'Camera café' y 'Operación Fortune', risas sin filtros

En el último mes el Kremlin se ha convertido en Mordor, el himno ruso en la marcha imperial, las SS en una Z y Putin en Voldemort. El cine es imitado por la vida, por eso siempre os digo que vayáis a ver la novedades que llegan a nuestras pantallas, mañana pueden ser realidades. Este viernes los estrenos no vienen marcados, como otras veces, por los directores, sino que en esta última tanda de marzo se sustentan en el trabajo de sus actores.

La serie 'Camera café' fue un éxito en su momento por sus mordaces guiones y sus buenos intérpretes. Alguien ha debido pensar que se la podía desempolvar añadiéndole toques surrealistas a lo Mortadelo y Filemón, y podría resultar una película que atrajera a los seguidores antiguos y a los nuevos acólitos. El resultado te hace salir de verla estando más feliz que el dueño de un lavadero de coches esta semana.

A algunos os dará miedo ir por si os estropea el buen sabor de la serie. Pero el mundo es de los valientes, y aunque la dirija un novel en estas labores como es Ernesto Sevilla, contar con el reparto original (incluyendo al inconmensurable Luis Varela), es suficiente para otorgar un voto de confianza. Si tiene éxito igual hay tercera parte y nos encontramos al vergonzante Quesada en La Moncloa.

El voto de confianza de la anterior no podemos repetirlo con 'Operación Fortune: el gran engaño', pues es exactamente lo que parece en el tráiler que veréis a continuación. Se trata de dar un golpe contra un malvado, usando a un actor famoso para acercase al líder mafioso. Todo usando tono de comedia, acción sin disolver en agua y violencia edulcorada por las risas. Típico producto del juguetón director Guy Ritchie, que sabe sacar partido a un alto presupuesto y a un ligero toque de irreverencia.

El reparto lo encabeza un armario con cabeza cuadrada, Jason Statham, al que acompañan como secundarios de lujo estrella de outlet como el esquivo Cary Elwes, el resultón Hugh Grant y el desparecido Josh Harnett (todos ellos pruebas vivientes de lo mal que envejecemos los guapos). Imagino que alguno se lo pasará bien viéndola.

De la diversión pasamos a la solemnidad de 'Adiós señor Haffmann', que nos traslada a la Segunda Guerra Mundial, al momento en que los alemanes ocupan Francia. Entonces un joyero decide vender su negocio a un empleado para salvarse, pero este empleado demuestra la verdad del dicho que reza: «nunca sirvas a quien sirvió».

Están espléndidos los dos actores galos que la protagonizan, Guilles Lellouche y Daniel Auteuil, y la película vuelve a acercarse a ese trauma sin curar de la sociedad francesa que fue la ocupación alemana, y el comportamiento de sus propios ciudadanos con la excusa de sobrevivir. Un relato veraz más aterrador que una película de miedo, como ya pasaba en la reivindicable y valiente 'Lacombe Lucien' (1974).

Imanol Uribe estrena nuevo filme, que ya parte con mi favor al recuperar para el cine a Carmelo Gómez, el Harvey Keitel español. Además de volver a dar un rol dramático a Karra Elejalde y proporcionar el mejor papel de su carrera a Juana Acosta, que no es poco. Pero es que además documenta el asesinato de los Jesuitas de la Universidad Centroamericana en el Salvador ocurrido en 1989, en plena guerra civil de aquel país.

'Llegaron de noche' recrea ese hecho, su repercusión, y la inquebrantable lucha de la única testigo de la barbarie, que se convirtió en heroína por no ceder a las amenazas. Todo está contado con el espléndido pulso narrativo del duro Uribe, sin concesiones, que saca lo mejor al casting. Una película que había que hacer, una historia que había que contar.

La siguiente es un angustioso drama francés sobre una madre soltera pluriempleada que tiene que sortear una huelga de transporte para cumplir con sus obligaciones (y eso que no tiene el litro de gasolina a dos euros). Transmite muy bien esa sensación de la protagonista que, como los malabaristas, no paran de mover los platos para que no se les caiga ninguno, haciendo que el espectador comparta su ansiedad y las ganas de desapuntarse de nacer.

Lo más destacable de la semana es que en la madrugada del domingo al lunes volveremos a pasar sueño para ver los Oscar. Su edición noventa y cuatro no trae películas que hayan arrasado en premios ni en taquillas. Una edición modesta, acorde con los tiempos, que puede encumbrar a Pe y Bardem, santificar a Netflix con su 'El poder del perro' o descubrirnos si con presentadores la gala es menos aburrida. Y ante todo si los Oscar vuelven a ser los Oscar, o siguen esforzándose por parecerse a los premios de cine independiente.

Qué tengáis una semana de cine.

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