Un Murcia ansioso sufre para elaborar el juego y concede atrás

Una de las cuestiones a resolver en el Murcia era mejorar su producción ofensiva y alimentar mucho más a sus delanteros para que tengan situaciones claras. Esa capacidad se puso a prueba en la segunda parte. Alfaro, 0-1 abajo, apostó por dar entrada a Carrillo para jugar con un 4-4-2 puro, al lado de Rodri. El '9', liberado con otro compañero, pudo enlazar en la jugada del empate, conseguido por el propio Carrillo a centro de Pedro León. Esa jugada parecía que podía enseñar un camino, pero la rápida réplica del Antequera desdibujó mucho al Murcia en el último tercio del partido. Algunos chispazos de Rojas no terminaron de ser efectivos para un equipo confuso y ya enredado con repetidos fuera de juego.

Los de Alfaro suman ocho porterías a cero en 16 jornadas, una buena media que estropea en la otra mitad de los partidos. Cuando encaja, lo normal es que reciba más de un tanto. Fue lo que pasó ante el Antequera en dos jugadas en las que se lamentó. El 0-1 llegó tras una pérdida que aprovechó Loren y en donde Manu García pudo hacer más. Y el 1-2 se produjo nada más empatar el Murcia, en concreto dos minutos después. Tras el buen ejercicio defensivo de Huelva, volvió a ser demasiado frágil para prevenir los golpes y, después, para recuperarse de ellos.

Era un duelo destacado nada más conocerse los onces iniciales: Marc Baró ante Loren Burón. El lateral izquierdo grana, que se mantuvo en el equipo en lo que tiene que ser un proceso para rehabilitarse y dejar atrás los días más complicados, tenía una dura prueba con el extremo derecho, vertical y una máquina de forzar faltas. Correcto en lo individual, tuvo alguna ayuda de Larrea y se vio algún desajuste a la hora de cerrar la banda con Dani Vega. En cualquier caso, el extremo supo ser resolutivo. Es una de las claves del año del Antequera, al igual que un Lusimi Redondo certero que también marcó para aumentar su cifra de goles.

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José Otón

El Murcia está en una situación muy difícil. Además de mostrarse a la altura de sus rivales o de responder a las adversidades, llega a ser su propio enemigo. La ansiedad acumulada por una temporada que está siendo fallida y que intenta reconducir dejó casi sin argumentos al equipo. A partir de ahí, intentó coger el hilo del partido con más intención que ideas. Los pases, lejos de llevarle a la tranquilidad necesaria, alimentaron un estado de nervios que hizo que solo aspirara al empate en jugadas puntuales, sin que el Antequera se sintiera amenazado más allá de la ventaja por la mínima. El conjunto grana se sigue mostrando falible y excesivamente débil.

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Pablo Alfaro, entrenador del Real Murcia, se mostró crítico después de que los granas perdieran otro partido en casa, en esta ocasión ante el Antequera. «Tenemos que hacer una valoración realista. En la primera parte han estado mucho mejor. No hemos sabido salir de esa presión tan elevada. Hemos querido jugar demasiado al pie, no hemos encontrado el tercer hombre ni los espacios a la espalda», explicó. Sobre la segunda mitad, indicó que «con los cambios nos hemos igualado más. Hemos sido capaces de darle más continuidad al juego. Nos han dado más vigor y alternativas. El empate nos abría un partido diferente, pero al minuto nos han marcado de nuevo. Lo hemos intentado hasta el final. No es un partido bueno».

El técnico maño aseguró que sabían a qué rival se enfrentaban: «No nos ha sorprendido en la propuesta. Es la revelación, no tiene presión. Es valiente y tiene buenos futbolistas». «A los 10 minutos he visto un equipo que quería ganar y otro que estaba viendo qué pasaba. No podemos permitirlo. Tenemos la exigencia de ser el club que somos», insistió. Además, valoró el aspecto mental: «Tenemos que ser un equipo que tenga carácter. Creo que lo tenemos, pero hay que rascar mucho para que ellos lo vean», dijo Alfaro.