El Murcia pone a soñar a la grada

Los de Mario Simón, tras las dos primeras jornadas de Liga en las que mostraron luces y sombras, dejaron ayer patente su potencial, que hay una plantilla que, con modestia, puede acabar luchando por meterse en la zona alta. Que hay materia prima. Ante el equipo alicantino el conjunto grana lo hizo casi todo perfecto, aunque todavía puede mejorar y engrasar todavía más la maquinaria para una guerra que no ha hecho más que empezar. Lo mejor es que hay mimbres y después de muchos años, los granas jugaron ayer el fútbol de verdad.

La primera parte del Real Murcia fue la mejor de lo que va de temporada. El equipo de Mario Simón, que sacó el mismo once que la semana pasada en Granada, fue intenso y más aguerrido que su rival desde el primer minuto hasta el cuarenta y cinco. Además el equipo grana se dejó llevar por el buen ambiente que se respiraba en la grada del Enrique Roca, otra vez con más de cinco mil espectadores. La afición grana esperaba confirmar las buenas sensaciones que en algunos tramos de los primeros ciento ochenta minutos de competición había dejado su equipo, y más con la visita del Intercity, uno de los equipos que más ha tirado de talonario el pasado verano.

El Murcia necesitaba intensidad y ritmo para acelerar el juego, objetivo que cumplió con creces en los primeros minutos. Además, el equipo grana, sobre todo los de arriba y los del centro del campo, presionaron a su rival, al que le obligaba a rifar el balón. Los jugadores granas no se asustaron del historial de algunos de sus rivales, con cientos de partidos en Primera y Segunda, y mordió desde el inicio, lo que generó dudas en el cuadro de Siviero.

Los granas dominaron muchas fases del juego y a los once minutos llegó la primera ocasión de Andrés Carrasco, que no supo armar su pierna izquierda para mandar a la red un centro de Dani García. La jugada, de tiralíneas, nació en las botas de Julio Gracia, cada vez con más confianza. El propio Carrasco peleaba cada balón dividido y Ganet dejaba destellos de su calidad, su influencia en muchas de las acciones del juego.

El Intercity se acercó por primera vez con un disparo lejano de Borja Viguera justo antes de que llegara el primer gol del partido. El tanto nació de las botas de Fran García, que puso un centro medido, con la velocidad justa, en la cabeza de Carrasco, que hizo su segundo tanto como grana. El gol era la guinda al buen juego grana que hacía vibrar a los aficionados del Enrique Roca y que disfrutaban con la solvencia de su equipo.

Hasta el final de los primeros cuarenta y cinco minutos el Real Murcia siguió dominando el juego, domando a un Intercity cargado de veteranía pero sin mando en el encuentro. Carrasco y Fran García siguieron disfrutando de ocasiones, al igual que Ganet, que seguía creciendo en el partido. Pero también estaban bien Iván Casado, Julio Gracia y hasta Luis Madrigal, con más confianza que partidos anteriores. Hasta Miguel Serna seguía dando seguridad a sus compañeros en cada acción, como desde que empezó el curso. El Murcia pudo aumentar su ventaja antes de marchar al vestuario, pero no acertó ante un rival que, seguro, iba a intentar reaccionar en la segunda mitad.

Pero la mejor noticia fue que el Real Murcia no bajó la intensidad pese a la ventaja. De hecho, la primera oportunidad de la reanudación fue un centro de Madrigal que Alexis casi lo convierte en un gol en su propia meta. El equipo grana, no obstante, comenzaba a notar el cansancio y el esfuerzo físico de la primera parte. Jugadores como Julio Gracia o Fran García no estaban tan frescos, aunque emergían otros como Alberto González, un central que comenzó a mandar en todo.

Fran García puso un centro envenenado que hizo trabajar a Herrera, justo antes de que Dani García, en una jugada personal, batiera al portero del Intercity con un disparo duro pegado al palo. El equipo grana tomó oxígeno con el 2-0 y se preparó para jugar sus mejores minutos en los que bailó al equipo de Siviero. Eso sí, el Intercity, aunque no terminaba de carburar, tenía jugadores de calidad que necesitaban muy poco para ver puerta y meter en un apuro a los granas.

Pero si alguien pudo marcar el tercer gol del encuentro fue el Real Murcia, que no terminó de aprovechar los espacios que le dejó la zaga del Intercity, que sufría con cada internada de Juan Fernández, al que aún le falta confianza pero que demostró que tiene veneno. Eso sí, el Murcia no sufrió a pesar de la presencia en el césped de futbolistas como Benja y se hizo con una victoria de mérito que permite a la afición grana soñar tras dos años de pesadilla.

Y es que, a pesar de que pudo ser aún más letal y sólido atrás, dejó minutos de buen fútbol y ya se ha colocado en los puestos altos de la clasificación tras sumar siete puntos de nueve antes de visitar al Mar Menor.