El Murcia se condena (0-1)

El murcianismo se ha vuelto a llevar otro batacazo. El fútbol le ha asestado a la afición grana otra puñalada por la espalda, cuando ya paladeaba la segunda eliminatoria de un 'playoff' que le debía mantener agarrado a la vida. El equipo de Aira, tras el gol de Isi en el partido de ida, solo tenía que rematar la faena ante su afición, en su estadio, pero falló. El partido no fue ni más ni menos que el reflejo de la temporada. Un choque en el que tuvo la victoria en la mano y la dejó pasar con las ocasiones de Javi Flores e Isi en la segunda parte de las que se acordará durante muchos meses. Sin gol no hay objetivos, no hay premio. El Hércules, un cuarto, pasa a la segunda eliminatoria y deja al equipo grana al borde del abismo.

En los primeros minutos, tras las primeras situaciones de tanteo en los que hubo más miedo que fútbol, el Hércules se dejó ver más, fue más incisivo. Se notó que era el equipo al que no le valía el empate a cero. A los cinco minutos Portillo remató de cabeza pero se fue fuera. El partido no estaba muerto. Incluso un error infantil de Pumar y una pérdida de Acciari en el centro del campo que acabó con disparo de Lázaro, pusieron más picante al encuentro. Por sensaciones, el Hércules era mejor. Antes de que el partido cayera en una fase sin dueño, Jairo demostró por qué ha crecido tanto esta temporada. El tinerfeño mostró templanza con el balón, velocidad y atrevimiento y con sus movimientos consiguió despertar a la grada.

El Hércules había perdido fuelle en la parte de arriba y el Real Murcia intentaba buscar la forma de romper su muralla defensiva. Con Jairo, Isi y Javi Flores, cayendo a banda, no era suficiente. El Real Murcia comenzó a mandar tímidamente. Incluso elaboró una jugada de tiralíneas por la banda que acabó con un centro de Pumar que no encontró rematador. Solo unos segundos más tarde, Javi Flores, en una buena acción individual, disparó bajo y duro, pegado al palo, aunque sacó Chema. Fue la ocasión más clara del Murcia en la primera parte. Antes del descanso, Casares puso en aprietos a la defensa grana y Rafita enmudeció a la Nueva Condomina con una internada en el área en la que el colegiado no vio penalti como toda la afición herculana. La primera parte terminó con la sensación de que el Hércules había sido más peligroso, que el Murcia no había estado fino pero que aún así había mantenido alejado a su rival del gol. Los primeros cuarenta y cinco minutos habían dejado otra cosa en evidencia: el primer error de uno de los dos equipos podía decantar la eliminatoria.

Dos ocasiones clamorosas

El partido subió de temperatura en la segunda mitad. En cada acción se respiraba tensión, más presión para los jugadores. Uno de los dos más grandes de la Segunda B se iba a quedar fuera del 'playoff' a las primeras de cambio y su futuro iba a quedar en el aire. No era una eliminatoria más. El Hércules avisó desde lejos pero el Murcia estaba mejor. Un centro de Jairo desde la derecha, en la jugada posterior, se estrelló en la mano de Quero, pero Villa Alvendiz decidió no pitar penalti. El Murcia, tenía hambre y arrojo. Dos minutos más tarde Javi Flores se sacó un derechazo desde el vértice del área que obligó a Chema a firmar la parada más determinante del encuentro. Un minuto más tarde los cimientos de la Nueva Condomina se tambalearon con el cambio de Acciari, que dejó el campo por precaución tras haber visto tarjeta amarilla.

El partido no estaba para esconder nada. Hasta que llegó la fase en la que el Murcia pudo matar el encuentro con dos ocasiones de gol inmejorables. Primero con un cabezazo a bocajarro de Javi Flores que Chema sacó en el último metro. El cordobés tenía toda la portería para él. Solo unos segundos más tarde y cuando la afición del Murcia todavía se lamentaba de la ocasión perdida, Javi Flores robó un balón a un central del Hércules y generó otra gran ocasión de gol con un pase a Isi que el ciezano no pudo alojar en la red alicantina. El planteamiento de Aira hubiera sido perfecto si el Murcia hubiera tenido puntería por una vez en toda la Liga, pero volvió a demostrar que éste ha sido su caballo de batalla, el punto negro de la temporada. Tras las ocasiones perdidas al Murcia le tocó sufrir.

El Hércules dio un paso hacia adelante y fue a por el gol. El Murcia resistió las embestidas de un equipo desesperado y que casi arroja la toalla. Hasta que, en el tramo final, en una jugada a balón parado, Fran González encontró el gol de la salvación para el Hércules y de condena para un Murcia que ya no tenía tiempo para reaccionar. El central alicantino tuvo el tiempo suficiente para embolsar el balón con el pecho y preparar un disparo para batir a un Iván Crespo que hizo la estatua. El Murcia no tuvo tiempo ni para darse cuenta de lo que estaba pasando ya que el portero visitante Chema, tirando de tablas, se encargó de hacer morir un encuentro que deja al Murcia herido de muerte, a la espera de un verano que puede ser fundamental para su futuro.