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Poco más de media temporada ha necesitado Adrián Hernández, entrenador del Real Murcia, para erigirse como la principal cabeza visible del conjunto grana. Es el abanderado de un austero proyecto que con su cercanía y sinceridad se ha ganado a la grada del Enrique Roca, ... ya hastiada después de tantos años de sinsabores. Son estas mismas cualidades las que el técnico de Churra desplegó ayer para salir entero de un encuentro con aficionados pimentoneros, organizado en exclusiva para suscriptores de LA VERDAD on+.
Por una tarde, una treintena de seguidores granas se pusieron en la piel de los periodistas que cubren la actualidad del Real Murcia e interrogaron a Adrián para conocer su valoración de la temporada, su posible continuidad en la entidad y sus momentos más duros al frente del vestuario pimentonero, entre otras cuestiones.
En una temporada marcada por los altibajos, y a falta de afrontar el tramo más decisivo del curso, Adrián Hernández tiene sentimientos encontrados a la hora de valorar el rumbo del equipo tras 25 jornadas: «En el escenario pasional, el de los aficionados, no estoy satisfecho; en el lado racional, estoy muy contento».
Y es que son muchos los cambios que ha experimentado el club esta temporada, con una apuesta decidida por la cantera para paliar la delicada situación económica, y nadie es más consciente que el propio Adrián: «Cuando firmé ya sabía que mi obligación iba a ser formar futbolistas». Además, el de Churra sabe que esta delicada tesitura fue «idílica» para que él se sentara en el banquillo pimentonero.
Una oportunidad única que no ha estado exenta de sufrimiento. Tras arrancar la liga con cuatro partidos consecutivos sin ganar, el míster del Real Murcia reconoce que vivió «una de las peores semanas» de su vida y que por momentos se sintió fuera del club. «Ahí es donde creo que de verdad empecé a ser entrenador de fútbol», desveló a los aficionados granas. Tal fue la tensión que acumuló antes de medirse al Talavera que hasta su mujer le llamó entre lágrimas tras conseguir los tres puntos en El Prado.
Preguntado por su futuro al frente del vestuario grana, Adrián tranquilizó a los aficionados y aseguró que ya ha mantenido conversaciones «oficiosas» con algunos consejeros, que le han transmitido que puede estar «tranquilo». De hecho, el de Churra se mostró tajante a la hora de afirmar que, «a día de hoy», no contempla dirigir a otro equipo y que su objetivo es «entrenar al Real Murcia en Primera División, sí o sí», soltó. «Soy muy cabezón y creo que estamos más cerca, con el trabajo que estamos haciendo con los jóvenes», apostilló.
Otra de las cuentas pendientes que Adrián atesora está ligada con la Copa del Rey, una competición de la que este año el Real Murcia se marchó de una forma «decepcionante», aceptó. «Le debo una al murcianismo y yo pago mis deudas», añadió a continuación.
De cara a la próxima temporada, el técnico del Real Murcia se mostró optimista: «Estamos generando entre 14 y 15 futbolistas muy jóvenes que el año que viene van a ser mucho más estables. Incluso los que tienen entre 24 y 25 años, que les ha llegado su oportunidad tarde, tienen la capacidad de sacar un plus más. Tendremos un equilibrio que cuando llegué no teníamos».
Durante el acto, moderado por José Otón, redactor de Deportes de LA VERDAD, el técnico recibió, a través de varios vídeos, el apoyo y las felicitaciones de tres jugadores históricos del club, Richi, Acciari y Juanjo; además de Mariano Albaladejo, presidente del Churra; y de Jesús, Iván, Adrián y David, cuatro amigos de la infancia. Una vez terminada la charla, Adrián compartió con los seguidores una merienda en la que siguió resolviendo las dudas de una afición que ha encontrado un nuevo referente con el que creer en un futuro mejor.
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