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Tras el tsunami de 'Padre no hay más que uno 3', este viernes se colocan los saldos que había en almacén, lo que nos ofrece un panorama más confuso que un Comité Federal. Tenemos una de acción vengativa, otra de risa española, un estiloso drama francés, algo de terror británico y una de humor de miedo nacional. Empecemos.
Liam Neeson abandonó hace tiempo su carrera como gran intérprete para forrarse haciendo de héroe torturado. El físico le acompaña, y entiendo que los ceros de los cheques que cobra y la facilidad de esas actuaciones, son argumentos más que suficientes para repetir el mismo esquema película tras película. Esta vez es un asesino a sueldo que se niega a cumplir un encargo y eso le condena a ser objetivo de sus colegas. Desde luego no podemos decir que nunca hemos visto este argumento de 'La memoria de un asesino'.
La esplendida Monica Belucci es el contrapunto femenino en este 007 marca blanca (por algo la dirige un director de la saga). El thriller tiene como elemento innovador que el asesino protagonista empiece a sufrir los síntomas del Alzheimer, quizás una bendición si sobre tu conciencia caen las muertes de decenas de personas.
'Un novio para mi mujer' nos retrotraerá a 'Como matar a la propia esposa' (1965) o 'Préstame a tu marido' (1964), dos obras menores del gran Jack Lemon, aunque es evidente que ni Belén Cuesta ni Diego Martín ni Hugo Silva, protagonistas de la película, están a su altura.
Un marido que no aguanta a su esposa decide que la mejor manera de deshacerse de ella es encontrarle un amante que se la lleve. Es un remake de una película argentina, y como en toda comedia los actores son fundamentales, y el trío de ases que usa hacen unos buenos trabajos, pues son comediantes de casta. El resto es exactamente lo que se espera, sin sorpresas. Para disfrutones no exigentes.
Los franceses, hasta cuando hacen cuentos de hadas, se ponen un poquitín trascendentes. Eso pasa en 'Alta costura', un drama sobre una costurera de una gran firma de moda parisina que acoge bajo su ala a una chica que le roba el bolso. El choque entre los dos mundos es el motor de la acción, y la relación materno – filial que se establece entre ellas es el camino argumental por el que transita. Una mezcla entre los personajes matizados de 'El diablo viste de Prada' (2006) y la pasión por el oficio de 'El hilo invisible' (2017).
Hay dos de terror entre los estrenos. 'Men' sitúa ese terror en paisajes idílicos, algo que siempre funciona, en medio de la campiña inglesa y dentro de un cottage, donde una mujer en busca de paz se instala, sin sospechar que sus fantasmas le perseguirán hasta el escenario perfecto para el té de las cinco. La brillante puesta en escena y algunos planos catapultan a esta película a una de las mejores del género de los últimos años. Es una pena que las películas de miedo nunca sean de mi agrado.
La comedia de terror española 'Hollyblood' sólo da miedo por lo mala que resulta. Es una apócrifa parodia de la saga 'Crepúsculo' porque vuelve a situar la acción en un instituto, cuyos alumnos están interpretados por treintañeros, donde el amor surge y los vampiros falsos y reales pululas por sus aulas. Con la calidad de 'Brácula' (1997) de Chiquito de la Calzada y el verismo de 'Al salir de clase' lo mejor que uno puede hacer por ella es no verla y dejarle en beneficio de la duda eternamente.
Las series de dibujos animados, si tienen éxito, llegan tarde o temprano a la pantalla grande. Eso es lo que pasa con 'Mia y yo: la leyenda de Centopía', hija de la animación alemana. Esta película está enfocada exclusivamente a los más pequeños de la casa y será la primera que pongan en los pases dobles de los cines de verano. Así podrán contemplar, antes de dormirse en los brazos de sus madres, la leyenda de una princesa queriendo entregar una piedra mágica para evitar que el mal triunfe.
Lo más destacable de la semana es el taquillazo (no por esperado menos sorprendente) en que se ha convertido 'Padre no hay más que uno 3'. El film nacional que más ha recaudado desde el año 2016 en su primer fin de semana. Las aventuras familiares paridas por Santiago Segura ya han tenido medio millón de espectadores, ha conseguido 3,1 millones de euros y supera a las dos anteriores. Una alegría necesaria para las salas.
Que tengáis una semana de cine.
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