Momo Cortés: «La música de Queen tiene alma»

–¿Dónde, cuándo y cómo nace su pasión por la música de Queen?

–A los diez años escuché la canción 'A kind of magic' y me volví loco. No podía creer que alguien pudiera cantar así, que pudiera transmitir tantísima vida. El sonido de la banda siempre me obsesionó, pero la voz de Freddie era lo que me tenía verdaderamente enganchado.

–¿Qué tienen de especial estas canciones para seguir enganchando a millones de personas sin importar su edad o sus preferencias musicales?

–La pregunta del millón. La música de Queen tiene alma. Hay una energía muy potente en ella que te invade. Supongo que tiene que ver con la forma en la que se hacía antes. Había mucho cariño en el proceso, tanto en lo compositivo como en la grabación. Todo eso y, por supuesto, la explosiva suma de los cuatro integrantes de la banda.

–¿Cómo surgió la idea de realizar este tributo?

–Tomando algo en un pub de Madrid. Había un piano, me animaron a tocar algo y acabé cantando 'Bohemian rhapsody'. Y con sección operística incluida ayudado por el público (risas). Entre la gente había un programador de una sala mítica de conciertos y me dijo que si tenía una banda me daba una fecha al mes siguiente. Yo tenía un grupo y, aunque no tocábamos temas de Queen, decidí aceptar y ponerme manos a la obra. En un par de semanas montamos todo el repertorio.

–¿Hasta qué punto hacen hincapié en la puesta en escena en el momento de preparar estos conciertos?

–Es un factor importante, sin duda. Digamos que es un aderezo. Pero mi visión de la puesta en escena implica ser nosotros mismos. La teatralidad es un factor determinante tratándose de Queen en general y de Mercury en particular. Me gusta llevar alguna ropa extravagante, pero huyo de los disfraces y las imitaciones calcadas. Siempre me han causado un poco de rechazo. Queen es inimitable. Me gusta tocar sus canciones como un homenaje a ellos.

–¿Cómo lleva a cabo el acercamiento a la figura de Mercury desde un punto de vista estrictamente vocal?

–Cada concierto es una prueba de fuego. Es necesario tener un entrenamiento vocal adecuado para alcanzar los tonos de Freddie. Su rango vocal era impresionante, pero yo destacaría su fuerza en el escenario. Ese es el verdadero reto para mí, conseguir transmitir la energía de las canciones de Queen, todo ello sugiriendo la figura de Freddie, pero sin dejar de ser yo mismo. No es tarea fácil.

–Más allá de los clásicos, ¿hay alguna canción que le sorprenda de forma especial la manera en la que conecta con la gente?

–Cada una tiene lo suyo. He visto a gente llorar cuando tocamos 'Love of my life' o 'The show must go on' y disfrutar mucho de momentos de subidón como 'Don't stop me now' o 'Somebody to love'. En mi caso, hasta los temas que menos me entusiasman de Queen tienen algo que me engancha. La verdad es que cantaría todos si me dejaran (risas).