La afición del Real Murcia juega y gana partidos

El papel de los aficionados está siendo destacado esta temporada de un modo u otro, también en cuanto a número. A pesar de una campaña que desde el principio se fue torciendo, las entradas habituales se han situado por encima de los 10.000 espectadores, con picos como los 22.916 asistentes en el partido ante el Málaga o los 22.315 ante el Intercity. Ambos acabaron, sin embargo, con derrota. Las decepciones en casa fueron un contratiempo. Llovía sobre mojado. El Murcia empezó la Liga perdiendo y durante mucho tiempo llevaba más derrotas que victorias como local. Además, malos resultados fuera como ante el Castilla y el Linares desanimaban a los murcianistas. De hecho, dos de las cuatro entradas menos numerosas han sido en los dos últimos partidos, pero los presentes lo han compensado con energía.

Ante el Recreativo de Huelva, el optimismo había bajado después de la goleada sufrida por 5-1 en Madrid y la derrota previa en casa ante el Intercity. Era un partido tan peligroso como decisivo ante el quinto, que podía irse a 12 puntos de distancia. El Murcia fue capaz de adelantarse en el marcador en el primer tiempo, pero las cosas se pusieron más duras en la segunda parte cuando tuvo que jugar unos 20 minutos con un jugador menos por la expulsión de Dani Vega y sin contar tampoco con Alfaro en el área técnica, que también vio la roja. El equipo supo resistir con una grada que apoyó e hizo fuerza con los jugadores. La inferioridad numérica apenas se notó en cuanto a ocasiones rivales.

La situación fue más complicada paradójicamente ante el Recreativo Granada, un partido con un contexto muy distinto. El filial nazarí llegaba como colista y peor visitante de la categoría, pero el conjunto grana se vio dominado. En la primera parte, el público mostró en algunos momentos su descontento con pitos. Pero ya en la segunda mitad, cuando el Murcia volvió a quedarse con 10 y todo parecía empeorar, animó y celebró las jugadas de Marc Baró o Dani Vega o la entrada de José Ángel Carrillo. Los aficionados percibieron el momento de sufrimiento y se mantuvieron conectados al partido y al equipo. Al final todo eso tuvo premio con el gol de penalti de Carrillo en el añadido. En este último encuentro, se vivió la entrada más baja de la temporada con 8.114 espectadores. Pero se dejaron notar.

Pablo Alfaro reconoció el papel de los seguidores en esa última victoria: «Se lo he dicho a los jugadores, tenemos que estar muy agradecidos. Cuando nos han visto sufrir con uno menos, nos han empujado y nos han llevado con vida hasta el final». Del mismo modo, el portero Manu García ya puso en valor la influencia de la grada en el triunfo ante el Decano:«La expulsión ayudó a que la afición se metiese aún más en el partido. Hubo una comunión que nos hizo ganar».

Ese mismo apoyo se antoja también fundamental para que el Real Murcia siga creyendo en el 'playoff'. Está a cinco puntos y quedan ocho jornadas. Cuatro de esos partidos serán en el Enrique Roca. Además, dos serán seguidos y de altísima exigencia. Y es que jugará de modo consecutivo ante la AD Ceuta, ahora quinto clasificado y en plena forma, y contra el Castellón, aún líder. El equipo tendrá que sacar su mejor versión en las próximas semanas antes y durante esos duelos. Y en caso de debilidad ya ha visto que, con más o menos gente, no se sentirá solo. El murcianismo está jugando los partidos. Y los está ganando.