a ocupar el puesto de vicepresidente del club, aunque para aceptar definitivamente el cargo tiene que ponerlo antes en conocimiento de su junta directiva. Contando con que Guillermo Martínez Abarca y Romeo Cotorruelo van a seguir siendo miembros del consejo, el nuevo órgano estará formado por cinco consejeros en una primera fase, ampliable en un futuro consejo de administración.
Uno de los que ha dicho 'no' a su entrada en el nuevo consejo ha sido José Antonio Cobacho. Eso sí, ha sido el que más ha hecho para que todas las partes se pongan de acuerdo y el que ha intentado que el grupo de Tornel también formara parte de la iniciativa. Pero aquí es donde más chispas han saltado por las discrepancias del notario murciano con los accionistas en referencia al camino a elegir para sacar al Murcia del agujero donde está.
El caso es que el grupo de accionistas minoritarios apuesta por aprobar una inminente ampliación de capital en la que, además de nuevas acciones de tipo E que otorgen financiación al club, los murcianistas adquieran el 88% de las acciones que eran de Samper. El objetivo de este grupo que preside Pablo Baeza es que las acciones pasen a estar muy repartidas, que los 6.245 accionistas actuales tengan más protagonismo y que el club se democratice y construya una nueva identidad distinta a la que tenía con la familia Samper. «Lo importante era desbloquear la situación, poner un punto y aparte y empezar a trabajar en un nuevo escenario», asegura Enrique López.
La ausencia de Arca Grana
El plan de Tornel, sin embargo, era otro y por eso no ha querido entrar en el nuevo consejo de administración. El notario murciano, al que Abarca le ofreció un sillón en el mismo, quería que la propiedad de las acciones de Samper pasara a sus manos. Tornel asegura que tiene 150.000 euros para pagar la primera nómina y un grupo de 32 empresas dispuestas a invertir en el Murcia. Eso sí, no ha querido participar en un órgano que no supone una ruptura total con los Samper dado que conservan personas de su confianza en el nuevo consejo. Tornel, que fue invitado ayer a la reunión que se celebró en la Nueva Condomina después del consejo, podría entrar en un futuro.
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