![Jazz entre las palmeras de Santiago y Zaraíche](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/202010/09/media/cortadas/154164817--1248x1042.jpg)
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Habitualmente asociado a palabras de concepto tan difuso como libertad –sobre todo en estos tiempos de la mentira; perdón, posverdad–, numerosas han sido las sentencias vertidas acerca del jazz. Desde la célebre de García Lorca al afirmar que «las únicas cosas que Estados Unidos ha dado al mundo son los rascacielos, los cócteles y el jazz» a la inquietante «el jazz siempre ha sido como el tipo de hombre que no te gustaría para tu hija», de Duke Ellington; la irónica de Lou Reed («Si tiene más de tres acordes es jazz») o la entusiasta «en cierto modo la vida es como el jazz: es mejor cuando improvisas», vertida por George Gershwin. Sea como fuere, será este género de lindes borrascosas el gran protagonista musical del fin de semana murciano, gracias al SayZa Jazz, festival de pequeño formato y acceso libre que tendrá lugar entre hoy y el festivo lunes en la pednaía de Santiago y Zaraíche (Centro Municipal y El Palmeral), con cinco conciertos en cuatro días y pleno de artistas regionales de calidad.
Será el trompetista cartagenero Pedro Núñez (hoy, Centro Municipal, 21 horas) el encargado de romper el silencio al frente de su quinteto. La suya es la vertiente menos vanguardista de lo que a principios de los 90 se llamó 'modern creative', que no deja de ser otro modo de denominar al jazz de fusión, que en este caso llega hasta orillas del flamenco.
El sábado habrá jornada doble con el directo de Quiá (Centro Municipal, 21 h), sexteto que recrea de manera bastante académica los sonidos del jazz rock de finales de los 60 y primeros 70 que crearan bandas como Weather Report o Return to Forever y solistas de la talla de Chick Corea, Jack DeJohnette, Billy Cobham o Wayne Shorter, así como la música libérrima de Fictoria (El Palmeral, 12.30 h), el dúo formado por los hermanos Jesús y Esther Eu, con base en la bossa nova y destino donde el 'flow' demande.
«Me pidió Javier [González Soler, director del festival] que lo definiera y le dije bossa mediterránea», señala Esther, «pero nosotros nos basamos en la improvisación, llevamos un repertorio y nos sentimos muy libres a la hora de afrontarlo. La bossa nova es bonita ya desde su historia y su origen etimológico: es una tendencia al juego, a lo diferente, a nuevas formas de expresión». Jesús, también guitarrista del grupo Bosco, completa el concepto de Fictoria. «En el fondo, se parece bastante al perfil del cantaor con el guitarrista, si el cantaor pega un quiebro y se va para otro lado, el guitarrista lo va siguiendo. Y aquí jugamos un poco así, yo hago de escudero a veces y si ella de repente en medio de una canción se va de viaje, pues nos vamos de viaje. Este proyecto tiene esa facilidad, si fuéramos un grupo ya sería otra historia, habría que ensayar y esas cosas que no me gustan nada».
Viernes, sábado, domingo y lunes. 12.30 y 21.00 h
CM y El Palmeral de Santiago y Zaraíche. Entrada libre.
Si hay un músico en Murcia tan embebido en el universo de los acordes que olvida cualquier otro aspecto, ya sea de promoción, imagen o comunicación, este no es otro que el sensacional guitarrista y productor Juan Antonio Hurtado, conocido en el mundillo como Sopas. Al Palmeral llega el domingo a las 12.30 horas al frente de otro de sus diversos proyectos, el trío Trifurkazz, con Toni Marín al bajo y Juan A. Orengo a la batería. Habitual en propuestas de terceros, desde grupos ya desaparecidos como Limehouse o Caro Ceice hasta la dirección musical de la compañía Ferroviaria o al actual universo etéreo de Elena Sáenz. Conocida su habitual búsqueda de la esencia, cabe hablar de ruido e intensidad minimalista.
De Santiago Campillo y Miguel Bañón (lunes, Palmeral, 12.30 h) poco queda que añadir. El que fuera miembro fundador y guitarrista de M Clan hasta la gira posterior de 'Sin enchufe', y el cantante, guitarrista y líder de Los Marañones –tres décadas en activo y trece álbumes publicados–, además de manejar otros proyectos paralelos como Bang!, Oh! Brother o su aventura solista como Huracán Bañón, le atizan al blues rock como si no hubiera un mañana, siempre dejando espacio a puntuales incursiones por territorios cercanos al country y el folk americano.
Bañón y Campillo ya tuvieron una banda conjunta, tras la convulsa salida de este de M Clan, llamada Los Lunáticos, con la que llegaron a publicar dos álbumes de rock aseado y radiable, aunque no encontraran la respuesta esperada. Bañón & Campillo es virtuosismo y calidad para una propuesta de acceso pulido, que se sale un tanto del jazz y que llega de parte de dos músicos veteranos y bien apreciados.
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