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Mario Boville.
Mario Boville «Venderse a uno mismo no es plato de buen gusto»
Cantautor

Mario Boville «Venderse a uno mismo no es plato de buen gusto»

El cantante, compositor y guitarrista madrileño llega al Café de Alba de Murcia para presentar en directo las canciones de 'Semillas', su cálido y liberador estreno en solitario

Viernes, 24 de marzo 2023, 10:37

Hoy, a las 22.00 horas. Café de Alba. Murcia. 10 €.

La belleza abriéndose paso entre el misterio de unos primeros compases que huelen a niebla y fascinación. El despertar cegador de la cumbia y el son. Rincones por descubrir, brújulas por desnudar y vientos por conquistar. La libertad en una guitarra, la voz en la mochila y el destino en el retrovisor. En 'Semillas', el primer disco de Mario Boville al margen de los irresistibles Alpargata, encontramos a un artista sereno y analítico, entusiasta y atento, de tinta marina y aterrizaje a ras de suelo. Doce canciones que acarician e invitan a la reflexión, que aumentan el alcance de la mirada e inventan horizontes unificando tradiciones, versos, huidas y reencuentros. Hablamos con el cantautor madrileño antes de que presente este trabajo lleno de riqueza artística en el Café de Alba.

–Asegura que se enfrenta a esta nueva gira con una mezcla de ganas y nervios. De cara a su cita en Murcia, ¿cuál de las dos va ganando?

«Hay veces en las que las verdades entran mejor con una canción»

–Depende del momento y del día, pero supongo que pueden las ganas porque si lo hicieran los nervios no podría ni salir de casa.

–¿Qué es lo que más disfruta de estos conciertos orientados a generar una intimidad tan especial con el público?

–Me gustan mucho los lugares recogidos en los que el concierto se puede convertir en una conversación. Uno da energía, pero la recoge también del público y se da cuenta de cuando una canción está llegando. Puedes escuchar las risas de la gente y mirar a los ojos. Eso fue lo que me enganchó, por ejemplo, la primera vez que vi a Krahe, uno de los grandes maestros de la canción. Verle en concierto era como estar en el salón de su casa escuchándole contar historias.

–Presenta 'Semillas', su primer disco al margen de Alpargata. ¿Cuándo supo que estas canciones encajaban más en una propuesta solista?

–Venía con la idea de este disco en la cabeza desde hace bastante tiempo, pero no fue hasta el confinamiento cuando tuve la posibilidad de recuperar viejas canciones que se habían quedado fuera de los discos de Alpargata y grabar nuevas composiciones. Cuando quise darme cuenta había un disco con una unidad de temas que iban en esa dirección.

–Además de ecos orientales y africanos, el folklore latinoamericano late con una intensidad brutal en el disco. ¿De qué forma han impactado estos referentes musicales en su forma de componer?

–Me he dado el gusto de empaparme en todas mis influencias musicales, que van de la mano de los viajes que he hecho, principalmente por Latinoamérica, y los folklores que he recogido por el camino. La música va del lado de la vida y la acompaña. Más allá de la música como producto meramente comercial, siempre me ha interesado que cada pueblo tenga sus cantos, sonidos, ritmos y maneras de festejar. Si te fijas en las músicas de raíz, desde el jazz a la salsa, todas tienen en común que surgen del ritual en comunidad.

–Tengo la sensación de que en 'Semillas' están sus canciones más accesibles.

–Sí y no. De hecho, no es que sea un éxito masivo este trabajo, ni mucho menos. Podría comprarte que sea, dependiendo del tema, más accesible. Intento hacer la música que me gustaría escuchar, aunque no siempre lo consigo. Es cierto que algunas de estas composiciones eran demasiado suaves para el espíritu transgresor de Alpargata. Por otro lado, desde el punto de vista de la producción, la sencillez es intencionada porque es lo que pedían algunas canciones.

–Uno de los temas destacados es 'Señor Cacique', una fabulosa cumbia que ofrece una visión muy ácida y crítica con la parte más frívola de la industria musical. ¿El desahogo sabe mejor bailando?

–Escribir casi siempre ha sido un desahogo para mí y una manera de decir lo que no podía expresar de otra manera. Hay veces en las que las verdades entran mejor con una canción. Hablando de 'Señor Cacique' en particular, es cierto que tiene mucho veneno hacia cierto sector de la industria musical con el que no me identifico mucho, aunque se podría extrapolar a los oligarcas en general.

–¿Cómo es la vida del artista sin discográfica?

–Es la vida de la autoexplotación. El artista que se produce, se organiza la gira y se promociona a sí mismo. Por un lado, está bien tener esa libertad porque nadie te dice lo que puedes hacer o no. Por otro, es agotador física y mentalmente. Venderse a uno mismo no es plato de buen gusto. Lo haces porque lo tienes que hacer, pero a mí lo que me gusta es escribir, componer y tocar.

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