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Al Real Murcia le toca viajar y eso, en este momento, es un inconveniente. Ante el Sanluqueño cargará con el peso de su necesidad ... de triunfos. Sus recientes desplazamientos, entre otros motivos, han reducido sus opciones de 'playoff'. Ha encajado un parcial goleador negativo de 7-1 en sus últimos 135 minutos como visitante. Ante el Castilla recibió cinco tantos en la segunda parte y contra el Linares sufrió dos goles, otro anulado y un palo. Tendrá que recuperar el pulso a domicilio después de dos partidos en los que ni ganó ni compitió.
Curiosamente, la situación durante la temporada estaba siendo distinta. Los granas mostraban su peor versión en casa. De hecho, a pesar de sus tres victorias en el Enrique Roca en los últimos cinco partidos, su balance sigue siendo pobre con tantos triunfos como derrotas, cinco, y con tantos goles a favor como en contra, 24. Era como visitante donde tenía los números más positivos, con más partidos ganados que perdidos y más tantos marcados que encajados. Debutó en Liga venciendo al Recreativo Granada, en su única remontada esta campaña, y también triunfó en los campos de Atlético Baleares, AD Mérida, Recreativo y Alcoyano. Pero justo cuando empezó a mejorar como local, llegaron dos de sus peores partidos en este campeonato por resultados y, sobre todo, sensaciones.
Ante el Castilla encajó dos goles nada más salir del descanso, en poco más de 10 minutos, y al final recibió tres más sin saberlo evitar. La experiencia no le sirvió en Linarejos dos semanas más tarde y nada más empezar el partido concedió el 1-0. Lo mismo le pasó en la segunda parte con el 2-0, un tanto anulado por fuera de juego y un tiro al palo de los azulillos. El equipo nunca se mostró capaz de remontar.
Las últimas jornadas también han empeorado los números como visitante del Murcia con Alfaro. A pesar de que la primera victoria del técnico como grana fue en Huelva y de que uno de los triunfos más celebrados llegara en Alcoy, ahora el balance es deficitario. Suma ocho salidas con esos dos encuentros ganados, tres empates y tres derrotas. Y se quedó sin marcar en cuatro partidos. La escasa creación de juego y ocasiones ha sido evidente en la mayoría de esos casos. En cuatro de sus cinco salidas en 2024 solo sumó un tanto. Lo hizo Carrillo ante el Castilla ya con 4-0.
«Nos está costando mucho sacar los tres puntos fuera de casa. En el último partido los primeros siete minutos nos mataron. Salimos muy desenchufados. La clave es estar concentrados los 90 minutos. No podemos regalar absolutamente nada», explicó ayer ante la prensa un Pablo Larrea que vivió esa salida a Linares y las anteriores desde fuera por lesión y sanción. En la última jornada fue uno de los que se estrelló en el muro defensivo de la UD Ibiza. Entró en la segunda parte y vuelve a tener minutos. «Está siendo un año muy complicado a nivel individual. Vengo de dos temporadas muy difíciles por el tema de las lesiones y no me esperaba que fuera así. Estoy poniendo todo de mi parte. Espero que haya sido la última lesión. Entiendo a la gente que está un poco decepcionada conmigo. Se me firmó para mucho más», explicó el jugador, que no pudo debutar hasta noviembre. Cuando ya encadenaba titularidades volvió a lesionarse a finales de enero, en Córdoba.
Ahora se reincorpora a un equipo al que se le acaba el margen de error para estar entre los cinco primeros. «Estamos perdiendo oportunidades que nos acercarían más arriba», admitió. En ese sentido, sobre el encuentro de mañana también señaló que «sabemos que tenemos un partido muy importante en el que nos jugamos muchísimo. Se tiene que ver desde el minuto 1. Va a marcar un poco el devenir de lo que queda de temporada. Entramos en los 10 partidos finales, donde se juega todo».
Es difícil encontrar casos en los que, para un equipo de fútbol, jugar en su casa sea tan importante como para el Atlético Sanluqueño, rival este sábado del Real Murcia en tierras gaditanas. De hecho, ha sumado jugando como local 23 de los 34 puntos que tiene en la clasificación, una cosecha que le está permitiendo mantener vivo el sueño de la permanencia.
No es una ratonera ni tiene un césped en mal estado, pero los partidos en casa de este histórico conjunto, con sede en Sanlúcar de Barrameda, son siempre calientes. Además, aunque ha perdido en El Palmar tres partidos desde que arrancó el curso (el último fue frente al Castellón el pasado 3 de enero) no fue derrotado en sus cinco últimos choques en casa. En este tramo de competición, los verdiblancos han doblegado al Real Madrid Castilla, Intercity y Granada B, y además empató frente al Algeciras y el Málaga, dos de los equipos que pelean por el 'playoff' de ascenso.
Además el Sanluqueño, que uno de los dos partidos que ha ganado lejos de su estadio fue en el Enrique Roca (2-3) en la tercera jornada de liga, llega al duelo de mñana (16.00 horas) en un buen estado de forma, pese a perder el pasado fin de semana ante el Ceuta (3-0). Antes de visitar el Alfonso Murube los de Abel Segovia habían permanecido ocho semanas sin conocer la derrota, lo que les ha permitido escaparse de la zona más baja de la clasificación.
No obstante, para el Sanluqueño tumbar al Real Murcia es vital en su afán de escapar de abajo definitivamente. A diez jornadas del final se encuentra a cuatro puntos del conjunto grana, mientras que también le separan otros cuatro puntos del San Fernando, el quinto por la cola, y otros tres del Mérida, decimocuarto, otro de los conjuntos candidato a escapar del infierno de la Segunda Federación.
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