Fútbol | Real Murcia

La futura ciudad deportiva, un arma para retener a las promesas granas

Que se lo digan a Pedro Asensio, actual director de la cantera grana, que aunque sabe que la situación ha mejorado desde la llegada de Felipe Moreno (el club cuenta con tres pisos para alojar futbolistas y hasta una cocinera), todavía no cuenta con los mimbres necesarios para convencer a los futbolistas y sus familias cuando llegan ofertas del Villarreal, Elche, Valencia, Almería o Getafe, entre otros equipos que no son trasatlánticos imparables como el Real Madrid o el Barcelona.

De hecho, hay algunas despedidas de futbolistas que son imparables, como cuando el propio Asensio dirigía al Infantil del Real Murcia y el Real Madrid se llevó de una tacada a Álvaro Carrillo, Luis Federico y Adrián González. El primero es el capitán del Castilla y el segundo es portero del Mirandés. O el caso de Dani Ávila, que jugó hasta edad alevín en el Real Murcia, pero el Barcelona se lo llevó a La Masía sin que el club grana pudiera hacer ninguna oposición.

Pero a la vez existen muchos otros casos en los que algunos futbolistas no habrían hecho la maleta para marcharse a otras canteras si el Real Murcia hubiera contado con una ciudad deportiva acorde a su historia y una residencia en la que las familias de las jóvenes promesas hubieran podido alojar a su hijos.

Un caso claro es el de Juan Enrique Herrero, que del Real Murcia Alevín se fue al Villarreal. De allí se marchó posteriormente al Eintracht de Frankfurt antes de recalar en el Real Madrid. Recientemente ha desembarcado en el Elche, club al que podía haber desbancado el equipo grana en caso de contar con instalaciones en condiciones. Lo de Emilio Escribano, que se marchó en edad cadete al Atlético de Madrid y ahora ha fichado por el División de Honor del Granada, es un caso similar de jugador que siente al Real Murcia y que ha desechado por ahora volver a casa por la falta de campos en condiciones.

Pero hay más ejemplos en los que la falta de instalaciones pasó factura a la entidad centenaria a la hora de poder retener a sus jóvenes valores, como sucedió con los hermanos Villar, Gonzalo y Javier, que se marcharon a un Elche que contaba con mejores campos y perspectivas que el club grana, que no dispone ni de un solo terreno de césped natural para sus bases. O el de John Nwanko Donald, murciano de 23 años que del infantil grana se marchó al Villarreal y que ahora ha fichado por el Elche.

En la reciente historia del Real Murcia hay decenas de estos futbolistas que emigraron por no contar con las condiciones necesarias para formarse y que ahora triunfan en equipos españoles y del extranejro de máximo nivel. Como Robert Sánchez, el portero cartagenero de 26 años que tras formarse en las canteras del Santa Ana y Cartagena FC pasó por el Real Murcia. Solo estuvo seis meses en edad cadete ya que el Levante, otra entidad que cuenta con su propia ciudad deportiva, le ofreció un proyecto mejor. Ahora es internacional español y portero del Chelsea inglés.

Toni Martínez, el delantero del Barrio del Progreso que defiende la camiseta del Oporto, es otro ejemplo. El Valencia convenció al delantero cuando formaba parte de la cantera grana. Después militó en el Oxford, West Ham, Valladolid, Rayo Majadahonda, Lugo y Famalicäo. El muleño Patric Gabarrón también está en esta lista ya que tras militar en las bases del Real Murcia se marchó al Villarreal para después dar el salto al Barça. Cumple actualmente su novena temporada en la Lazio.

Es complicado imaginar qué sería del Real Murcia si muchos de los futbolistas que pasaron por su cantera y ahora juegan en Primera o Segunda hubieran permanecido más tiempo en el club. Muchos de ellos se marcharon, además de por la falta de instalaciones adecuadas, por la falta de un proyecto deportivo firme y estable. Muchos de ellos se encuentran ya al final de su carrera, como Alberto Botía o Pedro León.

El primero se fue a la cantera del Barça y tras jugar en el Sporting, Sevilla, Elche y Olympiacos se marchó a Arabia Saudí. Ahora juega en la Primera División griega, mientras que el segundo alcanzó la cumbre de su carrera defendiendo la camiseta del Real Madrid. A este nivel a Manu Trigueros tampoco le fue mal cuando dejó al División de Honor del Murcia y se enroló en el Villarreal, club en el que ha jugado 320 partidos en Primera y 72 en diversas competiciones europeas como la Champions y la Europa League.

Pero hay más ya que excanteranos granas como Higinio, Sergio Escudero, Germán Valera, Juanma Bravo, Grego Sierra, Meseguer o Mourad, entre otros, militan actualmente en Segunda, a la vez que otros como Rafa Mir, Isi Palazón, Kike García, Portu, Fernando Martínez, Jose Mari o Guardiola siguen asentados en Primera.