Drama rural

Está muy bien hecha y con unos actores estupendos. Maravillosa Megan Montaner, brillante Unax Ugalde y con el regreso de mi admirado Juanjo Puigcorbé, que esta semana estrena obra de teatro en Madrid, con un personaje muy diferente al cómico al que nos tenía acostumbrados, aquí es el 'malo', un terrateniente con mano de hierro al que nadie se atreve a chistar. Ambientada en la España rural de los 60, una boda por poderes, una extraña desaparición y un amor del pasado son los tres puntos claves con los que arranca 'Entre tierras'.

La serie empieza con una boda amañada: un terrateniente manchego se casa por poderes con una joven y humilde campesina de Almería a cambio de que mantenga económicamente a los suyos. El marido a la fuerza de la joven, al que ella no conoce hasta después de la boda, es el hijo del terrateniente, un tarambana borracho que la desprecia.

Todo ello ambientado en el miserable mundo rural de los años 60, donde se refleja también la situación de la mujer de la época, donde no contaba para nada. Un potente drama rural y emocional que se compone de diez episodios de 50 minutos cada uno, algo que los espectadores van a agradecer mucho: Ni vamos tener que estar meses siguiendo la serie, ni la trama se complica demasiado. Directa y al grano. La ficción televisiva española sigue en plena forma.