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El Real Murcia se reencontró con la victoria un mes después en una de las peores plazas de la categoría. El equipo grana se llevó ... los tres puntos de Ibiza en un encuentro en el que fue de más a menos, donde pudo sentenciar en los primeros 45 minutos y en el que acabó sufriendo para volver a celebrar un triunfo que se le había atragantado las últimas semanas y que le hace dormir a dos puntos del líder, el Antequera.
El conjunto de Fran Fernández, que dejó en el banquillo a Pedro León y Boateng para dar entrada a Toral e Yriarte, no fue dueño y señor de la posesión. Ese papel se lo dejó al equipo de Paco Jémez, técnico enamorado del tiqui-taca que obliga a todo club al que llega cambiar el estilo y adaptarse a él mismo. Comenzó el conjunto isleño llevando la voz cantante del encuentro, pero sin acercarse al área rival ni intimidar lo más mínimo a los granas. De hecho, fueron los visitantes los que tuvieron la primera ocasión de la tarde. Pedro Benito recibió un balón en el interior del área, se giró y disparó a puerta, pero se encontró con Belman, guardameta local que cuajó un partido notable y salvó a su equipo en más de una ocasión.
Ibiza
Belman, Astals (Medina 77'), Guillem, Escassi (Monjonell 46'), Javi Jiménez (Pau Ferrer 46'), Eugeni, Marc Domènech, Jesús Álvarez (Olabe 24'), Álex Gallar, Naranjo (Dauda 46'), Quique González.
1
-
2
Real Murcia
Gazzaniga, David Vicente, Saveljich, Alberto González, Jorge Mier, Yriarte, Moha (Boateng 69'), Juan Carlos Real (Pedro León 60'), Loren (Alcaina 88'), P. Benito (Carrillo 60') y Toral (Carlos Rojas 60').
Goles: 0-1, Loren, min. 15; 1-1, Pau Ferrer, min. 57; 1-2, Carrillo, min. 92.
Árbitro: Juan Manuel Gordillo Escamilla. Amonestó a José Naranjo y Dauda; y a Moha, Saveljich y Boateng por parte del equipo grana.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 15 del Grupo 2 de Primera Federación disputado en Can Misses ante 3.000 espectadores.
Los granas se debatían entre presionar arriba la salida de juego del equipo local o esperar a que los de Jémez cruzaran la mitad del campo para cortar una posesión que no generaba peligro alguno. Se cumplía el primer cuarto de hora de partido cuando los pimentoneros disfrutaron de una falta pegada al banderín de córner que Juan Carlos Real puso en el área pero que no encontró rematador. Afortunadamente, porque el balón salió rebotado a las botas de Loren, que disparó con rosca y logró un precioso gol por la escuadra que ponía por delante al Real Murcia. El cordobés se llevó las manos a los oídos y posteriormente señaló al cielo con sus dedos índices en recuerdo de los suyos para celebrar su primer gol de la temporada, de muy bella factura.
No cambió mucho la película tras el primer tanto del encuentro. El Ibiza, obligado a proponer más que largas posesiones insulsas, movía el balón de un lado a otro pero sin hacer daño al equipo grana, que volvió a disfrutar de una clarísima ocasión, otra vez, de Pedro Benito. El gaditano se quedó solo ante el portero local, elevó el balón y este se marchó fuera. Otra oportunidad perdida de cara a gol para el gaditano, que desde el tanto que metió al Villareal B hace un mes no ha vuelto a ver puerta y ha gozado de más de una ocasión clara.
Se acercaba la media hora de partido y con ella un momento de zozobra. El juego se detuvo casi 4 minutos para que un aficionado fuera atendido en la grada por una indisposición. Un parón que ralentizó aún más el juego de ambos equipos tras la reanudación. Loren, el más incisivo del ataque grana, lideró la tímida presión que ejercía el Murcia a la salida del Ibiza. Y en un despeje que devolvió el balón a la zaga del equipo isleño, el delantero cordobés apretó a la defensa del Ibiza, se hizo con el balón y provocó un penalti que pudo servir para poner tierra de por medio para los pimentoneros. Pero no fue así. Juan Carlos Real, encargado de tirar la pena máxima, falló desde los once metros. Belman firmó una parada sensacional para mantener con vida a su equipo. Y no iba a ser la última de la primera parte. En la jugada siguiente, a la salida de un saque de esquina, el portero del Ibiza volvió a despejar un remate a placer de Saveljich que a punto estuvieron de cantar gol los casi 100 aficionados granas que se dieron cita en Can Misses.
Con 0-1 se marchaban al descanso ambos equipos. Los locales, con apenas un disparo a puerta antes de que el árbitro pitara el final; los visitantes, con la sensación de poder haber sentenciado en un partido que se podía complicar a la salida de vestuarios.
Y así fue. Triple cambio de Jémez en el descanso y más artillería en el ataque. Pau Ferrer y Mo Dauda, ex del Cartagena, dieron un soplo de aire fresco y agitaron la delantera ibicenca. Los locales cargaron el área grana con más argumentos que en los primeros 45 minutos. En una internada de Quique González por banda izquierda, el ex del Eibar metió un balón al área que Ferrer remató de tacón para firmar un gol extraordinario y poner el 1-1 en el marcador. El luminoso marcaba el minuto 56 y el Real Murcia seguía en el vestuario. Si los de dentro no responden, que lo hagan los de fuera. Eso es lo que pensó Fran Fernández, que no dejó pasar más de dos minutos del empate para hacer un triple cambio y dar entrada a Carrillo, Pedro León y Carlos Rojas por Toral, Benito y Juan Carlos Real.
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Los que salieron del banquillo no reactivaron a un Murcia que ni era dueño de la posesión ni gozaba de oportunidades claras de gol. El Ibiza, satisfecho con el empate, tampoco propuso mucho sobre el verde y se jugó poco al fútbol hasta que se acercaba el minuto 90. El técnico grana metió en el campo al último delantero que le quedaba en el banquillo y el que vino para golear y decidir los partidos: Raúl Alcaina. Pocos minutos parecían para el ex del Deportivo pero le sobraron para confeccionar una jugada que pondría el 1-2 y llevaría el éxtasis al banquillo grana y al fondo donde se situaron los aficionados visitantes. Alcaina percutió por banda derecha y asistió de forma magistral a Carrillo para que el murciano marcara a placer y entregara la victoria a un Murcia que no sumaba tres puntos desde la visita a Villareal hace un mes. Un triunfo sufrido hasta el último segundo del partido, ya que los locales estrellaron un balón al palo tras un cabezazo de Guillem Molina en el 93 que puso a prueba los corazones granas.
El Murcia se lleva un botín muy valioso en una de las visitas más complicadas de la temporada. Tres puntos ante un rival directo en el último minuto que refuerza las mentes de un vestuario algo castigado por las decepciones de las últimas semanas pero que debe crecer futbolísticamente y como grupo con victorias como esta.
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