Un Murcia espeso resbala ante el Pulpileño

Lo peor fue que el equipo grana se adelantó en el marcador y pudo ganar, pero no tuvo el día, una circunstancia que se dejó entrever ya desde el primer momento. Perder dos puntos en casa así duele más. Aún así, la jornada deja una buena noticia para los granas: acumula una semana más sin perder y al menos sigue cuarto en la tabla, aunque con un ejército de buenos equipos pisándole los talones. La próxima semana, ante un Levante irregular, podrá volver a ganar tras dos semanas que han dejado un sabor agridulce por los empates conseguidos y también un buen puñado de decisiones arbitarles que no han beneficiado al Real Murcia.

Finalmente Mario Simón hizo más cambios de los previstos en el once inicial. El técnico manchego apostó por Popovici para el lateral derecho y con Athuman para suplir a Casado. Finalmente, el canterano Jorge García, pese a su gran servicio en Socuéllamos a la causa grana, arrancó el choque desde el banquillo. El once y la convocatoria dejó otra lectura: el entrenador grana no ve a Bertomeu, a pesar de que Algar lo consideraba la perla de la cantera grana, preparado para ser titular en el Real Murcia en un partido contra un recién ascendido desde Tercera.

El Pulpileño salió sin miedo al partido. Intentó tener el balón desde el primer momento aunque no generó grandes ocasiones de gol. Solo algún centro al área con veneno que hizo dudar a Serna y a la defensa grana. Al Murcia le costaba tirar para adelante y no fue hasta el cuarto de hora cuando llegó su primer acercamiento a la meta almeriense en un centro al área de Madrigal, que el exgrana Juanra despejó hacia su propia puerta dejando un balón muerto a menos de dos metros de su portería. Un regalo que Carrasco no pudo rematar por poco cuando ya se cantaba el gol.

No obstante, el equipo de Sebas López se mostraba rocoso y no se deshilachaba con facilidad, ganando con solvencia la batalla del centro del campo ayudado, seguramente, por el cansancio acumulado de un Ganet, al que le faltaba chispa. Al menos, futbolistas como Juan Fernández, Julio Gracia, Dani García y Madrigal mantenían al Real Murcia con las pulsaciones altas y metido en el choque. Eso sí, de vez en cuando el Pulpileño llegaba a la meta de Serna y demostraba por qué se había llevado la victoria de campos tan importantes como Santo Domingo y el Perico Amat de Elda.

En el arranque de la segunda mitad Mario Simón hizo un movimiento inesperado. Pasó del 4-3-3 al 4-4-2 y para eso sentó a Popovici y situó como lateral derecho a Armando, que cumplió. Fran García entró sustituyendo al rumano para jugar de extremo y empujar así a Dani García a jugar de segundo delantero. Y sin tiempo para que el cambio de sistema hiciera efecto, el Pulpileño le puso en badeja el 1-0 al Murcia. Una mala salida de balón desde atrás de la zaga rojinegra dejó a Carrasco mano a mano con Erik y el delantero grana no perdonó e hizo su tercer gol del curso. Lo mejor, la dedicatoria ya que el '9' grana se fue al banquillo y mostró la camiseta de Antonio López, de baja por un problema cardiaco.

El choque estaba encarrilado pero no resuelto. De hecho, el conjunto de Sebas López, en un ataque de rabia, se fue hacia adelante en busca del empate. Las ocasiones más claras fueron de Areso y, sobre todo, de Diego López, que envió fuera un balón claro de gol. El Murcia. Sin embargo, dejaba muestras esporádicas de su calidad y en una jugada de creación colectiva Ganet cayó dentro del área visitante empujado claramente por Cristo García, pero el árbitro miró hacia otro lado. En la jugada posterior, Dani García ejecutó una falta pegada al palo, aunque el Murcia necesitaba más para no sufrir en el tramo final.

Pero no fue así y cuando el equipo grana parecía estar más tranquilo se encontró con un zarpazo inesperado del Pulpileño, que con un despeje de cabeza de un defensor y una prolongación posterior de Borja García hizo llegar un balón a Cristo García que, a pesar de su posición escorada en el área, puso el balón en la escuadra grana. El empate hacía justicia a lo visto en el terreno de juego y el Murcia contaba ya con solo un cuarto de hora por delante para solucionar el problema. Primero fue un disparo de Dani García que rozó el travesaño y después un cabezazo de Boris, aunque una falta de entendimiento de Serna con sus centrales también llevó el peligro a la meta grana.

El choque estaba para cualquiera de los dos equipos y Dani Garía intentó sorprender al meta Erik con otra falta lateral envenenada, pero el marcador ya no se movería, a pesar de que la afición del Real Murcia apretó en busca de una cuarta victoria consecutiva en casa que no llegó y que debe servir al equipo grana para aclarar las ideas en busca de su mejor versión.