![Mikel Izal: «Dudar y tener vértigo es parte de esta nueva aventura»](https://s3.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/09/27/194843425--1200x840.jpg)
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Desde que Izal anunció un parón indefinido en 2022, la sensación general era que su líder, Mikel, andaba con ganas de iniciar una aventura solista. Una intuición que se convirtió en realidad cuando, pocos meses después, el cantante y compositor navarro confirmó que estaba trabajando ... en un primer disco, 'El miedo y el paraíso', generando así una mezcla de curiosidad e ilusión en un público que, finalmente, recibió una recompensa plenamente satisfactoria. Mikel Izal no solamente había publicado un debut a la altura de los momentos más inspirados de la banda con la que se dio a conocer, sino que en él firmaba muchas de las mejores canciones de su carrera. Un sorprendente álbum que convenció a propios y extraños. Y con razón. Charlamos con Mikel.
Cuándo Viernes a las 22.30 horas.
Dónde laza de Toros. Lorca.
Cuánto 20 €.
–Aunque parece que fue ayer, hace ya casi un año de la publicación de 'El miedo y el paraíso'. ¿Cómo definiría este inicio tan especial de su etapa solista?
–Suena a tópico, pero empezar un proyecto nuevo y que tenga esta acogida es algo casi imposible. Siento que estoy viviendo un segundo milagro. Me siento infinitamente agradecido a la gente que ha seguido a mi lado desde entonces y a las personas que se han unido con este nuevo disco.
–¿Dudó durante los momentos previos al lanzamiento del disco acerca la forma en la que sería recibido o trató de alejarse de ese tipo de pensamientos?
–Dudar y tener vértigo era parte de esta nueva aventura. Era inevitable preguntarse cómo conectaría el público a nivel emocional con este disco tan personal y con los cambios de este camino, pero abracé la incertidumbre e intenté disfrutar de ella.
–Me gustaría profundizar en la puesta en escena de su primera gira solista, la cual apuesta por una contención y un minimalismo muy interesante.
–El hecho de empezar con una gira en auditorios fue lo que marcó un poco la dirección de la escenografía. Imaginé una puesta en escena algo teatral, por capítulos, apoyada en colores concretos que bañan cada una de las partes del espectáculo. Y eso lo mantuve, añadiendo más energía, en los conciertos de verano. Fue una apuesta arriesgada, pero quise mantener la esencia de los primeros pasos de esta gira.
–En sus conciertos establece una conversación directa consigo mismo y con el público. ¿Hasta qué punto entiende la música como un modo de diálogo activo a nivel interno y externo?
–Uso los conciertos para hablarme a mí mismo y luego hay gente que conecta con lo que me digo. Es lo mismo que pasa al componer canciones. Las hago para mí, para emocionarme, y después se produce la magia de que otras personas se emocionen con ellas.
–¿Siente que la gente que acude a sus directos va cada vez más a disfrutar de los temas de 'El miedo y el paraíso' por encima de los recuerdos que puedan darse de Izal en el repertorio?
–Creo que vienen a disfrutar de ambas épocas, como lo hago yo. Las canciones que escribí en la década de Izal las siento igual de mías y les tengo el mismo cariño, simplemente era otro proyecto, acompañado de otras personas, con diferente sonido y con otras formas de trabajar, pero a nivel compositivo las escribía de la misma forma que ahora y las siento igual. Eso sí, me reconforta que 'El miedo y el paraíso' haya podido soportar el peso de ser el eje central de los directos porque no era nada fácil.
–¿Qué tenían estos nuevos temas que se adecuaban más al formato solista que al de banda?
–Tenía desde hace mucho tiempo la idea de querer pasar página e ilusionarme con un nuevo proyecto y forma de hacer las cosas. Las canciones de este disco las escribí en un momento complicado y triste a nivel personal. Lo saqué todo fuera, me abrí como nunca, y tuve claro que este era mi primer disco solista.
–¿La composición de estas nuevas canciones funcionó entonces en esos momentos de su vida como una válvula de escape?
–Absolutamente, fueron terapia. Estos temas nacieron de las entrañas y eso genera un efecto muy poderoso en otras personas. Recibo mensajes de una intensidad emocional y una conexión con los sentimientos a los que apelan mis canciones que nunca había leído antes. Está claro que 'El miedo y el paraíso' ya no es mi disco, sino el de mucha gente. Y eso es bonito.
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