Volver a empezar en el amor siempre es posible

Hay ocasiones, cuando se producen encuentros fortuitos, quizás fruto del azar, quizás fruto del destino, donde uno entabla una conversación con un desconocido y se abre más de lo que suele hacerlo en su día a día. 'El beso' nos traslada a un paisaje de montaña en Países Bajos, en otoño. Una mujer y un hombre caminan. Ella va a recoger el resultado de unas pruebas médicas; él, busca la inspiración. Los dos caminan sin saber que van a encontrarse, pero se encuentran en esa fase de la vida en la que los sueños empiezan a caer o el amor se vuelve más agrio, donde el éxito y el fracaso ya no son una cuestión social sino íntima.

¿Estamos solos? ¿Nos seguimos deseando a pesar de las heridas? ¿Qué significa morirse? Son cuestiones que sobrevuelan en este montaje del dramaturgo holandés Ger Thijs traducido al español por Ronald Brouwer, quien destaca de la obra cómo en las grandes caminatas «en el constante movimiento sin precipitación, el cuerpo humano se libera y, aunque se canse, se tranquiliza».

Isabel Ordaz y Santiago Molero, conocidos por sus papeles en series de televisión como 'Aquí no hay quien viva', 'La que se avecina' –Ordaz– o 'Águila Roja' –Molero– dan vida a estos personajes, bajo la dirección de María Ruiz. Una tragicomedia de ágiles diálogos, plenos de cinismo y humanidad, donde el humor se vuelve supervivencia, seducción y curiosidad por el otro. Dos desconocidos caminando juntos, mirándose, apoyándose y desnudándose emocionalmente sin saber quién es el otro, sin saber si están hablando con un loco, un asesino o un ángel. Una propuesta en la que se muestra lo excepcional dentro de lo cotidiano, las heridas que arrastramos y la esperanza de que, en el amor, siempre se puede volver a empezar.