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Hitler quiso que el famoso violonchelista español Pau Casals tocara ante él. Fue durante la Segunda Guerra Mundial, en la Francia ocupada por los nazis, ... cuando el músico exiliado desde enero de 1939 en el país galo recibió la invitación para actuar ante el dictador alemán. Este momento concreto de su vida lo han convertido Juan Carlos Rubio y Yolanda García Serrano en la obra 'Música para Hitler' que se representa este sábado en el Teatro Villa de Molina.
Cuándo Sábado, a las 20 horas.
Dónde Teatro Villa de Molina.
Cuánto Entradas: 18 euros.
Un cuarteto de intérpretes encabezados por Carlos Hipólito encarnan los cuatro personajes de este drama. El propio Hipólito asume el papel de Pau Casals, uno de los músicos más destacados del siglo XX y reconocido por su activismo en defensa de la paz y los derechos humanos; Kiti Mánver se convierte en su pareja, que acompañó al músico en el exilio. Les acompaña Marta Velilla en el papel de la sobrina del artista; y Cristóbal Suárez es un oficial nazi que visita al músico con el ofrecimiento de Hitler.
En aquel momento histórico, Casals estaba alojado en Prades a los 66 años. Desde allí había volcado sus esfuerzos en ayudar a miles de compatriotas, también forzados a abandonar España y hacinados en campos de trabajo cercanos. Los nazis vigilaban al artista, que ya había expresado años antes su negativa a actuar para los nazis. Así, la obra se sitúa en el momento en el que se plantean los conflictos íntimos que brotan a partir de la disyuntiva del músico, que sabe que negarse a actuar ante Hitler podría acarrearse terribles consecuencias. Se destaca también la posición del militar, un violochelista convertido en soldado, que se debate entre la admiración hacia su ídolo Casals y su deber militar como soldado.
En torno a ellos actúan el personaje de la pareja del músico, una exalumna suya con quien mantiene una relación en secreto y con la que no puede casarse porque su anterior esposa no le concede el divorcio. Asimismo, la sobrina del artista, que le acompaña también en el exilio y admira a su tío: insiste en sacarlo de Prades ante la amenaza que representan los nazis.
Rubio y Serrano recrean unos hechos reales y enriquecen, desde la ficción, aquellos momentos dramáticos en lo personal y en lo histórico. Según los mismos, poco importa si los detalles de lo que se cuenta fueron enteramente reales o no, sino que la obra busca llamar a la reflexión para «no cometer errores pasados» en un momento en el que «la realidad nos puede llevar a ser incapaces de negarnos ante determinados abusos vestidos de normalidad», detalla Juan Carlos Rubio. Para él, la historia es una ocasión para analizar cómo «responder un sí o un no puede marcar la diferencia, algo que se quiere llevar al momento actual».
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