Un Murcia impotente se estrella contra un Intercity de hormigón

El equipo grana se enmarañó en la tela de araña tejida por el cuadro aurinegro, un rival que hizo lo necesario en ataque para llevarse el partido, superar en puntuación al equipo grana y meterse de lleno en la lucha por el 'playoff'. Los de Alfaro, tras el despliegue físico del pasado sábado en El Collao, fue un equipo pesado, previsible, sin ritmo ni ideas, sobre todo del centro del campo para arriba. El partido evidenció que el Murcia tiene mucho trabajo por delante si quiere pelear en la zona alta.

El patinazo, tras seis partidos consecutivos sin perder, fue una cura de humildad para los granas, que se quedan a seis puntos del quinto puesto pero con el Algeciras, Antequera, Intercity y Ceuta de por medio. Y también fue un toque de atención para muchos futbolistas que estuvieron desacertados, como Loren Burón o Carrillo, entre otros. El Murcia se fue desinflando con el paso de los minutos y dejó de creer poco a poco, pero se tiene que levantar para jugar el próximo sábado otra final ante el Castilla.

No hubo sorpresas en el once inicial de Pablo Alfaro. Las bajas y el buen rendimiento del equipo grana en El Collao invitaron al aragonés a situar sobre el césped del Enrique Roca al mismo equipo que ganó al Alcoyano hace una semana. Futbolistas de peso como Tomás Pina y Larrea, aún con molestias físicas, vieron el choque desde el palco, mientras que Pedro León, que tampoco está al cien por cien, inició el choque desde el banquillo. Era una alineación lógica con futbolistas jóvenes que tenían una gran oportunidad de reivindicarse.

El Real Murcia saltó al césped decidido a inclinar el campo hacia la meta de Gaizka Campos. Lo hacía todo bien y solo necesitaba acertar en el último pase, en terminar de cocer sus ataques. Pero el Intercity fue más inteligente y en su primer ataque sí acertó con la meta murciana. Fue Nsue, la bota de oro de la reciente Copa de África, el que le ganó la espalda a Marcos Mauro y anotó el inesperado 0-1 a trompicones y con algo de suerte. Pero el tanto subió al marcador.

El equipo grana quedó aturdido por el golpe. Se encogió, comenzó a fallar todos los pases, a mostrarse como un equipo errático y desubicado. Loren y Carrillo apenas aparecían en ataque y solo la banda izquierda formada por Marc Baró y Dani Vega generaba peligro. De hecho, el propio Loren Burón pecó de egoísta en un contragolpe en el que no vió la posición más aventajada de Vega.

Los granas, al menos, fueron capaces de despertar durante los últimos diez minutos de la primera parte y avivar la grada del Enrique Roca, que pese a que su equipo no terminaba de carburar, apoyó incondicionalmente a los suyos e incluso apretó a Gòdia Solè, el joven colegiado del partido. Los granas, al menos, terminaron la primera parte con buenas sensaciones y pensando que el resultado era remontable en la segunda, aunque necesitaba corregir ciertos aspectos de su juego y mejorar notoriamente en ataque.

La segunda mitad arrancó con un Murcia más incisivo liderado por Dani Vega, el mejor de los granas. El extremeño remató dos veces con peligro sobre la meta alicantina, la primera vez con un disparo raso y cruzado y la segunda desde fuera del área. Pero con el paso de los minutos el equipo grana se empezó a atascar, a no encontrar soluciones en ataque. Sabit, que es un pivote defensivo, se veía obligado a distribuir el juego con escaso acierto. Además, el Intercity también se encargaba de enmarañar el choque y el Murcia, que no estaba fino, caía constantemente en la trampa.

Por eso Alfaro, desde una de las cabinas superiores del Enrique Roca debido a su sanción, decidió mover el banquillo y dar entrada a Enol Coto y Amin Abaradán. El técnico grana buscó más profundidad por la derecha y también más dinamita en ataque. Pero excepto por el impulso inicial propiciado tras los cambios, los minutos fueron pasando al ritmo que marcó el Intercity. De hecho, fue el equipo de Sandroni el que en otros dos acercamientos aislados pudo hacer el 0-2, primero con un disparo de Traoré y después en un lanzamiento a bocajarro de Xemi Fernández, que sacó otra vez Gianni. Aún así el Murcia tuvo el empate en una buena jugada de Amin que Dani Vega no pudo finalizar con éxito. Fue el último ataque de un equipo que acabó frustrado y sin soluciones ante un rival que fue más inteligente a la hora de preparar el choque y certero en los últimos metros.