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Aspecto del fondo norte de la Nueva Condomina en el choque frente al Villanovense.
Cuando los gritos en el campo se oyen en la grada
FÚTBOL | REAL MURCIA

Cuando los gritos en el campo se oyen en la grada

La entrada del Murcia-Villanovense del sábado es la peor en la historia de la Nueva Condomina y confirma la desilusión de la hinchada. Solo acudieron 3.952 espectadores en el estreno en casa del segundo proyecto de Aira, un 10% del aforo total del estadio grana

José Otón

Domingo, 30 de agosto 2015, 22:37

La afición del Murcia está desertando. Desde la inauguración de la Nueva Condomina el 11 de octubre de 2006 el estadio no había registrado una entrada tan baja como la del pasado sábado, en la que solo 3.952 espectadores respaldaron el estreno en casa del segundo proyecto de Aira. Todos los problemas que rodean al Murcia en lo institucional, la animadversión de parte de la grada contra Jesús Samper, los altos precios de los abonos y la fecha del choque, un sábado de finales de agosto a las seis y media de la tarde, fueron las principales causas de que el equipo grana se sintiera muy solo ante el Villanovense. Los gritos de los jugadores se oían nítidamente en la grada, donde los espectadores adoptaron una actitud pasiva que acrecentó la sensación de soledad.

  • son los espectadores del Murcia-Villanovense. La peor de la historia del estadio murciano.

  • Es la segunda peor de la historia y se produjo frente al Puertollano en la campaña 2010-2011.

  • aficionados acudieron al Murcia-Córdoba de fase de ascenso a Primera en mayo de 2014.

  • afortunados vieron la última visita del Madrid a Murcia en Liga, en la campaña 2007-2008.

El descenso del número de espectadores ha sido la tendencia en los últimos años. La pasada campaña, y a excepción de determinados choques como la visita del Oviedo y el partido de vuelta de la primera eliminatoria del 'playoff' de ascenso, la afluencia de público fue escasa. El choque contra el equipo asturiano congregó a 9.043 espectadores y el duelo a vida o muerte contra los alicantinos 13.147. Por contra, el partido contra el Valladolid B que cerraba la fase regular fue visto por solo 4.506 espectadores, la entrada más baja de la pasada liga regular.

En la primera experiencia del Real Murcia en Segunda B en la campaña 2010-2011 como inquilino de la Nueva Condomina también se registraron entradas muy bajas, a pesar de que el número de abonados granas se situó en cerca de los ocho mil. La peor de aquel curso, que es la segunda más baja de la historia de la Nueva Condomina, fue en diciembre de 2010, con la visita de un Puertollano en el que jugaba Carlos Álvarez y que atrajo 4.378 fieles.

Esa misma campaña la afición grana sí apoyó al equipo de Iñaki Alonso en los partidos clave, como el de ida de la eliminatoria de ascenso frente al Lugo de Quique Setién. El 2-0 a favor lo disfrutaron 16.050 espectadores, la entrada más alta registrada en un choque de Segunda B en el estadio construido por Samper.

Estrellas de Primera

Nadie podía imaginar en agosto de 2007, cuando el Murcia de Lucas Alcaraz se preparaba para afrontar la primera temporada en Primera del equipo grana en su nuevo estadio, que solo siete años más tarde únicamente 3.952 espectadores (menos del 10% de las 31.175 butacas) iban a presenciar un partido oficial del Murcia en casa. En aquella campaña Samper colgó el 'No hay billetes' en partidos como el del Madrid, con 30.959 asientos ocupados (el resto no fueron vendidos por motivos de seguridad), que acabó con empate a uno tras los goles de De Lucas para los granas y Robinho para los blancos. Visitas como la del Atlético de Madrid, en la tercera jornada de aquel campeonato y con el Murcia invicto, registró 27.367 espectadores, generando más expectación que el Barça de Rijkaard en la última jornada de Liga.

Para ver la despedida del entrenador holandés del Barça y el que supone, hasta ahora, el último partido del Real Murcia en Primera, se congregaron 25.234 espectadores en el estadio. En aquel choque, además de Iván Alonso, Mejía y Ochoa, entre otros jugadores granas, participaron Leo Messi, Henry, Puyol, Xavi y Eto'o, un elenco de estrellas blaugranas que no han vuelto a pisar el deteriorado césped murciano como jugadores del equipo culé.

En Segunda División, las únicas entradas que se han acercado a las de Primera fueron la del Real Murcia-Rayo de la temporada 2008-2009, en la que Campos, tras el proyecto fallido de Clemente, llevó al equipo grana del fondo de la tabla a rozar los puestos de ascenso. 17.377 fieles acudieron a aquel partido. Una temporada más tarde se registró la última entrada por encima de los 20.000 espectadores en un partido del Murcia en liga regular en Segunda con 21.145 aficionados que animaron al Murcia contra Las Palmas, una semana antes de acudir a Montilivi, donde el Murcia se pegó uno de los mayores batacazos de su historia.

Ni con el Murcia de Velázquez

El ejemplo más claro de que la fidelidad de la afición grana se resquebraja fue que en su último asalto a Primera tuvo menos respaldo de la grada que los realizados años atrás. En la campaña 2013-2014, en la que Julio Velázquez consiguió hacer del Murcia un equipo aspirante al ascenso a Primera a pesar de tener uno de los presupuestos más bajos de Segunda, a la afición murciana le costó acudir al recinto capitalino.

La visita del Eibar en la liga regular, cuando era el líder de la clasificación, llevó a la Nueva Condomina a 9.871 espectadores, mientras que la última jornada de la liga regular frente al Castilla, que supuso la clasificación de los locales para el 'playoff', atrajo al estadio murciano a 16.524 espectadores, doscientos menos que en la visita del Córdoba en la vuelta de la primera eliminatoria por el ascenso a Primera a la que acudieron 16.794, y que acabó con la eliminación de los granas en el último partido que el club que preside Samper ha disputado oficialmente como equipo de Segunda.

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