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Según algunas partes implicadas, en las próximas horas acaba el plazo para que todas las ciudades y regiones presenten su candidatura al Mundial 2030. Según el Gobierno Regional, que manifestó que el resto de candidaturas españolas están ya presentadas, solo resta que el Ayuntamiento de Murcia, como propietaria del Estadio Enrique Roca que albergaría los partidos, firme el 'Contrato FIFA'. Nada que ver con lo que dice el Consistorio, que según una nota de prensa emitida el pasado viernes, «está a la espera de la financiación de inversiones por parte de Comunidad y Estado para dar el impulso definitivo a la candidatura al Mundial 2030».
Por lo visto, ambas entidades mantienen discrepancias a la hora de entender cómo hay que afrontar el proyecto de candidatura, a pesar de todos los meses que han pasado desde que las partes implicadas manifestaron públicamente que querían que la Región albergara partidos del Mundial 2030. En teoría, tanto Ayuntamiento como Comunidad estaban trabajando en armar la candidatura de la Región, pero parece no ser así en la recta final del proceso de elección.
De hecho, mientras Fran Sánchez, director general de Deportes, aseguró la semana pasada que solo faltaba la firma del Ayuntamiento para que la candidatura fuera una realidad, el Consistorio liderado por el alcalde Ballesta contestó horas después asegurando que «la inversión de más de 70 millones no puede ser asumida por los vecinos de Murcia, que ya asumirán todo el gasto corriente, sino que debe venir de otras fuentes de financiación, públicas o privadas», y que a su vez, «está a la espera del protocolo de financiación por parte de la Comunidad Autónoma y de la Administración del Estado, que resulta imprescindible para garantizar el cumplimiento de los compromisos exigidos en el 'Convenio FIFA' y la exitosa celebración del evento».
La cuestión principal es que ambas entidades, del mismo color político, se pongan de acuerdo en qué parte de la inversión necesaria para que Murcia sea sede corresponde a cada una, más allá de que finalmente pueda ser elegida o no en la fase final y de la financiación externa y las posibles ayudas del Estado a las sedes que finalmente sean las agraciadas.
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