Tom Cruise lo da todo en 'Top Gun: Maverick'

Este viernes es viernes de gallinas, que es como llamo cuando un mega súper maxi hiper blockbuster llega a las pantallas y nadie se atreve a competir. Los otros estrenos directamente se apartan de la carretera esperando mejor ocasión. No es para menos si a lo que te tienes que enfrentar es a un revival de un mito de los ochenta, a 173 millones de dólares de inversión, a la Marina de los Estados Unidos y al motivadísimo Tom Cruise.

'Top Gun: Maverick' es la arrolladora continuación de los personajes y situación de 'Top Gun' (1986), un taquillazo de impresión en los lejanos ochenta, que consolidó a Cruise como un sex symbol y una de las más grandes estrellas de Hollywood, puesto en el que sigue a esta hora. Eso demuestra que por mal que me caiga, por excesivo que me parezca, a pesar de creer en las majaderías de la ciencología, es un excelente profesional.

Una vez más nos encontramos con un puñado de pilotos de primera línea de la Marina de los Estados Unidos que deben ser entrenados por un instructor tan especial como Cruise (otro que no envejece, parece más joven que sus pupilos). Se mezcla la loa al ejercito con las historias personales de todos ellos, incluido el encuentro del protagonista con el hijo de su amigo fallecido. Pero como en la primera, lo más impresionante son las espectaculares escenas de los vuelos. Perfecta para conseguir voluntarios para la Academia de San Javier.

Jules Maigret es un inspector inventado por el belga George Simenon, conocido como el hombre de las 10.000 mujeres y los 400 libros (qué agotamiento). Sus novelas están escritas con virtuosismo y en sus tramas policiacas, grises y ambiguas, no hay casi lugar para tiros, ni tampoco para reuniones de sospechosos como las de Agatha Christie.

Este Pepe Carvallo francés sin escabrosidades, es interpretado en 'Maigret' por el inmenso Gerard Depardieu (otro que reniega de su amistad con Putin). El desencadenante de la historia es el asesinato de una mujer a la que nadie conoce ni nadie sabe quién es. La película es contenida y quirúrgica, haciendo que discurra fluidamente la investigación para que el espectador no se pierda.

Mi tía Pepita nos cantaba la canción de los cinco lobitos cuando nos costaba dormirnos, y creo recordar que funcionaba. Era un placebo muy adecuado para los infantes, pero quizás no funciona igual para las madres, que de pronto descubren que siguen siendo hijas a pesar de tener ya descendencia.

Eso le pasa a la protagonista de 'Cinco lobitos' que, con su bebe en brazos, vuelve al hogar paterno y allí se percata que no hay seguridades ni siquiera después de haber parido. Es un excelente drama español, que triunfó en el Festival de Málaga, con actores sobresalientes y que pega un pellizco al corazón. Una radiografía de lo que es ser madre (algo de lo que nadie te indulta).

'El comensal' es una de las infrecuentes incursiones al mundo de ETA realizadas por el cine español, en esta ocasión con el guión y la dirección de Ángeles González Sinde, que sigue demostrando más talento para lo primero que para lo segundo. Aun así es el relato en dos tiempos de la consecuencia de un asesinato etarra. Por un lado 1977, el momento en que asesinaron al abuelo de la protagonista, y por otro el 2011 cuando ella, ya adulta, se ve obligada a entender no sólo lo que pasó, sino lo que supuso para su familia aquello. Un drama poderoso de diálogos fuertes.

Fantasía y acción a partes iguales encontraréis en el anime 'Jujutsu kaisen 0'. Si no se es seguidor de la serie (que es lo que me pasa a mí, que la conozco tanto como Trump la moderación) andarás un poco perdido todo el tiempo. Puedes disfrutar de la otra forma de hacer animación de los japoneses, e incluso asombrarte de la imaginación para el fantástico de la película, pero no llegarás a conectar con un mundo con el que hay que comulgar para poder gozarlo plenamente. Una academia de hechicería y adolescentes haciendo conjuros y enfrentándose al mal os sonará a Harry Potter, pero es algo más.

Lo más destacable de la semana la nueva ley audiovisual española que se aprobó ayer. Para algunos puede ser la sentencia de muerte del cine independiente nacional, o eso denuncian los productores independientes, al dar esa calificación a entes industriales poderosos, que sí se benefician de esta nueva legislación. Esta vez ganó (como casi siempre) Goliat.

Que tengáis una semana de cine.

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