Isi rescata al Murcia (1-1)

Isi es un jugador en estado de gracia que este sábado resucitó a un Murcia sin ideas, débil, falto de personalidad hasta su llegada. El ciezano, al que no dejaron sitio en la cantera del Madrid y el Villarreal, fue un soplo de aire fresco para un Murcia que durante sesenta minutos dio la sensación de estar tocado. Antes de la entrada del ciezano, a la que acompañó también la de Jairo, el choque fue herculano cien por cien. Aira había poblado el centro del campo con Garmendia, Acciari y Armando, pero se olvidó de darle energía su equipo por las bandas. El ponferradino lo pagó con unos minutos, sobre todo con el 1-0 en el marcador y con el 2-0 acercándose, en los que tuvo a su equipo al borde del precipicio. Menos mal que los bajitos arreglaron el entuerto y colocan al Murcia como claro favorito para pasar la segunda eliminatoria.

El choque comenzó a un ritmo frenético pero tras el ímpetu inicial, los dos equipos ralentizaron la marcha. Cada fallo o acierto de cualquiera de los veintidós protagonistas del partido podía ser determinante para la eliminatoria. El Murcia, que había comenzado arreando con varias aproximaciones de Javi Flores, echó el freno de mano. La responsabilidad correspondía al Hércules, que para eso jugaba en su casa. Al equipo de Herrero no le vino mal tener que espabilar. Se aprovechó de las pérdidas e imprecisiones de los murcianos en el centro del campo para tirar de la velocidad de Chechu y Casares, sus bandas. El Murcia necesitaba que su rival se desfogara sin, a ser posible, encajar un gol. Pero el Hércules tenía pegada.

El equipo alicantino es un medio equipo de Segunda, con jugadores talentosos y viejas glorias de Primera que en cualquier ocasión demuestran su calidad. No es el Villanovense ni el Irún. Por eso, con muy poco, rozó el gol en dos ocasiones. El partido estaba vivo, en ebullición, cada vez más cerca del saco del Hércules. El Real Murcia, como contraprestación a las punzadas alicantinas, solo llegó con otro disparo inocente de Armando. Necesitaba más, no estaba cómodo. El Hércules no era el Somozas, ni la Cultural, ni el Avilés. Los granas tenían que rifar el balón para iniciar el juego, les costaba mantener la posesión en el centro del campo y el Hércules, con dos toques, se acercaba a Iván Crespo con peligro. Álex Bernal, con un disparo lejano, hizo estirarse al portero grana para sacar un balón que entraba en la portería visitante.

El partido estaba pasando por un momento de indefinición, los dos equipos se dieron unos minutos de respiro. Hasta que el defensa alicantino Álex cedió mal a su portero ante la presión de Carlos Álvarez y creó, sin querer, la oportunidad más clara de la primera mitad para el Murcia. Lástima que el delantero no definiera bien. El Murcia avisó, pero no le dio tiempo a buscarlo más veces antes de recibir el primer gol de la eliminatoria que hizo estallar al Rico Pérez. Casares ejecutaba un cabezazo perfecto que batió a Iván Crespo. Otra vez; tres toques y gol. Jugada de tiralíneas, de precisión. El Murcia intentaba sobar la pelota, el Hércules era pura practicidad, pura resolución. El equipo grana estaba herido y hasta el descanso lo pasó mal. Necesitaba imaginación y desborde. O lo que es lo mismo; a Jairo y a Isi.

Aviso de Garmendia

A los dos minutos de la reanudación Armando y Garmendia elaboraron una jugada de gol que acabó con un disparo del vasco que Buiges, pese a su juventud, detuvo con solvencia. Parecía que el Murcia de la segunda parte era distinto al de la primera, pero pronto fue perdiendo el gas. En los siguientes minutos estuvo siempre más cerca el 2-0 que el empate a uno, sobre todo con un remate a bocajarro de un atacante del Hércules que sacó Sobregrau con la cara. El Murcia era un equipo sin ideas, plano en ataque. La entrada de Jairo e Isi, casi de una tacada, cambió el panorama, enjugó las malas sensaciones, resucitó al equipo de Aira.

Solo un minuto más tarde de la entrada del ciezano, Javi Flores mandó un lanzamiento directo al palo derecho de la portería del Hércules e Isi, atento, aprovechó para mandar el balón a la red. El gol es oro puro para el Murcia. La agonía se transformó en esperanza, el Rico Pérez silenció y la grada llena de aficionados murcianos entró en combustión. El partido se volvió loco y se decantó para el lado del Murcia, que pudo hacer el segundo. Jairo e Isi invitaban al Murcia al gol en cada ataque y el Hércules estaba asfixiado. Pero ambos equipos, dos conjuntos históricos del fútbol español acuciados por las deudas, firmaron las tablas y se citaron para el próximo sábado para un duelo en el que uno de los dos rozará el infierno con la punta de los dedos.