El Murcia cambia de sistema, pero no sobrevive al ataque del Castellón

El Castellón fue un rival totalmente reconocible. Buscó el gol desde el principio y quiso imponer su propuesta habitual, con muchos jugadores al ataque incluidos los propios centrales. Al Murcia le tocó sufrir desde muy pronto y Manu García sostuvo al equipo parando un penalti en el minuto 15, pero el portero grana solo aplazó lo que esta temporada parece inevitable en Castalia. Como en el resto de sus partidos en casa, los de Dick Schreuder abrieron el marcador antes del descanso gracias a Medunjanin, que después de no aprovechar la pena máxima remató desde cerca una jugada a balón parado.

Una cuestión a examinar era si el Murcia iba a presionar arriba o se iba a proteger más atrás. Qué era lo que podía funcionar mejor en esta fase de la temporada y, además, ante un rival como el albinegro. Alfaro, que no terminó totalmente satisfecho con la presión alta ante el Antequera, quiere que su equipo salga a por los partidos y eso hizo también en Castalia, con unos primeros minutos en los que no se quiso encerrar y fue arriba a apretar la salida de balón de los 'orelluts'. Sin embargo, ni así pudieron cortocircuitar el ataque total local, con grandes dosis de ritmo y calidad. Los granas recibieron muchas ocasiones y el 2-1 final resultó ser un mal menor.

En otra muestra de que el Murcia sigue repitiendo errores que le restan capacidad competitiva, no fue capaz de darle valor al gol que marcó. El equipo tiene problemas a la hora de crear juego y ocasiones. La consecuencia es que está haciendo pocos tantos esta campaña. Y cuando los hace la alegría también está siendo efímera. Le pasó a principios de campeonato y con Alfaro no deja de ocurrir: al poco de marcar encaja. Los ejemplos recientes son claros. Ante el Málaga se adelantó en el minuto 2 y le empataron en el 9', ante el Antequera igualó en el minuto 57 y volvió a conceder en el 58'. En Castalia volvió a suceder cuando Carrillo hizo el 1-1 en el 48' y cinco minutos después De Miguel puso el 2-1. Cuando los granas pueden hacerse fuertes y agarrarse a los partidos no son capaces de lograrlo desaprovechando ese factor anímico que supone anotar.

En una situación muy complicada, los cambios que durante la segunda mitad fue realizando Alfaro no pudieron darle la vuelta a la inercia de un partido en el que el Castellón fue bastante superior. De hecho, tampoco varió mucho la propia fisonomía del Murcia, que pasó de ese 5-3-2 inicial al 5-4-1 con el que acabó el choque. Sergio Santos, Carlos Rojas, Dani Vega, Tomás Pina y Rodri entraron por Mariano, Guarrotxena, Pedro León, Larrea y Carrillo, respectivamente. Los dos delanteros no llegaron a jugar juntos como posible variante para buscar el empate y las soluciones introducidas no evitaron en los últimos minutos la derrota, segunda seguida.