Aventuras veraniegas en 'Live is life'

Viendo los estrenos de este viernes, dan ganas de hablar de Nadal, de cómo las democracias cambiaríamos el televoto en Eurovisión en cuanto nos tocan el bolsillo, del pacto de rentas, del Real Madrid, o incluso de las elecciones andaluzas, antes que tener que comentarlos. Pero haré caso a Sinatra y diré eso de 'That's life'.

Empezaré por lo mejor de este primer viernes de junio, mes que hace de pórtico al deseado verano, época en la que transcurre 'Live is life', una mezcla perfecta de 'La ley de la frontera' (2021), 'Los Goonies' (1985) y 'Cuenta conmigo' (1986). Dani de la Torre lo dirige sobre un guión de Albert Espinosa (me cae bien, pero me empalaga un poco ese optimismo como de quinceañera enamorada). Un film muy vital que cuenta la aventura de cinco adolescentes, en plenos años ochenta, en busca de una flor mágica en la noche de San Juan para salvar a un amigo, aunque en realidad lo que están haciendo es huir de esa adultez que buscan pero temen. Supongo que no sabían que luego podían disfrutar del síndrome de Peter Pan y ser adolescentes con sueldo, hipoteca y fobia al compromiso.

Juega con la ventaja que siempre da la nostalgia de la añorada juventud, cuando los cuerpos huelen a nuevo. Por eso la ambientación te hace viajar a ese mundo de Walkman autoreverse, coche sin cinturones, toros de Osborne, sillones de skay, dos canales de televisión y la BH. Un 'Stranger Things' sin mundo del revés que disfrutaremos si nos entregamos incondicionalmente. Y como decían en el final de 'Cuenta conmigo', nos servirá para recordar que nunca tendremos amigos como los que tuvimos a los doce años.

Otro mito ochentero, Jamie Lee Curtis (nunca ha estado más divertida que en la película de esa década 'Un pez llamado Wanda'), es la estrella invitada en un inclasificable estreno de acción, ciencia ficción, artes marciales, terror, comedia, thriller y fantástico que es 'Todos a la vez en todas partes', un título tan descriptivo como poco atractivo.

Con un argumento más enrevesado que una de Almodóvar, una mujer de vida normal y anodina de pronto se ve viajando por distintos universos paralelos, como si la hicieran saltar de una película a otra. Las críticas, como en los toros, han estado divididas. A unos les encanta el inteligente juego de referencias y a otros les espanta esta chaladura sin sentido. Si queréis probar el rollito de primavera con hamburguesa barbacoa, arriesgaros y decidís.

Solo los franceses son capaces de aburrir haciendo una película con mucho sexo, y en 'Fantasías de un escritor' lo vuelven a lograr. Una adaptación de la novela de Philip Roth (el autor de 'La conjura contra América' que llevo a la televisión HBO) hecha con tanta pretenciosidad como se requiere si se habla de un escritor y sus amantes, imaginarias o reales. La introspección de las novelas de Roth, uno de mis autores favoritos de este siglo, y la autoexploración del creador llega a su paroxismo aquí. Por cierto, sigo sin entender la secular fascinación por París de los norteamericanos, lugar donde transcurre la trama.

Chus Gutierréz vuelve a la dirección con un drama familiar sobre una pareja que debe asimilar la presencia de la hermana de uno de ellos, recién salida de rehabilitación, y que aparentemente busca la reconciliación familiar y volver a tener una vida normal. Pero nada es lo que parece y los toques de thriller convierten en mucho más interesante lo que podría ser un simple melodrama. A destacar al cada vez más recio e imprescindible Pedro Casablanc, secundario de lujo.

Y si vuestros hijos os han traído malas notas en este final de curso, os sugiero que como castigo vean integro un Pleno del Congreso (aunque perderán dos años de la educación aprendida) o que los llevéis a ver 'Marmaduke'. Una de animación sobre un gran danés que provoca grandes follones, convertido en una especie de Guillermo el travieso de cuatro patas, pero al que sus estúpidos dueños (¿se me ha escapado?) deciden meterlo en un concurso para cambiarlo. Esperemos que castren al perro, básicamente para evitar secuelas.

Lo más destacable de la semana es que uno de los grandes maestros de la historia del cine, Clint Eastwood, cumple 92 años, y lo hace en activo. Como el cantante que os cité al principio, es uno de esos tipos que encaja un puñetazo antes que una lágrima, pero que al tiempo saben hacernos llorar con una sutileza brutal. De esa vertiente nos quedarán para siempre trabajos como 'Los puentes de Madison' (1995), 'Gran Torino' (2008), 'Invictus' (2009), 'Million Dollar Baby' (2004) o 'Primavera en otoño' (1973). Para las otras películas, esperaré a hablaros cuando Clint cumpla 93.

Que tengáis una semana, y un junio, de cine.

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