El emocionante recital de Héctor Alterio sobre su 'pequeña historia'

Es una comunión y celebración sobre el escenario, donde promete una noche de goce con todos los sentidos, entre el amor y el humor, siempre presente. El vehículo para lograrlo, la mano del actor que sabe atravesar con su voz inigualable, y la sensibilidad de la música en manos de Juan Esteban Cuacci, casi como un cómplice, que lo acompaña desde el piano para multiplicar la sensibilidad.

La poesía en la que fue tallado desde niño, el lenguaje del tango y la emoción de todos estos años son los ingredientes de este cóctel que cuenta con la dramaturgia de Ángela Bacaicoa, su compañera de vida. El resultado es el relato de cómo Héctor, en 1974 y apenas cuarenta años, se vino a España para presentar una película y, cuando quiso volver, ya no había aviones de regreso para él.

Así fue como Madrid se convirtió en su cárcel y su salvación. En ese momento de su vida tuvo que acomodarse a otros escenarios y cambiar su acento, enfrentándose al dolor del exilio. Casi como un sostén en esos años, se dejó conmover por los poemas de León Felipe, que como él, era un hombre de teatro y exiliado político. Se convirtió en un trovador, recorriendo el país y recitando versos del español que también hizo suyos. Así, algo de España y algo de Argentina dieron lugar a una carrera de más de 70 años a la par que su misma vida.

El hombre que protagonizó decenas de películas, series y obras de teatro a uno y otro lado del Atlántico, sin perder nunca del todo su acento porteño, vuelve a demostrar, a través de una retahíla de historias, poemas y canciones, que sabe transmitir, crear atmófera y contar su historia.