Una nueva adaptación de Agatha Christie en 'Muerte en el Nilo'

Hoy tengo que empezar pidiendo disculpas (y por una vez no por los estrenos que tengo que comentaros). Hoy, a mi acostumbrada pertinaz y rutinaria prosa hay que sumarle la insustancialidad y previsibilidad, fruto de tener más prisa en acabar estas líneas que un adolescente con los hielos para el botelleo. Las esclavitudes del columnista llevan a que, a veces, el tiempo se te eche encima como un iceberg al Titanic. Así que, por favor, sed indulgentes con este borrador.

Reconozco que esta semana los estrenos están bastante bien (en contraste al texto que habla de ellos), empezando por una película americana, 'Coda', que es la adaptación de una deliciosa comedia francesa titulada 'La familia Bélier' (2014). Con que esté la mitad de bien que la original, merecerá la pena.

Aquí la acción se traslada a un pueblecito de Estados Unidos, en una familia de pescadores cuyos padres e hijo son sordos, y una hija es la que tiene que hacer las funciones de conexión con el mundo. Esa chica descubre su verdadera vocación en la música y tiene la oportunidad de construirse un futuro, pero fuera de esa cariñosa familia y ese familiar pueblecito. La risa suave está garantizada, igual que la ternura que despiertan unos personajes que dan ganas de llevártelos a casa. Más que recomendable.

Cuarenta y seis años después de su muerte, y tras haber vendido dos mil millones de copias de sus ochenta y cinco libros, Agatha Christie, la escritora de misterio más exitosa de la historia, sigue siendo adaptada al cine. En pantalla recuperan sus crímenes sin sangre pero muy violentos, sus paisajes de postal que esconden a Mordor, y las clases altas finas y educadas e hipócritas y rencorosas. Todo eso lo encontramos en una nueva versión de 'Muerte en el Nilo', en la que se molesta su director, Kenneth Branagh, en tratar de darle un barniz diferente (sin lograrlo, porque queda demasiado forzado).

El viaje a Egipto de una variada pléyade de personajes en un crucero por el Nilo, se ve perturbado por unos asesinatos que debe resolver el detective belga (no francés) Hércules Poirot. El film cumple con la tradición de llenar la película de estrellas y de ofrecer un divertimento para todos los públicos. Lamento decir que no está a la altura de la última adaptación para la pantalla grande, aunque gracias por participar.

'Primavera en Beechwood' es un 'Downton Abbey' con actores de 'The Crown' (creo que es el mejor resumen para que os podáis situar sin equivocaciones). En una mansión señorial de la campiña inglesa en el primer cuarto del siglo XX, conviven los señores y los criados, dos mundos paralelos pero que inevitablemente se cruzan. En esta ocasión el problema reside en que el heredero, y una peculiar sirvienta, se cruzan en la cama cuando él ya está a un paso del tálamo nupcial.

La ambientación, como es de rigor en las producciones británicas, es perfecta, y el reparto es espectacular, con Olivia Colman, Colin Firth y el notable y joven Josh O`Connor. El retrato es retrospectivo, como ya pasaba en 'Expiación' (2007), y eso es lo que le da un sello distintivo de otras producciones parecidas.

Jennifer López se conserva tan bien que es un insulto para todas las mujeres mayores de cincuenta años. Esta Jane Fonda de mediana edad ha construido un vehículo para su lucimiento en la comedia romántica (os sorprenderá que sea eso con su título) 'Casate conmigo'. En ella hace casi de sí misma, puesto que es una estrella del pop que decide que se casará con el primer hombre que ve en su concierto cuando su prometido hace bomba de humo. Por supuesto todo es tan previsible como esperáis y JLO apenas deja espacio para que se luzcan Owen Wilson, como improvisado marido, y el cantante Maluma, como marido a la fuga.

TRÁILER DE 'CASATE CONMIGO'

La soberbia actriz Olivia Colman hace doblete este viernes porque también la podemos ver en el dramón 'La hija oscura'. En ella hace de madre con un pasado complicado de relaciones filiales. La adaptación de una obra literaria está realizada con infinita precisión y uno hasta comprende a una mujer en las antípodas de las madres helicópteros, más bien madre trituradora.

Lo más destacable de la semana es que una española, Carla Simón, haya logrado el premio más importante del Festival de Cine de Berlín, el Oso de Oro, tras treinta y ocho años de sequía española con su película (que estoy deseando ver) 'Alcarràs'. Se confirma como una de las apuestas seguras para el futuro de nuestro cine.

Que tengáis una semana de cine.

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