Un Murcia mandón, pero sin veneno

Pero la buena noticia es que el conjunto grana sigue creciendo y ha mejorado en apenas una semana respecto al duelo del Marchamalo. Demostró que tener el balón es la consigna, ser elprotagonista. Por eso se fue con mal sabor de boca de Granada al sumar solo un punto en vez de tres. Con Ganet, que a pesar de los dos partidos que ha jugado recientemente con su selección quiso estar en Granada, el equipo grana mejoró en la sala de máquinas y ya muestra más personalidad. Y para colmo, en el segundo choque de la temporada el Murcia ya no mostró grietas en defensa y parece que es más fiable, aunque la fiesta no fue total y aún tiene que mejorar.

La primera parte del Real Murcia, que contó con el propio Ganet y Luis Madrigal en el once titular en puesto de Saura y Popovici, fue más que aceptable. Sobre todos los primeros quince minutos en los que fue el claro dominador del choque. Fue sólido en las dos áreas y se mostraba como un equipo mejorado ante un rival con un gran presupuesto que tiene como objetivo meterse en la zona alta de la tabla. El de Simón fue un conjunto incisivo, que se encargó de manejar el balón y que siempre miró hacia arriba. Sobre todo, tirando de la banda izquierda, en la que percutía una y otra vez Dani García, el atacante más peligroso en los primeros minutos.

De hecho, y fruto de la presión de los hombres de ataque grana, el portero Sarr cometió un error del que casi se aprovechan Andrés Carrasco y Fran García. El partido parecía claramente de color grana, aunque un remate de Plomer hizo poner los pies en el suelo a los que pensaban que el duelo podría ser fácil. Después del único acercamiento nazarí en la primera parte, Dani García respondió con una jugada personal en la que se fue de varios defensas y remató alto.

Ganet, tras volver a la disciplina grana tras jugar dos partidos con la selección de Guinea, era el termómetro del centro del campo grana junto a Julio Gracia, aunque a ambos les faltaba sumarse al ataque con más claridad. El Murcia se mostraba sobrio atrás, apenas sufría, pero con el paso de los minutos el gol se hizo necesario para reforzar el trabajo del equipo de Simón. Incluso el cuadro murciano, al completo, trabajaba para asfixiar la salida de balón del filial nazarí, aunque volvía a incidir en el mismo error: el último pase, sacar a pasear el instinto asesino.

En los primeros minutos de la segunda parte estuvo mejor el filial del Granada, aunque el escenario fue cambiando de nuevo, pareciéndose cada vez más al de la primera parte. La figura de Ganet emergía con fuerza otra vez provocando dos tarjetas amrillas para jugadores del filial nazarí. Una falta provocada por el propio jugador ecuatoguineano fue botada por Julio Gracia, aunque su balón se paseó por delante de la meta de Sarr sin que nadie la empujara al fondo de la red.

El equipo grana se fue entonando con el paso de los minutos hasta que Dani García, casi al cuarto de hora de la reanudación, no supo culminar con éxito un contragolpe conducido por Julio Gracia, cuya asistencia fue mejorable. Fue la mejor ocasión para el Real Murcia, que a partir de la hora de juego fue perdiendo fuerza. Las ocasiones y acercamientos desperdiciados comenzaban a ser una losa.

Eso sí, los de Simón no dejaban apenas espacios para que el filial del Granada soñara con la victoria. De hecho, Miguel Serna apenas tuvo que intervenir en el partido más allá de jugar varias balones con los pies. Solo una falta innecesaria de Juan Fernández al borde del área grana hizo temblar a los aficionados granas que pudieron acceder a la ciudad deportiva del equipo anfitrión. El propio Juan Fernández, en el descuento y para resarcirse, generó una gran ocasión que pudo darle la victoria al Real Murcia, un equipo que sigue creciendo y que tiene mimbres para pelear por meterse en la zona alta de la clasificación.

Mario Simón se mostró satisfecho con el rendimiento de sus jugadores, aunque no tanto con el resultado: «Veníamos a ganar. El Real Murcia tiene que salir a ganar a todos los campos. Conforme se ha desarollado el partido, la sensación que me queda es agridulce. Hubo tres o cuatro ocasiones en las que pudimos decidir mejor», reconoció el entrenador grana tras el partido, en una clara muestra de que no se conforma con lo que ha dado su equipo hasta ahora.

El próximo domingo (Enrique Roca, 18.30 horas), el Real Murcia tendrá un examen de altura ante el Intercity de Alicante, un rival que puede medir el verdadero nivel del conjunto grana, que recibirá a uno de los equipos más poderosos del grupo V. Un choque en el que cualquier fallo le puede costar caro al equipo de Mario Simón.