-kVHE-U902539189306X-1248x770@La%20Verdad.jpg)
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Sobre un impresionante promontorio rocoso, se yergue, casi en la frontera con Albacete, uno de los bastiones defensivos más inexpugnables del Iqlim (distrito) del Segura en los tiempos de dominación árabe. El antiguo camino de Celda a Socovos, hoy Cordel de Hellín, fue una importante vía de comunicación con el interior de la meseta, como demuestran los restos de los castillos de Celda, Socovos, Priego y Moratalla. Una línea defensiva en la que el castillo de Benizar, que hoy visitamos, era un enclave estratégico.
En un equilibrio imposible, se divisan desde lejos las murallas de la torre del homenaje, todavía en pie, que coronó el punto más alto del cerro amesetado en el que se instaló la población bereber, a la que atribuyen la construcción y el dominio de esta fortaleza hasta la reconquista cristiana.
Cómo llegar Desde Murcia, lo mejor es coger la A-30 en dirección a Albacete y continuar hasta la salida 91 (Jumilla / Calasparra / Caravaca). Sigan entonces hacia Calasparra por RM-714 unos 24 kilómetros y tomen la salida hacia Socovos. Continúen entonces por la RM-510 en dirección a Tazona. Pasada esta localidad albacetense, giren a la izquierda siguiendo las indicaciones de Benizar / Castillos medievales (B-30) y, en poco menos de 7 km., estarán en Benizar.
Recomendaciones La ruta es de algo más de 7 kilómetros y se puede realizar con niños. Lleven cuidado con los resbalones en las laderas, pues las últimas lluvias han descarnado el suelo y dejado muchas piedras sueltas. No olviden cámara ni prismáticos. Ni se les ocurra intentar trepar por una cuerda a la muela, lleva varias décadas ahí y correrían un grave peligro.
Dónde comer Rincón del Azahar. C/ Alameda, 3, bajo. Benizar (Moratalla). 690 098711. Cierra lunes y miércoles por la tarde. Especialidades: Asados al horno de leña y aperitivos variados (patatas gratinadas, oreja y calamar); dulces caseros (tortas de manteca, de nueces y de garbanzos) y pan casero. Precio medio: 15 euros.
Dispuestos a descubrir algunos de los secretos de los pobladores de este maravilloso enclave y también de los vecinos de esta parte de la Murcia despoblada que son los territorios moratalleros de Benizar, Otos y Mazuza, iniciamos la excursión con una parada de 'postas' en el Rincón de Azahar, un pequeño restaurante que comparte local y horno con una de las panaderías del pueblo, donde Jose, la propietaria, despierta nuestros sentidos con un café recién hecho y una torta de manteca que quita el 'sentío'. También las hacen de nueces (de Nerpio, por supuesto, nada de California) y de garbanzos.
Con energía más que suficiente en el cuerpo para ascender al Everest y un inmejorable sabor de boca, descendemos por la avenida Teleclub, hacia el paseo que lleva a la fuente de Benizar y junto al arroyo del mismo nombre. Pasarán junto a dos lavaderos, uno, nada más echar andar y, otro, cuando cojan, a la izquierda, el paseo fluvial. Precisamente esta semana han estado las vecinas del pueblo borrando las huellas de las últimas e intensísimas lluvias, que habían colmatado de barro la enorme pila y ellas han dejado como nueva. Desfilarán también, ya rodeados de naturaleza, junto a la Fuente Fresca, un manantial que alimenta el arroyo.
Territorio con abundancia de agua, unos cientos de metros más arriba se toparán con la Fuente de Arriba o Mayor, una zona habitada desde los inicios del hombre, como demuestra la presencia de petroglifos; también pasarán junto a una zona plagada de adelfillas, ahora en flor. En los primeros tramos, el camino coincide con la senda que conduce al Rincón de los Huertos, pero deben desviarse a la izquierda para salir a la carretera y atravesarla. Un cartel indica el sendero que deben coger a la izquierda de la carretera (pone Castillo de Benizar). La senda se bifurca, pero cojan el ramal de la izquierda para, atravesando el arroyo, iniciar la ascensión.
Si miran al suelo, podrán ver fósiles marinos como nummulites y erizos, no en vano esta zona estuvo cubierta por el mar hace millones de años. Las últimas tormentas han erosionado la ladera y complicado la ascensión, pero en los laterales encontrarán terreno más estable para ir subiendo. Antes de darse cuenta, se encontrarán a los pies de la impresionante fortaleza, que contó con dos recintos amurallados. Un primero, que rodeaba la zona amesetada y en el que hubo viviendas; y un segundo, inaccesible, en el que se construyó la torre del homenaje.
Para subir al primer cuerpo de la fortaleza, deben coger las escaleras que aún permanecen en pie. Una entrada, hoy abierta, que estuvo protegida por un estrecho acceso y dos torres de las que apenas quedan huella. Paseen por la meseta reconvertida en las últimas centurias en campo de almendros y circunden la gran muela. Si son observadores, podrán encontrar algún otro petroglifo de los primeros pobladores: un calderón que parece irradiar rayos. También en esta zona podrán ver los restos de los aljibes con los que los pobladores garantizaban su suministro de agua cuando eran sitiados y no podían bajar a la fuente. Párense un rato y disfruten del paisaje infinito que les sirve a sus pies este altozano, con el Calar de las Cuevas de Benizar al noroeste; Los Calaricos y la Sierra de la Muela, al sur y sureste; y, al norte, el Calar del Incol que marca el límite regional.
Si son amantes de la geología, aquí podrán viajar cientos de millones de años en el tiempo y observar las formaciones de distintas eras. Y si se decantan por las aves, quizá tengan la suerte de ver a los roqueros solitarios y que, con sus vuelos, les alegren la mañana.
De vuelta a Benizar, deben coger la senda que, a la izquierda y en descenso, les llevará en dirección a las antenas, atravesando un nutrido bosque y sirviéndole en bandeja la inusual vista del castillo de Benizar desde el flanco oeste y, avanzando por la pista, una visión espectacular de la umbría de la Muela y el Arroyo del Bañador. Y si son observadores, verán que pisan fina arena de playa con millones de años.
Cuando la senda se transforme en pista síganla hacia la derecha y, al segundo cruce, estarán en el collado de Benizar. Sigan por la izquierda y, en un empinado descenso llegarán a la carretera de acceso a Benizar.
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