El Murcia no sesteó en El Palmar como en Valdebebas o Linarejos

Fue un encuentro con dos partes diferenciadas y en el que el Real Murcia tuvo que sufrir mucho tras el descanso. Además de la mejoría del equipo rival después de que Abel Segovia diera entrada a jugadores como Álex Escardó, Pablo Alfaro tuvo que ir haciendo reajustes de manera forzada, sobre la marcha y debido a las circunstancias del choque. Antes de la primera hora de partido ya había hecho tres cambios de manera obligada. Al descanso tuvo que retirar a Rofino por el riesgo real de una segunda amarilla después de un final de primera parte en la que hizo varias entradas peligrosas. Después, se tuvieron que marchar por problemas físicos Loren Burón e Isi Gómez. A la pérdida de jugadores importantes se añadía el menor margen de maniobra que eso le dejaba a un técnico que acabó con doble lateral en cada banda, como ante el Recreativo de Huelva. Los contratiempos y el crecimiento del rival pusieron al límite al Murcia.

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Tras un inicio de temporada algo dubitativo en el que incluso perdió el puesto, Manu García empezó a acreditar como grana su condición de portero contrastado en la categoría. Lo hizo con porterías a cero e intervenciones de mucho valor. Así volvió a pasar ayer en El Palmar. Emergió en la segunda parte como gran protagonista y como el mejor jugador de su equipo con numerosas paradas que mantuvieron en pie al Murcia en los momentos más delicados. Supo hacerse grande entre los tres palos con estiradas ante tiros desde fuera del área, achicando frente a los rivales y con buena colocación. Fue un muro infranqueable y tras una breve ausencia por lesión en febrero ha regresado en forma.

Es evidente que a Pablo Alfaro le gusta cuidar a los jugadores veteranos. En El Palmar el entrenador aragonés tuvo una oportunidad perfecta para volver a darle minutos a Andrés López, central murciano de 21 años que después de ser titular en cinco ocasiones con el actual preparador grana ha desaparecido casi por completo de sus planes. Desde que jugara siete minutos en la derrota grana en Valdebebas, el canterano del Real Madrid no ha vuelto a jugar en liga. De hecho, el que salió por Rofino fue Marcos Mauro, que evidenció que está lejos de su mejor estado de forma.

Pablo Alfaro volvió ayer al banquillo grana tras cumplir sus dos últimos partidos de sanción y su equipo volvió a ganar después de dos semanas sin conocer la victoria. Curiosamente el entrenador aragonés ha visto cuatro partidos desde la grada desde que llegó al Murcia por sus dos expulsiones y en ellos su equipo cosechó tres derrotas y un empate. Es evidente que sus futbolistas, con el técnico cerca, rinden mejor.