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Es evidente que los jugadores del Real Murcia pasaron un calvario en los primeros meses de la temporada en los que fueron engañados por Gálvez, el mismo que semanas antes les firmó contratos fuera de órbita para la Segunda B. Es evidente que el mercado de invierno debilitó la plantilla que entrena Manolo Herrero y le quitó a varios de sus mejores jugadores. Pero todo junto no justifica que el equipo grana no pusiera sobre el césped del Bahía Sur todo el corazón que se le presupone a un conjunto como el murciano, que en Segunda B debe salir a ganar en todos los campos.
San Fernando
Milovic, Gabi Ramos, Nano Cavilla, Oca, Colo, Palma, Manu Ramírez (Javi Gómez, min. 72), Bruno Herrero, Pau Franch (Joselu, min. 84), Carri (Sergio Romero, min. 59) y Pablo Sánchez.
2
-
1
Real Murcia
Ian Mackay, José Ruiz, Charlie Dean, Hugo Álvarez, Nahuel, Sergi Maestre (Escribano, min 85), Armando, Miñano (Josema, min. 59), Miguel Díaz (Juanma, min. 80), Jeisson y Manel.
Goles: 1-0, min. 6, Nano Cavilla. 2-0, min. 42, Bruno Herrero, de penalti. 2-1, min. 92, Juanma Bravo.
Árbitro: Manuel García Gómez (Colegio extremeño). Mostró tarjeta amarilla a Armando, Pau Franch, Escribano y Nano Cavilla. Expulsó con roja directa a Charlie Dean y Nano Cavilla.
Incidencias: Jornada 26 en el Campeonato Nacional de Liga en el grupo IV de Segunda B. Estadio Bahía Sur, terreno de juego en buenas condiciones. Como representante de la directiva grana fue Francisco Miró el que se desplazó hasta tierras gaditanas.
Público: 1.500 aficionados en las gradas, 50 de ellos llegados desde Murcia.
Tampoco la mala suerte o el viento es excusa para justificar el bajo rendimiento de profesionales como los que tiene en su plantilla el equipo grana, a los que ayer faltó ambición e intensidad en un partido en el que el Real Murcia se jugaba más de tres puntos. La imagen, una vez más, fue la de un equipo roto, resquebrajado y que necesita un giro. Ya no para buscar el 'playoff' y sí para evitar seguir desmoronándose en la clasificación. La imagen es preocupante y ni siquiera lo que sucedió en los días previos con Manolo Herrero, que fue cuestionado por los directivos granas, hizo reaccionar a sus futbolistas, que ayer no acertaron en ninguna de las facetas del juego y que parecen conformarse con terminar el año lo antes posible.
La final de San Fernando, la que debía servir de trampolín hacia el 'playoff' para Manolo Herrero y sus futbolistas, se convirtió en otra demostración de impotencia ante un rival que, con sueldos más bajos y menos glamour, está metido de lleno en la parte de arriba de la tabla. En un final calcado al de Ibiza, en el que el Murcia redujo distancias cuando ya apenas tenía posibilidades de arañar un punto, el equipo grana sí tiró de casta y coraje, justo los que hubiera necesitado en los ochenta minutos anteriores y en las últimas semanas para no sumar solo 3 puntos de 18 posibles y 6 partidos consecutivos sin ganar que dejan a los granas a 12 puntos del 'playoff' y solo 8 puntos por encima del descenso, un peligro que parecía muy lejano y que cada día está más presente en el horizonte grana.
La primera parte del Real Murcia no pudo ser peor. Al equipo de Herrero todo le salió mal, desde el primer minuto. Y eso que en los primeros compases dio imagen de equipo serio, bien plantado, que quería llevarse los tres puntos sin negociar, saliendo a por todas y sin especular. Pero fue un espejismo ya que a las primeras de cambio todo se le puso cuesta arriba. A los seis minutos de juego, un disparo lejano del lateral Nano Cavilla golpeó en un defensa grana y despitó a Ian Mackay, que solo pudo contemplar cómo el esférico, en la primera aproximación de los gaditanos, se introducía en la red.
Después del primer zarpazo del San Fernando, el Murcia siguió insistiendo en ataque, aunque sin profundidad. Armando se limitaba a disparar desde lejos, sin más. Manel remató con peligro en el minuto 26 antes de que Armando, otra vez, se probara sin veneno desde fuera del área. Milovic, el portero que sustituía a Rubén Gálvez, no sufría. Además, Jeisson jugaba acelerado y, pese a su voluntad, no aportaba nada positivo a su equipo en ataque. Hasta que a tres minutos del final de la primera parte llegó la jugada más atropellada del partido, un cúmulo de fallos del Murcia que propició el 2-0.
Una pérdida de Miñano, una cesión hacia su portero de Charlie Dean que se envenenó por el camino, un despeje defectuoso del meta grana que, además frenó el viento, y un despeje con la mano del central inglés que acabó con su expulsión. El penaltí lo transformó Bruno Herrero, sin inmutarse, y dejó a los granas heridos de muerte, con un hombre menos y ante el mejor equipo como local de todo el grupo IV. Un San Fernando que solo había encajado seis goles en su estadio esta temporada y que solo había perdido dos partidos este año en el estadio Bahía Sur. El Murcia necesitaba una proeza para cambiar el rumbo de un partido que volvía a estar cuesta arriba.
Efectividad El San Fernando metió entre los tres palos su primer disparo a puerta en el minuto seis de partido
Sin ideas para crear El Murcia no tiene un plan para atacar las defensas rivales y solo crea peligro con disparos lejanos
Garra y corazón El equipo grana apretó de verdad los dientes solo en los diez minutos finales, cuando salió Juanma
En la segunda mitad el Murcia no mejoró. Con un hombre menos, comprobó cómo el San Fernando daba un paso hacia adelante en busca del tercero. Solo una falta botada por Armando que se estrelló en el larguero hizo soñar a los granas con el milagro, pero minuto a minuto el equipo murciano se fue desinflando. Apenas le daban las fuerzas y Herrero metió a Josema en busca de más llegada al área rival. El cambio comenzó a dar frutos de inmediato ya que el Murcia espabiló. Incluso Hugo Álvarez, en un saque de esquina, remató y mandó el balón cerca del palo de la meta de Milovic. Pero la revolución fue infructuosa y apenas dio resultados.
El Murcia fue perdiendo gas y ni siquiera una jugada individual de Manel apoyada en una mala salida de Milovic fue suficiente para que el equipo grana viera puerta en un partido que dejó entrever todos sus defectos. Las posibilidades de pelear por alguno de los puntos en juego se fue diluyendo sin que el Murcia tuviera capacidad de reacción, ni siquiera a base de individualidades de alguno de sus futbolistas de ataque. Solo un nuevo fallo del portero local, al que los delanteros granas no presionaron ni probaron en todo el partido, sirvió para que Juama Bravo acortara distancias.
San Fernando y el estadio Bahía Sur son malditos para el Real Murcia. Al menos, en los tres últimos años. Hace dos temporadas y coincidiendo con el estreno de Vicente Mir al frente del club grana en sustitución de Paco García, el equipo gaditano se impuso por un contundente 3-1. Después, y en el tramo final de temporada, los granas engancharon una racha de diez partidos sin perder hasta el 'playoff', con 8 victorias y dos empates. La pasada campaña, curiosamente, el Murcia volvió a estrenar técnico en el Bahía Sur. Fue en la jornada 10 y Salmerón, igual que Mir, volvió a encajar 3 goles en su primer partido como entrenador del Murcia.
Esta campaña han sido solo dos los goles encajados por un entrenador que llegó al partido tras ser confirmado por la junta directiva grana. En total, 8 tantos en las últimas tres visitas a la localidad gaditana, un infierno para los granas, que no aprovecharon los empates del Melilla, Ibiza, Marbella y Badajoz, que se escapan en la carrera hacia el 'playoff'.
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