El café de Collados

Hace tres años que el Grupo Collados cerró lo que se llamó en su día Collados Agridulce, un intento fallido de conquistar Murcia tras demostrar en La Sagra (La Puebla de Don Fadrique) y su restaurante veraniego en La Manga, uno de los espacios gastronómicos más increíbles del litoral murciano, que tienen una mano especial para la hostelería. La semana pasada volvía a levantar la persiana del Collados Agridulce bajo el nombre de Clandestino, una cafetería-pub-gastrobar para llegar a todo tipo de público a cualquier hora del día con una oferta de tartas, postres, tostadas, zumos, frappés y hasta cuencos de yogurt con muesli, además de comidas y cenas con sabores internacionales: hamburguesas, causa limeña, ceviche, hummus...

El sello de Collados va de la mano de la excelencia. Está en sus genes orientar el tiro hacia los clientes que buscan espacios y ofertas gastronómicas cuidadas. No parece que le salga hacer una oferta que compita en precio, sino que parecen sentirse más cómodos subiendo la calidad de sus productos, y en Clandestino este sello tan personal se nota. Para el café, además de contar con Salzillo, han incorporado a dos baristas con experiencia y, aunque las medidas de algunos saludables zumos licuados aún están por ajustar, el hecho de incorporar la música como parte fundamental de la oferta con DJ's, la estupenda terraza, el nuevo mobiliario y la idea de hacer eventos de todo tipo augura un futuro movido en el grupo hostelero.

Otra parte importante del nuevo proyecto es la incorporación de una coctelería cuidada, donde encontramos una docena de combinados tipo mojito, caipiroska, caipirinha, negroni o dry martini elaborados al momento por un coctelero profesional dedicado en exclusiva a este servicio los fines de semana.

En definitiva, Clandestino abre sus puertas sin poner límites a la oferta gastronómica, con cierto hincapié en el café, las copas, el 'tardeo' y en la comida informal inspirada en un recetario internacional, y todo con el sello Collados.