El Murcia sufre, pero se estrena con victoria

Sobre todo porque tiene un portero sobrio, centrales de calidad y jugadores con veneno como Fran García y Dani García, que este domingo se mostraron diferenciales. Y Andrés Carrasco, que su primera ocasión en un partido oficial la convirtió en gol, espantando muchos de los fantasmas que le habían perseguido este verano. Ahora, el equipo grana debe seguir creciendo, pero lo hará más tranquilo con los tres primeros puntos en su casillero y poniendo a tono a futbolistas que deben ser diferenciales.

No hubo sorpresas en el primer once de la temporada de Mario Simón. El técnico manchego tiró de los futbolistas que jugaron de inicio hace una semana en Yecla. Miguel Serna, el portero titular indiscutible para esta temporada, estuvo acompañado atrás por Mario Sánchez, Iván Casado, Alberto González y Popovici, que le ha ganado el puesto a Luis Madrigal. En la sala de máquinas el Murcia presentó en su estreno a Armando, Saura y Julio Gracia, los tres centrocampistas disponibles por la ausencia de Pablo Ganet y Athuman, que aún no está al cien por cien. Mientras que arriba Carrasco partió como la gran referencia ofensiva acompañado por Dani García y Fran Gracía.

El partido arrancó con poco ritmo, justo como necesitaba el Marchamalo. El equipo grana se acercó por primera vez a la meta rival con un disparo desde la frontal de Fran García, que aprovechó un rechace tras una jugada a balón parado. Pero en los minutos siguientes el equipo grana se diluyó y cayó en la tela de araña del equipo gallardo, al que le interesaba que el choque tuviera muchas interrupciones. De hecho, el Marchamalo no dudaba en emplearse con dureza y al cuarto de hora el colegiado le perdonó la expulsión a Fané tras una dura entrada a Andrés Carrasco cuando ya contaba con una amarilla. El balón rodaba poco y el choque no tenía ritmo.

El equipo grana, a pesar de las ausencias de futbolistas que deben ser importantes en la medular esta temporada como Ganet y Athuman, necesitaba tener más el balón y, a la vez, ser más valiente, combinativo y vertical. Pero Armando y Saura apenas entraban en juego para dar pases horizontales y sin peligro. Y así fueron pasando los minutos hasta que la grada del Enrique Roca, que había arrancado la temporada animosa y expectante, comenzó a desesperarse. Hasta que a la media hora de juego intentó empujar a su equipo, que se mostraba cohibido y amedrentado por el escenario.

Pero cuatro minutos más tarde llegó el golpe de suerte que le había faltado al Murcia en muchos de los choques de pretemporada. Un saque de falta lateral de Julio Gracia acabó rechazado por un defensa visitante y Fran García, que ya se había probado en los primeros minutos de juego, agarró el esférico y lo colocó pegado al palo derecho de la meta de Jony. Con el 1-0 el escenario para el Real Murcia era el ideal, con un rival obligado a adelantarse, pero no supo aprovecharse. De hecho, en un ataque posterior del equipo castellano, un fallo colosal de la defensa grana acabó con un rechace desafortunado y el gol de Braum, que se encontró el balón y lo introdujo en la red.

Pero el nuevo Murcia, lejos de bajar los brazos, tiró hacia adelante y tras someter al Marchamalo volvió a encontrar el gol en otra jugada a balón parado. Un tanto que llegó por la insistencia de los dos centrales granas. Alberto González remató al larguero un centro lateral y su rechace lo cazó Iván Casado para lanzar un misil que detuvo Jony en primera instancia, aunque Alberto González volvió a aparecer para mandar el balón a la red. Un 2-1 que hizo coger aire a su equipo antes del descanso. Además volvió a enchufar a la afición, que despidió a su equipo con una ovación, a pesar de los momentos de zozobra de los jugadores de Mario Simón en la primera mitad.

El Marchamalo saltó al césped en la segunda parte en busca del empate. Intentó aproximarse a la meta de Serna, pero se encontró con un Real Murcia que tuvo justo lo que le faltó en toda la pretemporada: pegada. De hecho, en el primer ataque grana una internada de Dani García acabó con el remate a la red de Andrés Carrasco, que aprovechó la primera oportunidad de la que dispuso para hacer su primer gol con el primer equipo grana.

El equipo de Simón comenzó a sentirse cómodo con el marcador tan a favor y disfrutó de ocasiones al contragolpe. A la hora de partido un robo de Fran García, que disputó un balón imposible al portero Jony, acabó siendo una gran oportunidad para su compañero Dani García, pero un defensa gallardo sacó el balón bajo los palos. Podía haber sido la sentencia definitiva, pero erró.

Era demasiado pronto para que el equipo grana se confiara frente a un Marchamalo que no se daba por vencido y que no tenía nada que perder. De hecho, en otra jugada desafortunada de la defensa grana, Iván Casado despejó un balón de cabeza, pero el rechace golpeó en su mano y el colegiado decretó penalti. La pena máxima la materializó Josemi y metió el miedo en el cuerpo otra vez a la afición grana, que aún así se volcó con su equipo en los momentos difíciles.

El Murcia se puso de nuevo el mono de trabajo para terminar el choque con un buen sabor de boca. Una gran jugada individual de Fran García pudo ser el 4-2, pero no acertó. Los últimos minutos fueron tensos y Simón metió en el campo a Boris, Juan Fernández y Guille Lozano, aunque su equipo seguía agarrotado. Incluso reforzó el centro del campo con Antonio López, un central, aunque acabó pidiendo la hora en un choque en el que la capacidad de sufrimiento le dieron la victoria a un equipo que ayer rompió varias barreras: supo ganar y además vio puerta tres veces, a pesar de los problemas con la portería rival que mostró con la portería rival durante la preparación estival.

La próxima semana, ante un rival peligroso como el Granada B, un filial de Primera División que el pasado sábado sacó un punto del Rico Pérez ante el Hércules, el Murcia de Mario Simón deberá seguir creciendo y demostrando que, aunque tiene menos potencial que otros equipos contra los que peleará por estar arriba esta campaña, es capaz de plantar cara a la adversidad y sacar lo mejor de sí en una temporada crucial. Como hizo ayer en el Enrique Roca.