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Los granas no estuvieron a la altura de lo que exige Linarejos y de lo que necesitaba ayer ante el Linares. A los tres minutos, ... los de David Campaña ya habían disparado dos veces. En el minuto cuatro, llegaron por tercera vez. Así las cosas, que en el minuto siete marcaran era lógico por la mala entrada al partido del Murcia. Una falta de activación y de mentalización difícil de entender por la oportunidad extra de cara al 'playoff' que se había ganado al vencer al Recreativo y por las diferencias tan grandes cuando es capaz de ponerse por delante o cuando lo hace su rival. La experiencia cercana de la derrota ante el Intercity no sirvió.
José Ruiz es un valor seguro como defensa. De hecho, fue el símbolo en la victoria ante el Decano por su experiencia y oficio habitual para frenar a los extremos rivales. Sancionado por acumulación de amarillas, le llegó el turno a Enol Coto. Hasta ahora había jugado como suplente y como doble lateral, por delante de la zaga. En su primera titularidad no pudo minimizar a Rafa Llorente, autor del 1-0. En esa jugada tampoco tuvo la ayuda de Álex Rubio, que perseguía la marca del lateral rival, ni de Sabit, que llegó tarde para cerrar el disparo. El extremo azulillo, que llevaba tres goles en los anteriores cuatro partidos, tampoco encontró oposición cuando en la segunda parte chutó al palo en lo que pudo ser el 3-0.
Con la ausencia por sanción de Dani Vega, parecía que Pedro León podría volver a la banda. En este caso, al extremo izquierdo. Pero Alfaro siguió apostando por situar al capitán por dentro como ante el Recreativo. Un tercer centrocampista en un 4-4-3 con el balón y un segundo punta en un 4-4-2 sin la pelota. Pero su nuevo rol no dio resultados en ningún aspecto. En ataque no fue influyente en el juego, que quedó otra vez a cargo de Isi Gómez. Y en defensa no tiene en la actualidad las condiciones para sostener una presión alta al lado del delantero, con lo que el equipo tiende a un mayor repliegue y busca menos al rival en su salida de balón. Además, las bandas fueron para Álex Rubio, en la derecha, y Loren, esta vez en la izquierda. Tampoco destacaron en sus respectivos papeles.
El paso por los vestuarios tampoco mejoró el juego del Murcia. De hecho, el partido se puso peor. Si en la primera parte había terminado con más balón ante un Linares más replegado, en el segundo tiempo los locales volvieron a asomarse a la portería grana. Estaba más cerca una desventaja mayor que la remontada. El equipo no transmitió nada diferente y le faltó reacción. Los primeros cambios no llegaron hasta la hora de partido, justo después del 2-0. No hubo soluciones rápidas ni diferentes. El equipo siguió sin jugar con dos delanteros y Amin entró por Carrillo. Reapareció Pina en la medular y durante unos minutos Pedro León volvió a la banda derecha. Mariano fue el último intento de reacción. Nada funcionó en la dirección de campo.
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Otra jornada más, el Murcia no supo aprovechar las acciones a balón parado. A pesar de tener lanzadores como Pedro León y Marc Baró o rematadores como Alberto González y José Ángel Carrillo, el equipo es incapaz de generar peligro en faltas laterales o córners. Ante el Linares, mostró sus problemas para incluso rematar en esas situaciones. En general, el centro fue un recurso que no dio ningún resultado. Además, atrás defendió muy mal la falta del segundo tanto, dejando a Molina solo ante un Manu García a su vez desubicado. La estrategia falló en ambas áreas.
El Real Murcia saldó su salida a Linares con una derrota por 2-0, la segunda seguida a domicilio. Un encuentro que se puso cuesta arriba con un gol al comienzo. «Incomprensiblemente no hemos entrado al partido como teníamos que hacerlo. Sabíamos que veníamos a un escenario complejo contra un rival que se juega la vida. Los primeros minutos iban a marcar la carta de presentación. Cuando hemos empezado a estar en Linares ya íbamos perdiendo 1-0. Tienes que remar a contracorriente. Se ha ido complicando el partido desde el principio. Es lo que más rabia me da. En la segunda parte hay concesiones que han costado carísimo», valoró Pablo Alfaro.
El técnico, que no pudo estar en el banquillo por sanción, en su lugar se sentó Tato, explicó que «lo de hoy no es un problema de energía ni de físico. No nos podemos venir arriba porque ganemos un encuentro porque dentro de seis días va a ser totalmente diferente. La fortaleza mental es fundamental. Y la ambición de ir a por los partidos desde el primer minuto. No puedes regalar porque el rival lo aprovecha». La derrota complica la lucha por el 'playoff'. «La única manera de mirar con más optimismo es sumando de tres. Vamos a digerir la derrota y a competir ante el Ibiza. Quedan 11 partidos», indicó.
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