Nada Surf: «La magia de una banda es combinar ideas y energías»

–Regresan a Murcia con un álbum que refleja la madurez y equilibrio de una banda ya veterana. ¿Creen que 'Moon Mirror' es uno de esos discos que solamente se pueden crear cuando has vivido y experimentado una carrera de casi treinta años?

–Creo que en el álbum hay una serie de vibraciones y enfoques que no habríamos podido combinar cuando empezábamos. Uno de los conceptos en los que pienso a menudo es en 'cambiar de sombrero', algo que sigo intentando hacer lo más rápido y eficientemente posible. Me transformo de padre a músico, de persona que trata con los managers a compositor, de oyente a creador. Es algo que sucede también en la banda: pasamos de rápidos a lentos, de pesados a ligeros, de estar cambiando sin parar a quedarnos en un sitio durante mucho tiempo.

–Aunque cada disco es un mundo independiente, he notado algunas conexiones entre 'Moon Mirror' y 'Lucky', otro de sus mejores trabajos.

–Muchas gracias por citar 'Lucky', es también uno de mis discos favoritos del grupo. Sí, siento una conexión entre ambos, sobre todo en el compromiso que teníamos mientras les dábamos forma. Había un nivel muy alto de concentración, quizá debido al punto en el que estábamos cada uno de nosotros en nuestras respectivas vidas personales. Al igual que las canciones de 'Lucky', algunos de los temas de 'Moon Mirror' pasaron por varias transformaciones hasta llegar a su resultado final.

–¿Es cierto que 'In front of me now', una de las grandes canciones del disco, la compuso mientras conducía? ¿La inspiración siempre le llega de esa forma tan directa o es algo que ha ido sucediendo más con el paso del tiempo?

–La manera en la que surgen las canciones es muy variada. Algunas empiezan de forma impresionista, casi como si se tratase de un sentimiento sobre otro sentimiento, pero en el caso de 'In front of me now', al igual que en el tema 'Moon Mirror', la idea apareció de manera instantánea y casi completa. Las letras tuvieron un proceso más largo, pero el concepto central de estas dos canciones estaba muy claro.

–¿Cuándo escribe una canción tiene en mente el papel que van a desarrollar el resto de sus compañeros en ella o es un proceso en el que prefiere que le sorprendan posteriormente?

–A menudo tengo un sonido en la cabeza, pero también estoy abierto por completo a que me sorprendan. Esa idea inicial me da una energía que muchas veces necesito para seguir escribiendo la canción hasta terminarla, pero intento no ser pretencioso al respecto. Por supuesto, si lo que se nos ocurre posteriormente no me parece tan bueno como había imaginado, trato de animarnos a seguir buscando. Por suerte, casi siempre llegamos pronto a algún sitio interesante. Al final, la magia de una banda es combinar ideas y energías.

–¿Dónde reside la clave para mantener la ilusión en su oficio? ¿Cómo puede uno escapar de la sensación de que ha dejado de ser algo casi mágico y no se ha convertido en un trabajo?

–Me siento muy afortunado de no haber tenido que buscar esa clave todavía. Me sigue pareciendo mágico lo que hago. El trabajo es todo lo que no es musical, es decir, la parte de logística y administración o salir de casa durante semanas para grabar o ir de gira, pero escribir canciones, cantar y tocar un instrumento son cosas que sigo haciendo por pura diversión. Tengo mucha suerte de dedicarme a lo que me dedico. He hecho de mi afición algo permanente y duradero.

–¿Cómo está yendo el salto de 'Moon Mirror' al directo?

–La reacción del público ante el disco ha sido tan positiva que estamos tocando más canciones nuevas que nunca. Creo que ya llevamos cerca de seis temas de 'Moon Mirror' en el repertorio.

–En 2026 se cumplirán 30 años de su primer disco. ¿Tienen pensado celebrarlo?

–Todavía no nos hemos organizado para pensar planes concretos, pero, sin duda, vemos esa fecha en el calendario y la tenemos en cuenta.

–Mi sensación como seguidor de Nada Surf es que me siento como en casa cada vez que escucho uno de sus discos. ¿Usted también nota ese tipo de emoción cuando compone?

–Es precioso lo que dices, te lo agradezco mucho. Sí, también me pasa. He pensado en esto sobre el escenario, pero también se puede aplicar al momento en el que compongo en mi habitación. He tenido muchas relaciones, trabajos y apartamentos durante estas últimas décadas, pero la sensación que comentas nunca ha cambiado cuando estoy delante de un micrófono o sentado con una guitarra acústica, un cuaderno, un bolígrafo y una grabadora. Esos lugares son el hogar al que siempre vuelvo.