'Doctor Strange', Marvel vuelve a la carga

Ahora que España se ha convertido en la sede central de la T.I.A., me siento un don nadie porque no me espían. Yo aquí haciendo críticas de cine que leen los incondicionales (gracias a Dios que vengo de una familia numerosa), y sin saber que si pusiera palabras clave como «Ceuta», «Marruecos», «Sahara» o «Pegasus» tendría una audiencia millonaria de agentes desentrañando si de lo que hablo son de estrenos o si mando claves cifradas a la Legión.

Nosotros a lo nuestro, que es que sepan todo de nosotros las empresas de nuestros móviles, que ya son como de la familia, y hablar de cine. Encima de cine con letras doradas (no con mayúsculas), es decir, del realizado con más dinero que el yate de un oligarca ruso. Hablo de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'.

Con esta década empezó el declinar del proyecto 'Vengadores' de Disney y sus adaptaciones de los héroes de los comic, pero aún brillan con luz propia dos de sus mejores creaciones. Una es Spiderman y la otra es este Doctor Strange, sin duda el más extravagante de los personajes del universo Marvel. Un mago que trasciende el tiempo y el espacio, una mezcla de Merlin, Sheldon Cooper y Sherlock Holmes.

No es la más aterradora pero sí la más oscura de la saga, con dos de los mejores intérpretes de ella, Benedict Cumberbatch y Elizabeth Olsen, y es uno de las más alternativos films de la serie. Sus delirantes efectos la hacen visualmente impactante, y es un eslabón necesario, estética y argumentalmente, entre lo que nos ha dado y lo que nos dará Marvel (que sigue siendo el Real Madrid de las taquillas).

Todos nos hemos preguntado cuando vemos a alguien haciendo porno cómo irán luego a su casa a cenar en Nochebuena, y qué responderán cuando le pregunten cómo va el trabajo. Pues en 'Red Rocket' dan una posible respuesta. En ella una estrella del cine X venida a menos (si eso es posible), vuelve a su pequeño y destartalado pueblo, que encima esta en Texas, para descubrir que su reinserción es más complicada que la de un preso reincidente.

Es una película que parece patrocinada por una crema para tatuajes, con un retrato descarnado de la llamada basura blanca, votante de Trump, aficionada a la NASCAR, y carne de tronistas. Pero es más que una comedia sobre algo serio. Es una buena película independiente que aporta una mirada diferente. No pontifica ni lanza moralina. Lo de menos es a lo que este hombre se dedicaba, sino lo que había hecho con su vida cuando se apagaban las cámaras y se subía los pantalones, que era un desastre absoluto, al que casi se le perdona por ser un sinvergüenza simpático.

Cuando a un artista se le conoce simplemente por su nombre de pila es que es inmortal. Pasa con muy pocos, y uno de esos casos es el de Miguel Ángel. Un genial hombre multifunción del renacimiento, ciclotímico, insoportable e incansable. Su figura es asaltada por el drama italiano 'Miguel Ángel (el pecado)', que lo retrata en sus últimos años afrontando el proyecto de la tumba de su mecenas y protector Julio II. Los estudiosos la califican como «La tragedia de la sepultura», por los suplicios que paso Buonarroti para concluirla. Sin embargo él lo consideraba su mejor trabajo.

Esta especie de segunda parte de 'El tormento y el éxtasis' (1965), nos hace acompañar al artista en su búsqueda del mármol perfecto y verle navegar entre las luchas y conspiraciones en torno al papado de esa época (tan fiables como Rusia). La gran aliada de la cinta son los paisajes, y es que fotografiar Italia siempre supone dopar las imágenes.

La animación europea está representada en nuestra cartelera por '¿Dónde está Anne Frank?' Una película belga de mayor virtuosismo en la historia que en su desarrollo gráfico, lo que es casi un delito en el país del cómic. Revisión desde fuera de la historia de Anne Frank, a través de una amiga imaginaria que cobra vida en la actualidad. Demasiada homilía sobre el legado de la autora del diario más famoso.

Lo más destacable de la semana ha sido algo personal, puesto que he vuelto a ver la maravillosa 'Capitanes intrépidos' (1937), rodada en glorioso blanco y negro. Las aventuras de ese insoportable niño transformado en un barco pesquero que le rescata de morir ahogado está llena de interpretaciones geniales, de ritmo, y de esa banda sonora que ha pasado a la historia. Gracias a La 2 por sus clásicos de los lunes por la noche.

Que tengáis una semana de cine.

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