Un genial cazador de canciones llamado Robe Iniesta

Al fin y al cabo, ¿por qué esquivar la impresión que provoca una de las figuras más relevantes , talentosas e influyentes del rock español? Ya sea al frente de los fundamentales Extremoduro o en una carrera solista que se afianza con la furia de un maremoto incontrolable y desafiante, el maestro de Plasencia ha firmado una abrumadora cantidad de temas que forman parte indisoluble del ADN de varias generaciones. Y las que vendrán.

FRASES CLAVE

• 'El hombre pájaro' «He venido a decirte que estaba abrazado tan fuerte a la nada que he perdido el contacto con mi piel»

• 'Viajando por el interior' «Si ves que empiezo a temblar átame con cadenas que tengo miedo de la luna llena»

• 'Nada que perder' «No puedo perder nada, que vengo de la nada y solo vivo provisionalmente»

• 'A la orilla del río' «Me deshojaría por ti, aunque no quieras venir, que yo no entiendo de distancias»

• 'El poder del arte' «Se hizo la luz en el infierno y todo gracias a nosotros dos que estábamos luciendo»

• 'Haz que tiemble el suelo' «No pienso volver a cumplir ninguna condena de ahora en adelante, no quiero tener que elegir entre una vida entera y un único instante»

• 'Puntos suspensivos' «Recuérdame de qué está hecha la vida que a veces se me olvida la razón»

• 'Ininteligible' «Quiero decirte que empeñé todo mi tiempo en describir un paraíso en un papel donde podamos vivir y nada sea ininteligible»

• 'Adiós, cielo azul, llegó la tormenta' «Hay una playa sin final y unos músicos tocando y hasta el mar parecía disfrutar mojándonos los pies»

• 'Esto no está pasando' «Vamos a morir luchando»

Un poeta de guitarra rabiosa, un prestidigitador de la sangre, el veneno, la calle y la belleza, un alma libre de melena agitada, un autor con mayúsculas, un Don Quijote de aire despistado al que no le tiembla el pulso cuando observa la estatura de los molinos, un genio que sigue cantando para espantar los fantasmas e iluminar los campos de trigo y aceras. Hablar de Robe, el apellido ya queda dicho y algunos nombres cuentan con el suficiente eco como para no necesitar ninguna muleta, es hacerlo de un tipo de sensibilidad extraordinaria que ha sido (y es) espejo y reflejo para decenas de creadores que fijan en los talones de su repertorio la distancia exacta que les separa del firmamento que esperan alcanzar.

Tratar de resumir su figura en algunos títulos se antoja un imposible, pero, por si alguna persona despistada ha caído por estos lares en busca de orientación para introducirse en el particular y personalísimo mundo de este creador superlativo, señalemos las paradas obligatorias del trayecto. Con Extremoduro, formación legendaria a la que solamente la faltó una despedida en condiciones para subrayar un recorrido de matrícula de honor, Robe entregó, como mínimo, cuatro obras maestras: 'Deltoya' (1992); 'Pedrá' (1995); 'Agila' (1996); 'Yo, minoría absoluta' (2002); y 'La ley innata' (2008). Discos que justifican toda una carrera.

Posteriormente, ya en su etapa solista, el placentino ha ido poco a poco creciendo hasta alcanzar con el impresionante 'Mayéutica' (2021) y el reciente 'Se nos lleva el aire', sensacional trabajo que presentará en su esperadísimo concierto de este sábado en el espacio Nueva Condomina de Murcia, el nivel de sus mejores tiempos. Aunque, en realidad, la senda artística de Robe no entiende de sombras. Las grandes canciones siguen volando y él, a su ritmo, con la mirada encendida, sigue cazando.