Fútbol

Carlos Rojas, el nuevo Arnau Ortiz del Real Murcia

Su progresión sufrió un pequeño frenazo hace un año, cuando sufrió una lesión de menisco que le dejó fuera de juego durante varios meses. Por eso llegó al Real Murcia, solo siete meses después, con el objetivo de sumar minutos en un club con exigencia y con un objetivo de altura. Las cesiones anteriores de promesas que ahora juegan en Segunda como Arnau Ortiz o Arnau Solà, prestados al Murcia por el Girona y el propio Almería, eran un gran antecedente.

El problema para Rojas fue que llegó a una plantilla donde en el extremo derecho, su puesto natural, había 'overbooking'. Además de Pedro León, en dicha posición también podía jugar Dani Vega, uno de los futbolistas granas de la pasada campaña. De hecho, Rojas comenzó siendo titular en los tres primeros partidos de liga a las órdenes de Munúa después de firmar una buena pretemporada, aunque como extremo izquierdo, una posición en la que no está tan cómodo. Jugó 78 minutos en la victoria ante el Granada B, aunque cuando llegó el gol de la victoria grana Rojas ya estaba en el banquillo. También fue titular en las duras derrotas frente al Córdoba y el Sanluqueño en casa. Por eso la luz de Rojas se fue apagando a la misma velocidad que su equipo mostraba demasiadas grietas y se desmoronaba.

Tras alternar el banquillo con alguna titularidad en los partidos siguientes, cayó en picado y su fútbol se resquebrajó: tomaba malas decisiones y era incapaz de sacar provecho a su velocidad y regate. Se contagió de la negatividad de su alrededor. Durante semanas fue un futbolista improductivo, aunque Munúa decidió confiar de nuevo en él en los dos últimos partidos del uruguayo ante el Linares y el Ceuta. Pero su valedor fue destituído y con Alfaro Rojas tuvo que volver a empezar de cero.

El segundo técnico de la temporada grana comenzó dejando a Rojas en el banquillo y apenas le dio 18 minutos frente al Castilla y otros 16 ante el Intercity. En el tercero ante el Málaga ni siquiera saltó al césped del Enrique Roca. Jugadores como Guarrotxena y Arturo, entre otros, le habían quitado parte de su espacio. Hasta que otra vez fue aumentando su participación en el equipo con 22 minutos ante el Recreativo, 27 frente al Antequera y 28 en Castalia, en un duelo que despedía 2023.

Pero en 2024 todo ha cambiado para Carlos Rojas. En el estreno de año frente al Atlético de Madrid B, en un duelo jugado en el Enrique Roca, Alfaro puso al joven extremo de titular y lo sentó en el noventa. fue de los mejores. La semana siguiente, en Melilla, jugó desde el principio hasta el final y como una semana antes, Rojas fue el grana más desequilibrante en ataque. Además, el entrenador aragonés cambió de banda a Pedro León, se lo llevó a la izquierda, y le dio al hispano-colombiano la derecha, el lugar donde mejor rinde. Hasta que el pasado domingo ante el Baleares, fruto de la confianza, Carlos Rojas firmó su mejor partido de grana, mandando un balón al palo y sirviendo una asistencia a Isi Gómez en el 2-0 grana. Además generó varias ocasiones de peligro más.

Parece titular indiscutible, solo le falta el gol, y su juego tiene más sentido con el paso de los partidos. Es menos alocado y encara con más confianza, pero aún debe mejorar. Sobre todo a la hora de elegir la mejor opción en ataque y buscar más a sus compañeros, tener un sentido más colectivo del juego. Su trayectoria en el equipo grana, de hecho, se asemeja a lo que hizo Arnau Ortiz el pasado curso, un futbolista cedido por el Girona al que le costó hacerse con un puesto en el once titular del Murcia de Mario Simón, como le sucede ahora a carlos Rojas, pero que acabó brillando con luz propia, marcando 5 goles y obteniendo el billete para jugar esta campaña en Segunda División.

Ortiz, un ejemplo en el que mirarse, ha acabado dando el salto en su carrera profesional tras pasar por Murcia, justo el objetivo que busca un Rojas que comienza a explotar sus cualidades.