

Secciones
Servicios
Destacamos
¿Cómo lleváis la nueva anormalidad? Dicen que algunos tienen el síndrome de la cabaña (nuestra sociedad cada día se parece más a una película de Allen llena de psicólogos argentinos). A esa gente les da miedo salir de casa, donde han encontrado confort y seguridad.
Yo experimento eso cuando veo una película, sobre todo cuando lo hago en una sala de cine, donde hasta me olvido de mí mismo. Una película buena sigue siendo mi balsa en el océano, mi salvavidas en el naufragio, mi capsula de aislamiento y mi tregua en la guerra. Pero mientras llega lo de volver al cine, no queda más remedio que seguir convirtiendo estas reseñas en un «Cachitos de hierro y cromo» sobre cine en lugar de sobre música.
Por suerte estamos ganando al virus. Ya hemos salvado a nuestros ancianos de convertirse en Soylent Green, como pasaba en 'Cuando el destino nos alcance' (1973), esa impactante película de Edward G. Robinson y Charlton Heston (también capaz de hacer buenas películas), sobre un mundo distópico y clasista. También hemos vuelto a los parques, y lo hemos hecho con los mismos embelesados ojos de enamorados que los botánicos de 'Naves misteriosas' (1972) tenían cuando miraban a las últimas plantas de una Tierra devastada, que permanecían a salvo en un invernadero espacial.
Nos hemos sentido todos un poco como esos australianos de 'La hora final' (1959), que viven ajenos a la destrucción nuclear esperando la llegada de la nube radioactiva que acabe con todos, acompañados de Gregory Peck y Ava Gadner (no es mala compañía). No hemos matado por conseguir gasolina como en 'Mad Max' (1979), pero hubo algún momento que parecía que lo fuéramos a hacer para echar al carro papel higiénico o levadura. Podemos decir que hemos esquivado la llegada de 'El Día de la Bestia' (1995), donde descubrimos a Santiago Segura, y una vez más la humanidad ha superado un apocalipsis, para desgracia de los jabalíes que campaban a sus anchas en nuestras basuras, los pajaritos a los que oíamos cantar y los horizontes que disfrutábamos sin contaminación.
Hoy echaremos un vistazo a las películas que ponen este fin de semana en las cadenas convencionales, las olvidadas por los espectadores en la pandemia, porque ellos han olvidado a sus espectadores (hubo un tiempo en que no había que pagar por lo que veíamos, sólo tragarnos anuncios). Algunas nos harán reír, como 'Los padres de ella' (2000) que emiten en la 1, o 'Malditos vecinos' (2014) que se podrá ver en la Sexta. La primera es una prueba más de la degradación de Robert De Niro como actor, ejerciendo de padre ogro de un yerno apocado, y la otra la recuerdo como uno de esos tributos a mis sobrinos, por los cuales uno ve cualquier cosa, incluido este engendro de la llamada nueva comedia americana.
Pero lo peor nos llega de Antena 3 con '10.000 A.C.' (2008), una de trogloditas que parece dirigida por uno de ellos. 13TV añade a las películas infumables del fin de semana 'Mensajero del futuro' (1997), que al menos tuvo la virtud de enterrar del todo la carrera de Kevin Costner. Cuatro también ayuda con una nueva e innecesaria versión de un clásico del cine de terror 'La cosa' (2011), sobre un malvado bicho que surge del frío, una especie de Alien en el Polo, aunque esto sería como comparar la elegancia de María Dolores Pradera con la de Mario Vaquerizo.
Lo mejor del fin de semana son dos muy diferentes. En 13TV podremos disfrutar de la última decente de la saga Die Hard, 'La Jungla de Cristal: La venganza' (1995), con buena acción y protagonizada por Bruce Willis.
La número uno del fin de semana la tenemos en la Uno y es 'Agosto' (2013), un drama con todas las de la ley con un reparto impresionante encabezado por Julia Roberts y Meryl Streep, demasiado deudora de la obra de teatro que adapta.
De vez en cuando es bueno volver a las viejas y queridas cadenas de televisión de toda la vida. Que tengáis una fase 2 y una semana, sin cines, de cine.
Le dio por morirse esta semana a Michell Picolli, que quizás no le dice mucho a la mayoría, y absolutamente nada a los más jóvenes, pero que es uno de los grandes actores del cine francés. Tuvo la suerte de trabajar con directores prestigiosos, entre los que se cuentan los españoles Luis Buñuel y su tocayo García Berlanga (nuestro Fellini).
Con el valenciano trabajó en su última obra, 'París-Tombuctú' (1999), apoteosis de las composiciones abigarradas y las historias corales que le encantaban a Berlanga, y en 'Tamaño natural' (1973), donde hacía de enamorado de una muñeca hinchable. Con el factótum del cine patrio, Buñuel, formó parte del reparto de 'El discreto encanto de la burguesía' (1972) y la escandalosa (para la época) 'Belle de jour' (1967).
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.