'Una joven prometedora', una promesa de Oscar

Como nos han puesto más holgada la correa de las restricciones os sugiero que uséis esa hora de más en ir a ver estrenos. Podremos recuperar los últimos pases para irnos a la cama saboreando cine.

Hoy, con cinco nominaciones a los Oscar, se ha colado una rareza británica de humor macabro titulada 'Una joven prometedora'. Es la historia de una particular venganza (raro ver una de venganzas sin Liam Neeson) que realiza una chica usando como arma cosas sacadas del sueño caliente de una despedida de soltero. La chica está a cargo de Carey Mulligan y su trabajo le ha valido la nominación a mejor actriz.

La guionista y directora, Emerald Fennell, ha conseguido la proeza de ser candidata al Oscar en esa categoría, y os sonará a los seguidores de 'The Crown' (Netflix), porque es la actriz que hace de la odiada Camilla, especialmente detestada por los defensores, con razón o sin ella, de la insustancial Lady Di (legión de haters que encabeza un muy buen amigo mío, que algún fallo debía tener). No os voy a mentir, es una película extraña que bordea diversos límites en muchas ocasiones y, aun siendo buena, es menos buena de lo que se creen. Le debe mucho en tono y estética a 'Yo, Tonya' (2017), que me pareció más auténtica.

Desde que los guionistas se quedaron sin ideas es frecuente adaptar videojuegos de éxito como 'Mortal Kombat' (serviría de título para las elecciones madrileñas) que se estrena hoy, saga que pretende reiniciarse con esta película. Por una vez los fans no se sentirán decepcionados y los legos en la materia disfrutaremos con una de acción bien hecha.

Va de un guerrero que no conoce su destino, que evidentemente es (sorpresa) salvar a la humanidad. La película mezcla con acierto acción, fantasía, artes marciales y casquería. Para los que acabamos de llegar a estos juegos lo que más nos llama la atención es el tema de las luchas cuerpo a cuerpo, que parecen coreografías del Bolshoi.

Ahora toca película de egoísta gruñona enfadada con el mundo que cambia gracias a la acción benefactora de la gente buena. En 'Una veterinaria en la Borgoña' eso le pasa a una chica recién licenciada, que debe abandonar su querido París para volver a su remoto, rústico y detestado pueblo para cubrir una vacante de veterinaria. Nos recordará al médico confinado a trabajar en una remota localidad en 'Doctor en Alaska', al que habría que sumar el carácter misántropo del médico de 'House'.

Misantropía y mala leche son las bazas con las que juega para hacer reír en esta comedia con moraleja. La ternura la ponen los animales y la empatía la relación con los lugareños. Un taquillazo en Francia. Mensaje de exaltación del buen salvaje rusoniano llevado a la Francia vaciada.

Desde hace un tiempo las religiones han comenzado una contraofensiva fílmica ante tanto ateísmo militante. Empezaron las producciones de los evangelistas norteamericanos (no os habéis perdido nada), y ahora nos llegan dos obras de exaltación católica. Una es 'Amanece en Calcuta', un excelente documental español sobre el legado de Santa Teresa de Calcuta, con un laborioso trabajo de documentación. Lo que le sobra, igual que a la siguiente, es esa música como de coro de ángeles a lo 'Ben-Hur' (1959).

'Vivo' es el otro documental español con alma de mormón llamando al timbre. No confío yo mucho en el proselitismo para la conversión, pero aquí hay cuatro testimonios de gente que jamás habían pensado acercarse a la religión y que, sin embargo, en ella han encontrado la felicidad y las respuestas que buscaban. Eso lo dijo mucho mejor cuatro siglos antes Lope de Vega en uno de los poemas más hermosos del español, «Mañana le abriremos». Contraindicada para ateos.

A los autores de la animada '¡Upsss 2. ¿Y ahora dónde está Noé?' deberían aplicarles el agravante de reincidencia porque la primera parte sobre estos bichos en el Arca ya era mala. Debería estar prohibido proporcionar estos nuevos aparatos de tortura a los servicios secretos.

El cine es seguro. Que tengamos una semana de cine.