'El cover', musical español ideal para el verano

Metidos de lleno en la harina del verano (y a una semana de pillarme mis abusivas vacaciones), el cine sigue siendo el mejor refugio del calor sahariano y de este COVID que nunca muere, que parece el malo de 'Teminator' (1984).

Por eso es aconsejable la película que se ha atrevido a dirigir un cómico que nunca me ha hecho gracia pero que me cae bien, Secun De La Rosa, a la que ha titulado 'El cover'. Os voy a ahorrar buscar la definición en la RAE porque no está, pero yo os digo que es lo que hacen esas bandas y artistas que versionan canciones de otros. Aunque os parezca increíble hay gente que vive de esto, y si no id a Benidorm y lo comprobáis, es un Las Vegas de andar por casa donde transcurre la acción del film.

Es la historia de todos esos camareros/cantantes que viven de ilusión, de malos sueldos, de trabajos precarios y de los aplausos de turistas pasados de sangría. Lo singulariza en un chico interpretado por Álex Monner, que casi se ve obligado a luchar por ese sueño apartado cuando se enamora. Los impecables veteranos Juan Diego y Carmen Machi completan un relato con carencias, pues se nota que es primeriza, pero cuyos personajes te enternecen y te permiten olvidar lo que le falta. Todo el metraje tiene sabor a tiempo de Diputación Permanente, becarios en las radios, hoguera de San Juan, verbena playera y a novi@s de verano. Un canto de amor a la música de trinchera.

'Space Jam. Nuevas leyendas' es la segunda parte de 'Space Jam', estrenada cuando aún se llamaban dibujos animados a la animación. Mezclaba imagen real con animadas, y mezclaba a los personajes de los míticos Looney Tunes con estrellas del baloncesto, lo que garantizó su éxito.

Aquí se repite formula, con el simpático y caradura conejo Bugs Bunny como maestro de ceremonias y a la estrella de la NBA, LeBron James, sufriendo todas las tribulaciones a las que les somete el come zanahorias. Si os gusta el basket y los dibujos ya tenéis película, aunque tras verla a mí lo que me dieron ganas es de ver otra, que juntaba realidad y dibujos, la acertadísima '¿Quién engañó a Roger Rabbit?' (1988).

Lo que ahora viene es lo que decían en 'Algo para recordar' en el lejano 1993 (antes de que fuera micro machismo) «una película de tías». En realidad va mucho más allá, así que no saltéis estos párrafos por muy machotes que os sintáis, porque 'El viaje de sus vidas' es un melodrama, sí, y está protagonizado por mujeres en la mediana edad, sí, pero os tocará a todos si la veis.

Cuatro amigas inician un viaje cuando una de ellas muere, para recordar su viaje por Europa interrumpido años antes. Con las aventuras y desventuras que padecen descubrirán que a pesar de los años no son tan distintas ni en sus miedos, ni en sus ilusiones ni en sus alegrías. Esta película póstuma de Kelly Preston es una comedia inglesa de sentimientos medidos, que obviando ciertos subrayados, se deja ver con agrado a pesar de su sabor a telefime alemán de sobremesa.

Christian Clavier hace de un detective torpe, remedo de Clousseau, que ya venía a ser el hindú de Peter Sellers de 'El guateque' (1968) metido a policía, en la francesa con aire setentero 'Misterio en Saint Tropez'.

Todo transcurre en una lujosa mansión donde sus millonarios dueños creen que su vida está amenazada y recurren al único detective que no estaba de vacaciones para realizar una investigación que pretenderá ser hilarante sin lograrlo. Desafortunado intento de mezclar a Louis de Funes y de imitar a la saga de la Pantera Rosa, quedando más cerca de Mortadelo y Filemón.

Vamos acabando con una de terror alemana. En 'Wrong turn, sendero al infierno', un grupo de jóvenes convenientemente hormonados se van de senderismo por sitios recónditos y se dan de bruces con un grupo de lugareños no muy amistosos, seres míticos y sanguinarios.

Ya sabéis lo que os vais a encontrar: sexo igual a muerte, ruido extraño igual a susto de gato, cámara al hombro igual a supuesta verosimilitud. En la línea de 'Delivarance' (1972) o 'El hombre de mimbre' (1973).

El cine es seguro. Que tengamos una semana olímpica de cine.

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